A escasos días del arranque de la nueva legislatura, los 22 diputados de la coalición Juntos Haremos Historia ya deben saber que no podrán realizar todas las reformas, revocaciones y destituciones que han anunciado.
Uno de los temas donde se toparán con pared es el que concierne a la Auditoría Superior del Estado.
El artículo 113 de la Constitución poblana establece que se requiere el voto de dos terceras partes de los miembros del Congreso para nombrar al titular de ese organismo:
“El Titular de la Auditoría Superior del Estado, será electo por el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes de la Legislatura Estatal, de la terna que se derive de la Convocatoria que emita para tal efecto el Órgano de Gobierno del Congreso del Estado”.
Lo mismo ocurre para la destitución.
Como el auditor cuenta con fuero constitucional, tendría que ser primero desaforado por dos terceras partes de los legisladores para después dar inicio al procedimiento respectivo.
Esto significa que para quitar a David Villanueva Lomelí y designar un nuevo auditor se requerirá el voto a favor de 28 diputados, seis más de los que tienen Morena, PT y PES juntos.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos ordena que los auditores de los estados sean nombrados por un periodo mínimo de siete años, precisamente para evitar tentaciones derivadas de los relevos en los poderes Ejecutivo y Legislativo.
Así que Gabriel Biestro ya tiene un pendiente que borrar de su lista.
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¿Qué pasará con Juan Pablo Kuri Carballo ahora que la cúpula nacional del Partido Verde ha decidido ir a los brazos de Morena y el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador?
El próximo diputado local y líder estatal del partido del tucán es uno de los futuros integrantes del Congreso del Estado que el morenovallismo asume como aliados incondicionales.
Según los cálculos preliminares del grupo en el poder, Kuri es uno de los 15 personajes que formarán parte, en automático, del bloque de diputados que ayudará a combatir a los 22 lopezobradoristas, 14 de Morena, cuatro del PT y cuatro del PES.
Después de romper con el PRI, el principal beneficiario y cacique del Verde, Jorge Emilio González Martínez, anunció su apoyo al presidente electo.
Eso meterá en aprietos a Kuri, que tendrá que sortear la línea del otrora “Niño Verde” para respaldar a sus aliados de Puebla.
Lo bueno para él es que ya acumula un largo trecho de experiencia en eso de navegar a contracorriente.
En años recientes trabajó sin dificultad para los intereses morenovallistas, cuando la dirigencia nacional del partido estaba, se supone, del lado tricolor.
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Otra incógnita:
¿Para qué bando jugarán los cuatro diputados del PRI?, ¿para el de Martha Erika Alonso Hidalgo o para el de Morena?
En el edificio de la Diagonal Defensores de la República, donde despacha Javier Casique Zárate, se dice que la línea de conducción política para los próximos años la definirá el CEN.
Si eso es cierto, y seguramente lo es, anote a los tricolores en el grupo de la gobernadora electa.
En enero de 2004, Claudia Ruiz Massieu Salinas, actual presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, fue una de las invitadas y asistentes a la boda de Alonso con Rafael Moreno Valle, en el Centro de Convenciones.
Esa vez, acompañada de su entonces esposo, Francisco Ricalde Alarcón, la sobrina de Carlos Salinas compartió mesa con Miguel Ángel Osorio Chong, Enrique Doger Guerrero, Alberto Ventosa Coghlan y el periodista Fernando Alberto Crisanto.
Ruiz Massieu es amiga del matrimonio Moreno Valle-Alonso desde que fue diputada federal en la LIX Legislatura (2003-2006), donde conoció al ex mandatario poblano.
Si le toca a ella establecer las reglas de la relación del PRI local con el gobierno del estado, no lo dude, habrá alianza con la eventual jefa del Ejecutivo.
La fracción morenovallista se ampliará a 19.
Twitter: @jorgerdzc
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