/ domingo 26 de mayo de 2019

¡Más que igualdad es equidad!

Amables lectores, ¡les saludo con el gusto de siempre! Claudia tiene 30 años, es originaria del Municipio de Alpoyeca, Estado de Guerrero, desde los 15 años radica en la ciudad de Puebla. Claudia recuerda su llegada a la ciudad, bajó del autobús muy entusiasmada porque venía a ganar dinero, algunos de sus familiares la recomendaron y trabajaría en una casa como empleada doméstica, desafortunadamente, su llegada no fue muy grata, pues al abordar un taxi, el conductor comenzó a mirarla de forma lasciva y la terminó llevando a un lugar desconocido, para intentar abusar sexualmente de ella. Dos días después llegó a su lugar de destino, la casa donde prestaría sus servicios. Tratando de sobreponerse al desagradable suceso del taxi, llegó con toda la disposición para hacer bien su trabajo, lamentablemente encontró un patrón acosador, que cada vez que podía le decía que era muy bonita y que le gustaba mucho, hasta que un buen día, el patrón la tomó de los brazos y la sacudió fuertemente e intentó violarla, rompiéndole el uniforme de trabajo y desgarrándole sus prendas íntimas, Claudia gritó desesperada, sabía que nadie la escuchaba, su voz se apagaba y sus fuerzas de luchar contra su victimario se terminaban, para su fortuna en esta ocasión su verdugo estaba enfermo, era asmático, por lo que no se consumó la violación, ella salió de la casa como pudo, semidesnuda; y la gente incrédula en la calle la miraba. Una pareja de ansíanos la ayudaron, le dieron empleo y la han apoyado. Actualmente Claudia es administradora de empresas, es subgerente de un establecimiento de comida rápida, estudia su Maestría en línea, encontrar un trabajo bien remunerado fue fácil pues ella dice: “los salarios para las mujeres son más bajos y las oportunidades son menores que para los hombres, a las mujeres nos exigen mayor preparación y mucha experiencia para tener un puesto de dirección, sin embargo, no pararé de luchar para ser la gerente y proponer a la empresa un código de conducta, que tenga por objeto el respeto de los hombres a las mujeres, considero que el acoso sexual no va a parar, ni la desigualdad laboral entre hombres y mujeres, pero debemos seguir luchando cada una desde el espacio en el que nos encontremos, promoviendo el respeto a los derechos de la mujer”.

Existe una marcada disparidad entre los géneros, ya que las mujeres trabajadoras siguen ganando un 24% menos que los hombres a nivel mundial, de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas. La marcada distinción entre lo que se percibe de salario, por una mujer y un hombre tiene que ver con un “sistema de género”, donde el dominio es patriarcal y se establecen relaciones no equitativas entre mujeres y hombres, por lo que, tiende a demeritarse el trabajo que realizan las mujeres y se privilegia la fuerza laboral de los hombres.

El concepto de género que cada sociedad en particular construye y que asigna a mujeres y hombres llevan a desigualdades y, a su vez, estas causan inequidad entre mujeres y hombres en determinados campos.

En nuestra sociedad, la desigualdad entre mujeres y hombres está muy marcada en la libertad sexual, libertad de expresión, en la libertad de decisión, en el acceso al sistema educativo formal, en encontrar un trabajo, en gozar de un salario igual al de los hombres que desempeñan un trabajo igual, entre otras aspiraciones.

Todo lo anterior, nos obliga al gobierno y a la sociedad civil a trabajar en lo que la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, denomina “perspectiva de género”, que se refiere a la metodología y a los mecanismos que permiten identificar, cuestionar y valorar la discriminación, desigualdad y exclusión de las mujeres que se pretende justificar con base en las diferencias biológicas entre mujeres y hombres, así como las acciones que deben emprenderse para actuar sobre los factores de género y crear las condiciones de cambio que permitan avanzar en la construcción de la igualdad de género. (Más que igualdad, equidad de género).

*Es Doctor en Derecho por la BUAP, donde se desempeña como: Profesor Colaborador en la Facultad de Derecho y C.S., Defensor Adjunto en la Defensoría de los Derechos Universitarios.

Comentarios:jorgepinto_9@hotmail.com / Twitter: @apjorge/ facebook: Jorge Pinto

Amables lectores, ¡les saludo con el gusto de siempre! Claudia tiene 30 años, es originaria del Municipio de Alpoyeca, Estado de Guerrero, desde los 15 años radica en la ciudad de Puebla. Claudia recuerda su llegada a la ciudad, bajó del autobús muy entusiasmada porque venía a ganar dinero, algunos de sus familiares la recomendaron y trabajaría en una casa como empleada doméstica, desafortunadamente, su llegada no fue muy grata, pues al abordar un taxi, el conductor comenzó a mirarla de forma lasciva y la terminó llevando a un lugar desconocido, para intentar abusar sexualmente de ella. Dos días después llegó a su lugar de destino, la casa donde prestaría sus servicios. Tratando de sobreponerse al desagradable suceso del taxi, llegó con toda la disposición para hacer bien su trabajo, lamentablemente encontró un patrón acosador, que cada vez que podía le decía que era muy bonita y que le gustaba mucho, hasta que un buen día, el patrón la tomó de los brazos y la sacudió fuertemente e intentó violarla, rompiéndole el uniforme de trabajo y desgarrándole sus prendas íntimas, Claudia gritó desesperada, sabía que nadie la escuchaba, su voz se apagaba y sus fuerzas de luchar contra su victimario se terminaban, para su fortuna en esta ocasión su verdugo estaba enfermo, era asmático, por lo que no se consumó la violación, ella salió de la casa como pudo, semidesnuda; y la gente incrédula en la calle la miraba. Una pareja de ansíanos la ayudaron, le dieron empleo y la han apoyado. Actualmente Claudia es administradora de empresas, es subgerente de un establecimiento de comida rápida, estudia su Maestría en línea, encontrar un trabajo bien remunerado fue fácil pues ella dice: “los salarios para las mujeres son más bajos y las oportunidades son menores que para los hombres, a las mujeres nos exigen mayor preparación y mucha experiencia para tener un puesto de dirección, sin embargo, no pararé de luchar para ser la gerente y proponer a la empresa un código de conducta, que tenga por objeto el respeto de los hombres a las mujeres, considero que el acoso sexual no va a parar, ni la desigualdad laboral entre hombres y mujeres, pero debemos seguir luchando cada una desde el espacio en el que nos encontremos, promoviendo el respeto a los derechos de la mujer”.

Existe una marcada disparidad entre los géneros, ya que las mujeres trabajadoras siguen ganando un 24% menos que los hombres a nivel mundial, de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas. La marcada distinción entre lo que se percibe de salario, por una mujer y un hombre tiene que ver con un “sistema de género”, donde el dominio es patriarcal y se establecen relaciones no equitativas entre mujeres y hombres, por lo que, tiende a demeritarse el trabajo que realizan las mujeres y se privilegia la fuerza laboral de los hombres.

El concepto de género que cada sociedad en particular construye y que asigna a mujeres y hombres llevan a desigualdades y, a su vez, estas causan inequidad entre mujeres y hombres en determinados campos.

En nuestra sociedad, la desigualdad entre mujeres y hombres está muy marcada en la libertad sexual, libertad de expresión, en la libertad de decisión, en el acceso al sistema educativo formal, en encontrar un trabajo, en gozar de un salario igual al de los hombres que desempeñan un trabajo igual, entre otras aspiraciones.

Todo lo anterior, nos obliga al gobierno y a la sociedad civil a trabajar en lo que la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, denomina “perspectiva de género”, que se refiere a la metodología y a los mecanismos que permiten identificar, cuestionar y valorar la discriminación, desigualdad y exclusión de las mujeres que se pretende justificar con base en las diferencias biológicas entre mujeres y hombres, así como las acciones que deben emprenderse para actuar sobre los factores de género y crear las condiciones de cambio que permitan avanzar en la construcción de la igualdad de género. (Más que igualdad, equidad de género).

*Es Doctor en Derecho por la BUAP, donde se desempeña como: Profesor Colaborador en la Facultad de Derecho y C.S., Defensor Adjunto en la Defensoría de los Derechos Universitarios.

Comentarios:jorgepinto_9@hotmail.com / Twitter: @apjorge/ facebook: Jorge Pinto

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