/ sábado 19 de diciembre de 2020

México no debe guiarse por el odio

El calendario marca que el próximo jueves será Nochebuena, una fecha en que tradicionalmente la gente se desea bendiciones mutuas, se habla de amor al prójimo y de un mesías que vino a salvar al mundo, no obstante, todos esos elementos, supuestamente bondadosos, contrastan con el odio constante que vemos en distintos lados y en gran parte de la población.

Sea por compromiso social o por creencias religiosas, la navidad es un periodo de fiesta y posterior calma que todos disfrutamos en los países de tradición católico-cristiana. Igualmente tenemos indicadores que señalan que nuestro país tiene un alto grado de felicidad, es más, en las redes sociales vemos a millones de individuos que quieren mostrar una vida perfecta, pero también en internet vemos una colosal cantidad de insultos y denostaciones de cualquier asunto.

La pandemia vino a agravar los distintos problemas estructurales que tenemos: el confinamiento, la pérdida del ingreso, las muertes y toda una serie de conflictos mentales hacen que un individuo promedio tenga contenida una gran cantidad de emociones negativas, las cuales deben salir de algún modo, esto es un concepto básico de psicología que hay que tener presente para entender la situación.

Es por eso que muchas personas buscan cualquier pretexto para arrojar todo ese contenido negativo a quien sea o a lo que sea.

Vamos a poner un ejemplo claro, las elecciones del año que vienen no estarán enfocadas por la búsqueda de buenas propuestas, es más, quizá nunca lo han estado, pero especialmente en el 2021 veremos que los comicios estarán marcados por el odio: por una parte, quienes están en contra del presidente y por otro quienes lo apoyan. No voy a hacer un juicio de valor, ya que ambos bandos tienen aciertos y errores, lo preocupante aquí es que la racionalidad se ha perdido y muchos solo votarán de una forma visceral. Así es muy difícil tener una buena democracia y lograr los tan necesarios acuerdos para tener un país mejor.

Tenemos también diversos temas como la despenalización del aborto, el consumo de la mariguana, la prohibición de las corridas de toros, los matrimonios entre personas del mismo sexo, el Tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucía, los cuales despiertan grandes discusiones cargadas de rencor y fuera del más elemental razonamiento.

No podemos dejar de mencionar los contenidos de los medios de comunicación masiva, especialmente en cuanto a las muy populares telenovelas y programas con supuestas moralejas, como La rosa de Guadalupe, en donde los personajes normalmente se contraponen y existe una lucha de clases, en donde un pobre bueno se reivindica ante un rico malo, situación que también incrementa los odios.

En mi experiencia de abogado postulante, también veo que los conflictos familiares y de pareja se han agudizado por el confinamiento, dando lugar a rupturas sumamente desagradables. De verdad que es terrible ver esas caras llenas de rencor que hay entre los esposos o miembros de una familia. También tenemos que mencionar la terrible violencia que hay hacia la mujer, la cual no se soluciona con esas marchas inundadas de rencor o con candidaturas de género, esto es todo un problema complejo que desgraciadamente no tiene una solución clara.

Tan solo hay que ver los conflictos que puede haber en un crucero, en donde dos conductores intercambian algún improperio y terminan liándose a golpes, inclusive hasta la muerte.

Amigo lector, es normal que todos tengamos un tipo de resentimiento, pero este no debe ser una constante porque produce, aparte de una convivencia difícil, problemas de salud que, según algunos especialistas, puede conducir al cáncer.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.

El calendario marca que el próximo jueves será Nochebuena, una fecha en que tradicionalmente la gente se desea bendiciones mutuas, se habla de amor al prójimo y de un mesías que vino a salvar al mundo, no obstante, todos esos elementos, supuestamente bondadosos, contrastan con el odio constante que vemos en distintos lados y en gran parte de la población.

Sea por compromiso social o por creencias religiosas, la navidad es un periodo de fiesta y posterior calma que todos disfrutamos en los países de tradición católico-cristiana. Igualmente tenemos indicadores que señalan que nuestro país tiene un alto grado de felicidad, es más, en las redes sociales vemos a millones de individuos que quieren mostrar una vida perfecta, pero también en internet vemos una colosal cantidad de insultos y denostaciones de cualquier asunto.

La pandemia vino a agravar los distintos problemas estructurales que tenemos: el confinamiento, la pérdida del ingreso, las muertes y toda una serie de conflictos mentales hacen que un individuo promedio tenga contenida una gran cantidad de emociones negativas, las cuales deben salir de algún modo, esto es un concepto básico de psicología que hay que tener presente para entender la situación.

Es por eso que muchas personas buscan cualquier pretexto para arrojar todo ese contenido negativo a quien sea o a lo que sea.

Vamos a poner un ejemplo claro, las elecciones del año que vienen no estarán enfocadas por la búsqueda de buenas propuestas, es más, quizá nunca lo han estado, pero especialmente en el 2021 veremos que los comicios estarán marcados por el odio: por una parte, quienes están en contra del presidente y por otro quienes lo apoyan. No voy a hacer un juicio de valor, ya que ambos bandos tienen aciertos y errores, lo preocupante aquí es que la racionalidad se ha perdido y muchos solo votarán de una forma visceral. Así es muy difícil tener una buena democracia y lograr los tan necesarios acuerdos para tener un país mejor.

Tenemos también diversos temas como la despenalización del aborto, el consumo de la mariguana, la prohibición de las corridas de toros, los matrimonios entre personas del mismo sexo, el Tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucía, los cuales despiertan grandes discusiones cargadas de rencor y fuera del más elemental razonamiento.

No podemos dejar de mencionar los contenidos de los medios de comunicación masiva, especialmente en cuanto a las muy populares telenovelas y programas con supuestas moralejas, como La rosa de Guadalupe, en donde los personajes normalmente se contraponen y existe una lucha de clases, en donde un pobre bueno se reivindica ante un rico malo, situación que también incrementa los odios.

En mi experiencia de abogado postulante, también veo que los conflictos familiares y de pareja se han agudizado por el confinamiento, dando lugar a rupturas sumamente desagradables. De verdad que es terrible ver esas caras llenas de rencor que hay entre los esposos o miembros de una familia. También tenemos que mencionar la terrible violencia que hay hacia la mujer, la cual no se soluciona con esas marchas inundadas de rencor o con candidaturas de género, esto es todo un problema complejo que desgraciadamente no tiene una solución clara.

Tan solo hay que ver los conflictos que puede haber en un crucero, en donde dos conductores intercambian algún improperio y terminan liándose a golpes, inclusive hasta la muerte.

Amigo lector, es normal que todos tengamos un tipo de resentimiento, pero este no debe ser una constante porque produce, aparte de una convivencia difícil, problemas de salud que, según algunos especialistas, puede conducir al cáncer.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.