/ lunes 27 de abril de 2020

Mercado La Victoria

Una de las características que hacen particular a nuestro estado de Puebla y a la capital, son los inmuebles civiles y religiosos que datan del siglo XVI hasta la actualidad.

En esta ocasión centraré la atención en un edificio que tuvo su relevancia para el comercio de la ciudad durante gran parte del siglo XX; a la fecha se encuentra activo como un espacio que ofrece diversas opciones de productos, me refiero al mercado La Victoria.

De acuerdo con registros históricos inició operaciones en 1854, durante el gobierno del presidente Santa Ana y reconstruido como ahora se conoce durante el gobierno del presidente Porfirio Díaz.

Sirvió entre 1954 y 1986 como el centro de venta de alimentos perecederos más grande de la capital, hasta que fue desocupado. En 1994 fue rescatado por la Fundación Amparo y reconvertido en un espacio comercial destinado más para ofrecer otro tipo de bienes y servicios.

La construcción como ahora se conoce terminó en 1914 y formó parte de un conjunto de obras pensadas para embellecer y modernizar la ciudad de Puebla durante la época del Porfiriato, siendo una de las últimas construcciones de hierro forjado en México.

De acuerdo con la historia, en su mayor apogeo el mercado vendía productos para cualquier presupuesto, ya que era visitado por personas de prácticamente cualquier nivel económico. Asimismo, algunas versiones apuntan a que dicho lugar se le considera la cuna de las tradicionales cemitas.

Las principales fechas en las que mayor actividad se registraba en este inmueble eran el día de reyes, el día de la candelaria, en semana santa, el 10 de mayo, el día de muertos, el 12 de diciembre y el 24 de diciembre.

Una de las características que actualmente siguen llamando la atención de los visitantes y de los residentes de la ciudad de Puebla, es su estructura de hierro forjado, que prevalece en gran parte del inmueble y principalmente en el quiosco que se ubica en al centro del lugar.

Muchas historias de la actividad socioeconómica poblana se dieron en el mercado La Victoria, sitio representativo y tradicional para diferentes generaciones que aún lo recuerdan y lo ven con cierta nostalgia.

Y tú, ¿qué más me puedes compartir sobre el mercado La Victoria? Te invito a dejar tu comentario en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí, con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.

Como dijo Ortega y Gasset: “Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos.”

Facebook: David Villanueva Lomelí

www.davidvillanueva.mx

Una de las características que hacen particular a nuestro estado de Puebla y a la capital, son los inmuebles civiles y religiosos que datan del siglo XVI hasta la actualidad.

En esta ocasión centraré la atención en un edificio que tuvo su relevancia para el comercio de la ciudad durante gran parte del siglo XX; a la fecha se encuentra activo como un espacio que ofrece diversas opciones de productos, me refiero al mercado La Victoria.

De acuerdo con registros históricos inició operaciones en 1854, durante el gobierno del presidente Santa Ana y reconstruido como ahora se conoce durante el gobierno del presidente Porfirio Díaz.

Sirvió entre 1954 y 1986 como el centro de venta de alimentos perecederos más grande de la capital, hasta que fue desocupado. En 1994 fue rescatado por la Fundación Amparo y reconvertido en un espacio comercial destinado más para ofrecer otro tipo de bienes y servicios.

La construcción como ahora se conoce terminó en 1914 y formó parte de un conjunto de obras pensadas para embellecer y modernizar la ciudad de Puebla durante la época del Porfiriato, siendo una de las últimas construcciones de hierro forjado en México.

De acuerdo con la historia, en su mayor apogeo el mercado vendía productos para cualquier presupuesto, ya que era visitado por personas de prácticamente cualquier nivel económico. Asimismo, algunas versiones apuntan a que dicho lugar se le considera la cuna de las tradicionales cemitas.

Las principales fechas en las que mayor actividad se registraba en este inmueble eran el día de reyes, el día de la candelaria, en semana santa, el 10 de mayo, el día de muertos, el 12 de diciembre y el 24 de diciembre.

Una de las características que actualmente siguen llamando la atención de los visitantes y de los residentes de la ciudad de Puebla, es su estructura de hierro forjado, que prevalece en gran parte del inmueble y principalmente en el quiosco que se ubica en al centro del lugar.

Muchas historias de la actividad socioeconómica poblana se dieron en el mercado La Victoria, sitio representativo y tradicional para diferentes generaciones que aún lo recuerdan y lo ven con cierta nostalgia.

Y tú, ¿qué más me puedes compartir sobre el mercado La Victoria? Te invito a dejar tu comentario en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí, con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.

Como dijo Ortega y Gasset: “Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos.”

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