En medio de las críticas hacia el gobierno federal por la forma en la que está soportando su modelo matemático, las curvas epidemiológicas y el manejo de las estadísticas para darle seguimiento a la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 surgen suspicacias que, por la facilidad de encontrarlas, resultan preocupantes.
Cualquiera con conocimientos básicos de matemáticas puede advertir que durante la exposición de los casos de contagiados que dieron positivo al Coronavirus-19 y de aquellos que lamentablemente fallecieron, existen inconsistencias entre los reportes que emite diariamente el subsecretario federal Hugo López-Gatell y los del gobierno del Estado que encabeza Luis Miguel Barbosa.
A lo largo de la pandemia, podemos asegurar que nunca han existido coincidencia entre sus cifras; en un primer momento la federación presentaba menos defunciones que las del resto de los estados, Puebla incluida, pero de junio para acá los números federales se han acelerado frente a los que se reportan a nivel local.
Cada noche, la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador realiza una conferencia de prensa específicamente para hablar del comportamiento de la pandemia. El parte presentado a las 19:00 horas corresponden al corte de las pruebas de laboratorio realizadas hacia las 13:00 horas del día que se informa, mientras que el Gobierno del Estado hace lo propio cada mañana y toma como referencia un corte que se hace a las 21:00 horas o más tarde de la noche anterior.
Por mera lógica, si los indicadores estatales se emiten, por lo menos, con ocho horas de posterioridad, el resultado debería arrojar números mayores a los federales, pero no es así.
La mañana de este 22 de junio, el gobierno barbosista informó que los casos acumulados son 7 mil 432, pero la noche previa, la del día 21, la federación refirió 7 mil 643, es decir una diferencia de 211 casos que representan un 2.7 por ciento.
Y si lo observamos por el número de fallecidos encontramos una inconsistencia mayor pues para la federación hay 106 personas más que murieron por esta pandemia de las reportadas por el gobierno del estado. 941 muertos contra 835. La equivalencia es un 12.7 por ciento más entre el dato federal y el local.
Hasta ahora no existe claridad del porqué, siendo una misma pandemia, observada por dos instancias gubernamentales que, en teoría, trabajan coordinadas, discrepen en sus reportes y es que, al inicio de esta emergencia sanitaria, ya le decía, la administración poblana tenía más fallecimientos contabilizados que los expuestos en la conferencia de López-Gatell.
Para no ir muy lejos, apenas en mayo la Secretaría de Salud estatal expuso la existencia de 354 muertes asociadas al virus cuando el acumulado federal era de 264, 90 menos.
Y la duda que preocupa es, si no hay la capacidad para llevar un registro puntual de los pacientes de coronavirus, ¿cómo confiar en que se le esté dando buena conducción a la pandemia?
Y hasta la próxima.
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