Pese a la presión ejercida por los concesionarios, la tarifa del transporte público en Puebla se mantendrá vigente como está desde el año 2011, es decir, seis pesos en el caso de la capital poblana.
La gestión del mandatario José Antonio Gali analizó los pros y contras de tal posibilidad, llegando a la conclusión de que un aumento de dos pesos, como se estaba evaluando, significaría un duro golpe a la economía familiar.
Además, el escenario político no está en su mejor momento debido a la impugnación realizada por Morena para anular el resultado de la elección a la gubernatura del pasado primero de julio, que favoreció a Martha Erika Alonso Hidalgo.
El tema estaba ya encarrilado y el mismo subsecretario de Transportes, Alberto Vivas, dijo en agosto pasado que era viable, dando como plazo este mes de septiembre para aterrizar la posible modificación.
Sin embargo, el estudio técnico y el análisis del panorama social-político del estado dieron como resultado esperar nuevos tiempos.
Por tanto, ha quedado suspendida cualquier posibilidad de realizar ajustes en lo que resta del gobierno estatal, que finaliza en diciembre de 2018.
La Coordinadora del Transporte en el Estado de Puebla ha sido uno de los sectores más insistentes en modificar la tarifa, considerando que los márgenes de ganancias son mínimos debido a los aumentos constantes en los costos de operación del servicio, como combustibles y refacciones, por lo que es imposible cumplir con requisitos de ley como la renovación del parque vehicular cada 10 años.
Otro argumento expuesto es que Puebla tiene el costo más bajo de todo el país, luego de que lugares como Guanajuato, Morelia o Oaxaca decidieran subir en este año el precio entre ocho y nueve pesos, respectivamente .
Sin embargo, desde hace dos semanas aproximadamente dicha organización “enfrió” el tema e incluso dejó de realizar mesas de trabajo con agremiados y con la misma autoridad estatal.
En el gremio del transporte público ya tienen la sospecha de que el tema no va a fructificar a favor de sus intereses.
Además, ya lo intuían luego de que a finales de agosto la Subsecretaría de Transportes diera a conocer que no estaba en análisis subir el importe de 7.50 pesos por uso de las dos líneas de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA).
Pese a la molestia generalizada entre concesionarios y transportistas no tienen previsto revelarse contra la decisión gubernamental, aunque lleven siete años cobrando lo mismo al usuario.
Así que los prestadores del servicio tendrán que apechugar y seguir cobrando seis pesos.
Se tiene previsto que en los siguientes días el tema sea dado a conocer oficialmente por parte de la administración del gobernador, José Antonio Gali Fayad.
Entonces tocará al gobierno entrante, posiblemente encabezado por Martha Erika Alonso en caso de confirmarse su triunfo electoral, analizar y negociar un aumento a la tarifa del transporte público.
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Conocedores de que les queda poco más de un mes para dejar el cargo, regidores del Ayuntamiento de Puebla ya comenzaron con la mudanza de sus pertenencias personales.
En las oficinas que les asignaron en el edificio de regidores estas empiezan a lucir semivacías: fotos y cuadros de los cabildantes ya no aparecen en los escritorios.
Lo mismo sucede con las computadoras, eliminando todo archivo personal.
Cuentan que los regidores, salvo María Esther Gámez e Iván Galindo, que no hicieron válido dicho beneficio, van a extrañar el vehículo oficial que les fue asignado desde hace casi tres años, pues varios lo utilizaron para temas personales.
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@Marcomironc
