/ jueves 8 de noviembre de 2018

¡Nadie ha podido, ni podrá con los ambulantes!

Discutir sobre erradicar el comercio ambulante en Puebla es una verdadera fumada de marihuana, lúdica o medicinal, como sea al final es lo mismo. Este fenómeno social que es un problema mundial, jamás será resuelto. Exigirle a la autoridad que desaparezca a los ambulantes o bien, creerle al Ayuntamiento que lo va a lograr, es una inocentada y eso que aún no es 28 de diciembre.

Gestiones municipales van y vienen pero los ambulantes siguen ahí. No importa que los alcaldes sean emanados del PRI o del PAN, al final ninguno ha podido con tremendo paquete porque terminan doblados y vencidos por las presiones políticas de los líderes de los comerciantes. Con esos antecedentes ¿por qué el gobierno emanado de Morena sí podría resolver el ambulantaje?

No nos hagamos majes. El comercio ambulante es consecuencia de una realidad económica endeble y de políticas públicas incapaces de garantizar mejores condiciones para la apertura de empresas y negocios que a su vez generen fuentes de empleo. Las personas que viven de ello no lo hacen por gusto. Seguramente querrían ser empresarios bien establecidos, cumplir con sus obligaciones fiscales y no tener que vivir todo el día en la calle bajo el sol, la lluvia o el frío para vender sus productos, pero esa es su realidad y es el resultado de la política mexicana.

Partiendo de ese escenario, afirmar que un Ayuntamiento como el de Puebla tiene la solución al ambulantaje es demagogia, pero sería más tonto creer y comprar esa falsa promesa a las autoridades. Intentar regularlo, normarlo o reglamentarlo es una meta ideal medianamente aceptable, pero para lograrlo no solamente se necesitan planes, proyectos o diálogo, el bla, bla, bla, no ha resuelto nada; lo que al final se necesita es determinación, carácter y sobre muuuchos eggs.

Tratar de quedar bien con todos será imposible. Por mucho interés que tenga el Ayuntamiento en evitarse broncas con el comercio establecido y el informal, tarde o temprano con alguno va a quedar mal parado; por lo tanto en vez de estar pidiendo permiso para tomar decisiones al respecto, lo mejor sería actuar con las primeras acciones como evitar el desbordamiento de puestos en la vía pública en el centro histórico en donde los perjudicados son los ciudadanos.


¿Dónde comer chalupas?

De ser afirmativas las declaraciones de la secretaria de Turismo Municipal, Lirio Azahalia González Luna, en el sentido de que al retirar a los comerciantes ambulantes del centro histórico sería negativo para el sector porque los turistas ya no tendrían a dónde ir a por comida típica como las chalupas, no solo demostró que sus conocimientos gastronómicos son pobres, sino que denotó que su designación pudo ser un error.

Salvo que NO haya sabido expresarse, que se puso nerviosa en la comisión de Desarrollo Económico o que se vio presionada por las cámaras y micrófonos, podría entenderse tal reflexión, pero defender al comercio ambulante porque es estandarte de la cocina poblana, es prácticamente decir que en la capital no existen restaurantes y que ella se la pasa de lo lindo en entre los puestos de antojitos ambulantes.

Además con tal señalamiento surgen varias preguntas: La secretaria de Turismo Municipal ¿sabrá de turismo?, si tuviera la visita de una comisión turística nacional o extranjera ¿A dónde los llevaría a comer a las chalupas? ¿Sabrá que en Puebla hay lugar de comida típica conocido como Mercado de Sabores? ¿Qué piensan los restauranteros de tal declaración? ¿Qué recomendaciones haría para el caso de los hoteles o atractivos turísticos de la capital? ¿Provocó que extrañaran a Alejandro Cañedo? Solo ella tiene las respuestas.


Le recuerdo que como siempre, tenemos el changarro abierto las 24 horas. Si quiere compartir chismes, tips o cualquier ocurrencia, son bienvenidos en Twitter @ferabrajan1 y en fabrajan@hotmail.com

Discutir sobre erradicar el comercio ambulante en Puebla es una verdadera fumada de marihuana, lúdica o medicinal, como sea al final es lo mismo. Este fenómeno social que es un problema mundial, jamás será resuelto. Exigirle a la autoridad que desaparezca a los ambulantes o bien, creerle al Ayuntamiento que lo va a lograr, es una inocentada y eso que aún no es 28 de diciembre.

Gestiones municipales van y vienen pero los ambulantes siguen ahí. No importa que los alcaldes sean emanados del PRI o del PAN, al final ninguno ha podido con tremendo paquete porque terminan doblados y vencidos por las presiones políticas de los líderes de los comerciantes. Con esos antecedentes ¿por qué el gobierno emanado de Morena sí podría resolver el ambulantaje?

No nos hagamos majes. El comercio ambulante es consecuencia de una realidad económica endeble y de políticas públicas incapaces de garantizar mejores condiciones para la apertura de empresas y negocios que a su vez generen fuentes de empleo. Las personas que viven de ello no lo hacen por gusto. Seguramente querrían ser empresarios bien establecidos, cumplir con sus obligaciones fiscales y no tener que vivir todo el día en la calle bajo el sol, la lluvia o el frío para vender sus productos, pero esa es su realidad y es el resultado de la política mexicana.

Partiendo de ese escenario, afirmar que un Ayuntamiento como el de Puebla tiene la solución al ambulantaje es demagogia, pero sería más tonto creer y comprar esa falsa promesa a las autoridades. Intentar regularlo, normarlo o reglamentarlo es una meta ideal medianamente aceptable, pero para lograrlo no solamente se necesitan planes, proyectos o diálogo, el bla, bla, bla, no ha resuelto nada; lo que al final se necesita es determinación, carácter y sobre muuuchos eggs.

Tratar de quedar bien con todos será imposible. Por mucho interés que tenga el Ayuntamiento en evitarse broncas con el comercio establecido y el informal, tarde o temprano con alguno va a quedar mal parado; por lo tanto en vez de estar pidiendo permiso para tomar decisiones al respecto, lo mejor sería actuar con las primeras acciones como evitar el desbordamiento de puestos en la vía pública en el centro histórico en donde los perjudicados son los ciudadanos.


¿Dónde comer chalupas?

De ser afirmativas las declaraciones de la secretaria de Turismo Municipal, Lirio Azahalia González Luna, en el sentido de que al retirar a los comerciantes ambulantes del centro histórico sería negativo para el sector porque los turistas ya no tendrían a dónde ir a por comida típica como las chalupas, no solo demostró que sus conocimientos gastronómicos son pobres, sino que denotó que su designación pudo ser un error.

Salvo que NO haya sabido expresarse, que se puso nerviosa en la comisión de Desarrollo Económico o que se vio presionada por las cámaras y micrófonos, podría entenderse tal reflexión, pero defender al comercio ambulante porque es estandarte de la cocina poblana, es prácticamente decir que en la capital no existen restaurantes y que ella se la pasa de lo lindo en entre los puestos de antojitos ambulantes.

Además con tal señalamiento surgen varias preguntas: La secretaria de Turismo Municipal ¿sabrá de turismo?, si tuviera la visita de una comisión turística nacional o extranjera ¿A dónde los llevaría a comer a las chalupas? ¿Sabrá que en Puebla hay lugar de comida típica conocido como Mercado de Sabores? ¿Qué piensan los restauranteros de tal declaración? ¿Qué recomendaciones haría para el caso de los hoteles o atractivos turísticos de la capital? ¿Provocó que extrañaran a Alejandro Cañedo? Solo ella tiene las respuestas.


Le recuerdo que como siempre, tenemos el changarro abierto las 24 horas. Si quiere compartir chismes, tips o cualquier ocurrencia, son bienvenidos en Twitter @ferabrajan1 y en fabrajan@hotmail.com