/ jueves 12 de septiembre de 2019

Morena recluta con engaños a beneficiarios de Prospera

Ya se supo.

Operadores políticos con afectos y compromisos asentados en el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) han dispuesto engañar a antiguos beneficiarios del programa federal Prospera (ya extinto) para tratar de engrosar las filas del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador en Puebla.

La mecánica es sencilla.

Personajes anónimos colocan avisos en cartulinas en las comunidades rurales del estado para convocar a los beneficiarios de aquel programa social a reuniones más o menos masivas que se realizan en las plazas cívicas, con la promesa de que acudir al llamado les servirá para acceder a uno o varios de los apoyos que entrega la nueva administración federal, a través de la Secretaría de Bienestar.

A los “titulares de Prospera” se les pide que lleven una copia de su credencial de elector, que acudan con más personas invitadas y, por supuesto, que no falten.

Junto con ellos, son convocados pobladores que poseen identificaciones del “gobierno legítimo” y de la agrupación denominada Protagonistas del Cambio Verdadero, como llamó López Obrador a sus simpatizantes a partir de 2010, cuando le dio a Morena el estatus de asociación civil.

La trama es falsa desde el comienzo.

Una vez que llegan al zócalo en cuestión, los esperanzados ciudadanos (en su mayoría mujeres) descubren que no están ahí para ingresar a una lista de próximos beneficiarios del gobierno federal, como esperan, sino que están ahí para ser “invitados” a convertirse en operadores del nuevo partido en el poder.

El objetivo es, y así se les indica, afiliarlos a Morena para hacer trabajo político en sus comunidades de origen.

Para eso es la copia de la credencial del Instituto Nacional Electoral que se les pide, para armar un listado que le permita al partido presentar un padrón robusto y reluciente de nuevos militantes.

Unos rechazan transformarse al morenismo, pero otros lo aceptan, con la esperanza siempre presente de ver materializado el favor político en algún programa social, en un futuro cercano.

Teziutlán es uno de los sitios donde han ocurrido estos hechos, como informó de manera oportuna el reportero Guillermo Mundo.

Una mañana aparecieron cartulinas en diferentes puntos de las juntas auxiliares del municipio para convocar a una reunión que se llevaría a cabo el 4 de septiembre en el zócalo principal.

Una vez reunidas las señoras, poco después de las 17:00 horas, los simpatizantes de Morena hicieron su aparición para comenzar con el proceso de reclutamiento.

A principios de año, el gobierno de López Obrador descalificó el programa Prospera para justificar su desaparición y dar pie a la Coordinación de Becas Benito Juárez, con la que lo sustituyó.

Prospera fue un programa de cuatro sexenios (antes de Enrique Peña Nieto se llamó Oportunidades) de transferencias condicionadas, se acusó desde la administración federal.

Los integrantes de las familias que recibieron los apoyos fueron extorsionados, obligados a realizar trabajos políticos, ir a mítines y votar por los candidatos del partido del gobierno en turno, además de que se les entregó entre 30 y 40 por ciento menos recursos de los asignados originalmente, se dijo también desde el lopezobradorismo.

Sí, así fue.

Prospera y el resto de los programas sociales “obsequiados” en el pasado fueron empleados para manipular a sus beneficiarios con un fin político-electoral.

Lo hicieron priistas y panistas.

Pero no solo fue en el pasado.

En el presente, según parece, sucede igual.

Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

Ya se supo.

Operadores políticos con afectos y compromisos asentados en el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) han dispuesto engañar a antiguos beneficiarios del programa federal Prospera (ya extinto) para tratar de engrosar las filas del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador en Puebla.

La mecánica es sencilla.

Personajes anónimos colocan avisos en cartulinas en las comunidades rurales del estado para convocar a los beneficiarios de aquel programa social a reuniones más o menos masivas que se realizan en las plazas cívicas, con la promesa de que acudir al llamado les servirá para acceder a uno o varios de los apoyos que entrega la nueva administración federal, a través de la Secretaría de Bienestar.

A los “titulares de Prospera” se les pide que lleven una copia de su credencial de elector, que acudan con más personas invitadas y, por supuesto, que no falten.

Junto con ellos, son convocados pobladores que poseen identificaciones del “gobierno legítimo” y de la agrupación denominada Protagonistas del Cambio Verdadero, como llamó López Obrador a sus simpatizantes a partir de 2010, cuando le dio a Morena el estatus de asociación civil.

La trama es falsa desde el comienzo.

Una vez que llegan al zócalo en cuestión, los esperanzados ciudadanos (en su mayoría mujeres) descubren que no están ahí para ingresar a una lista de próximos beneficiarios del gobierno federal, como esperan, sino que están ahí para ser “invitados” a convertirse en operadores del nuevo partido en el poder.

El objetivo es, y así se les indica, afiliarlos a Morena para hacer trabajo político en sus comunidades de origen.

Para eso es la copia de la credencial del Instituto Nacional Electoral que se les pide, para armar un listado que le permita al partido presentar un padrón robusto y reluciente de nuevos militantes.

Unos rechazan transformarse al morenismo, pero otros lo aceptan, con la esperanza siempre presente de ver materializado el favor político en algún programa social, en un futuro cercano.

Teziutlán es uno de los sitios donde han ocurrido estos hechos, como informó de manera oportuna el reportero Guillermo Mundo.

Una mañana aparecieron cartulinas en diferentes puntos de las juntas auxiliares del municipio para convocar a una reunión que se llevaría a cabo el 4 de septiembre en el zócalo principal.

Una vez reunidas las señoras, poco después de las 17:00 horas, los simpatizantes de Morena hicieron su aparición para comenzar con el proceso de reclutamiento.

A principios de año, el gobierno de López Obrador descalificó el programa Prospera para justificar su desaparición y dar pie a la Coordinación de Becas Benito Juárez, con la que lo sustituyó.

Prospera fue un programa de cuatro sexenios (antes de Enrique Peña Nieto se llamó Oportunidades) de transferencias condicionadas, se acusó desde la administración federal.

Los integrantes de las familias que recibieron los apoyos fueron extorsionados, obligados a realizar trabajos políticos, ir a mítines y votar por los candidatos del partido del gobierno en turno, además de que se les entregó entre 30 y 40 por ciento menos recursos de los asignados originalmente, se dijo también desde el lopezobradorismo.

Sí, así fue.

Prospera y el resto de los programas sociales “obsequiados” en el pasado fueron empleados para manipular a sus beneficiarios con un fin político-electoral.

Lo hicieron priistas y panistas.

Pero no solo fue en el pasado.

En el presente, según parece, sucede igual.

Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx