/ martes 6 de noviembre de 2018

Necesitamos un México Incluyente

De acuerdo con la reciente encuesta nacional de calidad e impacto gubernamental del INEGI, los principales problemas que preocupan a la población mexicana son inseguridad (violencia y delincuencia), desempleo, corrupción, pobreza, mal desempeño del gobierno, salud, educación y mala aplicación de la ley.

Los niveles de pobreza, desigualdad y exclusión social que enfrenta México constituyen no solo un desafío político, sino también una contradicción con el nivel de desarrollo alcanzado por nuestro país.

La desigualdad y la pobreza generan una frustración en amplios segmentos de la población, erosionan la cohesión social y abren el camino al conflicto y la violación de la ley con graves consecuencias para la paz pública, la fortaleza de las instituciones, así como para el desarrollo sostenible del país.

Lograr un país incluyente no depende de una sola institución o de un orden de gobierno, es una tarea que nos involucra a todos. Hace falta una sociedad comprometida consigo y, a su vez, un país más incluyente y participativo, que acerque a la gente a los servicios y que mueva la economía para promover desarrollo real.

Actualmente, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) está trabajando para ser un partido que una y sume para así poder ofrecer soluciones a los problemas más urgentes del país. A través de su constante transformación, nuestro instituto político ha realizado contribuciones centrales para la construcción y el desarrollo de un México mejor. Estas dan prueba de que ha sabido construir un liderazgo en democracia y de que sabe proponer y dialogar para llegar a acuerdos por el bien de nuestro país.

El PRI está respondiendo a los desafíos con instituciones que han marcado la historia de nuestro país, y cuando estas no están a la altura de los retos que enfrenta México, también está impulsando su renovación.

De la mano de una sociedad organizada de manera participativa, democrática y libre, el PRI es un partido que está promoviendo la visión de un México incluyente, que honra los principios y valores que le dan sustento a su ideología y a su actividad política.

Hoy, nuestro instituto político enarbola una agenda por la igualdad, que retoma la aspiración de su lema: “democracia y justicia social”, a fin de construir un espacio en el que todas y todos sean parte de los beneficios del desarrollo.

Garantizamos el ejercicio de los derechos sociales y cerramos las brechas de desigualdad social que aún nos dividen. Nuestro objetivo es que el país se integre por una sociedad con equidad, cohesión social e igualdad sustantiva.

Esto implica hacer efectivo el acceso a servicios básicos, agua potable, drenaje, saneamiento, electricidad, seguridad social, educación, alimentación y vivienda digna.

México incluyente es un país en donde los derechos no solo sean un ideal, sino una realidad permanente en la vida diaria de sus habitantes. Significa elegir la inclusión sobre la discriminación. Significa crear unidad a partir de la diversidad.

De acuerdo con la reciente encuesta nacional de calidad e impacto gubernamental del INEGI, los principales problemas que preocupan a la población mexicana son inseguridad (violencia y delincuencia), desempleo, corrupción, pobreza, mal desempeño del gobierno, salud, educación y mala aplicación de la ley.

Los niveles de pobreza, desigualdad y exclusión social que enfrenta México constituyen no solo un desafío político, sino también una contradicción con el nivel de desarrollo alcanzado por nuestro país.

La desigualdad y la pobreza generan una frustración en amplios segmentos de la población, erosionan la cohesión social y abren el camino al conflicto y la violación de la ley con graves consecuencias para la paz pública, la fortaleza de las instituciones, así como para el desarrollo sostenible del país.

Lograr un país incluyente no depende de una sola institución o de un orden de gobierno, es una tarea que nos involucra a todos. Hace falta una sociedad comprometida consigo y, a su vez, un país más incluyente y participativo, que acerque a la gente a los servicios y que mueva la economía para promover desarrollo real.

Actualmente, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) está trabajando para ser un partido que una y sume para así poder ofrecer soluciones a los problemas más urgentes del país. A través de su constante transformación, nuestro instituto político ha realizado contribuciones centrales para la construcción y el desarrollo de un México mejor. Estas dan prueba de que ha sabido construir un liderazgo en democracia y de que sabe proponer y dialogar para llegar a acuerdos por el bien de nuestro país.

El PRI está respondiendo a los desafíos con instituciones que han marcado la historia de nuestro país, y cuando estas no están a la altura de los retos que enfrenta México, también está impulsando su renovación.

De la mano de una sociedad organizada de manera participativa, democrática y libre, el PRI es un partido que está promoviendo la visión de un México incluyente, que honra los principios y valores que le dan sustento a su ideología y a su actividad política.

Hoy, nuestro instituto político enarbola una agenda por la igualdad, que retoma la aspiración de su lema: “democracia y justicia social”, a fin de construir un espacio en el que todas y todos sean parte de los beneficios del desarrollo.

Garantizamos el ejercicio de los derechos sociales y cerramos las brechas de desigualdad social que aún nos dividen. Nuestro objetivo es que el país se integre por una sociedad con equidad, cohesión social e igualdad sustantiva.

Esto implica hacer efectivo el acceso a servicios básicos, agua potable, drenaje, saneamiento, electricidad, seguridad social, educación, alimentación y vivienda digna.

México incluyente es un país en donde los derechos no solo sean un ideal, sino una realidad permanente en la vida diaria de sus habitantes. Significa elegir la inclusión sobre la discriminación. Significa crear unidad a partir de la diversidad.