/ jueves 23 de mayo de 2019

No hay tiempo, debemos actuar a favor del medio ambiente

Tienes que hacerte responsable de tus acciones y así es como protegeremos a la tierra. -Julia Butterfly Hill-

Un llamado al humano, una alerta que debemos atender de manera urgente y prioritaria tanto el gobierno como el sector privado y la sociedad.

La semana pasada en la Ciudad de México los estándares de contingencia fueron de los más altos en los últimos años, la calidad del aire fue verdaderamente preocupante y debe ser un detonante que nos invite a la concientización de que el deterioro ecológico a nivel global y en especial en México se ha agudizado de manera crítica en los últimos años.

Esto ha sido generado por el uso excesivo y desmesurado de los recursos naturales, así como la aplicación de químicos y productos nocivos para el medio ambiente como fertilizantes, la emisión de estiércol y metano a la atmósfera, el mal seguimiento de los desechos, es decir, basura que termina en nuestros ríos y mares, la caza de animales y la deforestación para la creación de nuevas zonas agrícolas y ganaderas entre otras cosas. Se han alterado los ciclos naturales del planeta. Todo esto hoy ya está repercutiendo de forma negativa en la salud de los ciudadanos.

No cabe duda de que la salud humana depende de la propia capacidad que tenga el hombre para emprender políticas públicas y acciones concretas que mejoren la relación entre las actividades humanas y los factores ambientales que lo rodean.

La diligencia en el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales son fundamentales para el bienestar del ser humano e incluso para el crecimiento económico. De acuerdo con los datos obtenidos del Banco Mundial “una tercera parte de las 100 ciudades más grandes del mundo obtiene el suministro de agua de áreas protegidas. Tres cuartas partes de los 115 principales cultivos alimentarios del mundo se basan en la polinización animal”[1]. Son cifras que muestran como el aprovechamiento de las nuevas tecnologías permiten el cuidado del medio ambiente y la buena utilización de los recursos naturales al servicio del hombre.

Los sucesos y alertas que nos manda la propia naturaleza, el cambio climático, tienen que obligarnos a generar un cambio de mentalidad, provocar una cultura de preservación y disciplina que ponga un alto a las acciones irresponsables del ser humano y salve la vida de todos. No hay tiempo, tenemos que actuar.

Es el momento de que las empresas, los diseñadores e ingenieros industriales apuesten a la creación de nuevas tecnologías que influyan de manera positiva en procesos de cambio ambientalmente responsables.

Desde el gobierno se deben implementar políticas públicas que atiendan al medio ambiente, acciones que mejoren los hábitos de consumo de los ciudadanos, que regulen el uso y reciclaje de plásticos, que mejoren los medios de transporte, apuesten por energías renovables y sustentables, incrementen el cuidado de zonas naturales protegidas; todos ellos, pueden ser hábitos que desde las casas y escuelas eduquen en la generación de impactos sociales positivos y, a la vez, fomenten sinergias culturales de cambio que apuesten por el cuidado y valor del medio ambiente.

[1] Banco Mundial . (Octubre 2018). Medio Ambiente. 17 de mayo de 2019, de Banco Mundial Sitio web: https://www.bancomundial.org/es/topic/environment/overview

Tienes que hacerte responsable de tus acciones y así es como protegeremos a la tierra. -Julia Butterfly Hill-

Un llamado al humano, una alerta que debemos atender de manera urgente y prioritaria tanto el gobierno como el sector privado y la sociedad.

La semana pasada en la Ciudad de México los estándares de contingencia fueron de los más altos en los últimos años, la calidad del aire fue verdaderamente preocupante y debe ser un detonante que nos invite a la concientización de que el deterioro ecológico a nivel global y en especial en México se ha agudizado de manera crítica en los últimos años.

Esto ha sido generado por el uso excesivo y desmesurado de los recursos naturales, así como la aplicación de químicos y productos nocivos para el medio ambiente como fertilizantes, la emisión de estiércol y metano a la atmósfera, el mal seguimiento de los desechos, es decir, basura que termina en nuestros ríos y mares, la caza de animales y la deforestación para la creación de nuevas zonas agrícolas y ganaderas entre otras cosas. Se han alterado los ciclos naturales del planeta. Todo esto hoy ya está repercutiendo de forma negativa en la salud de los ciudadanos.

No cabe duda de que la salud humana depende de la propia capacidad que tenga el hombre para emprender políticas públicas y acciones concretas que mejoren la relación entre las actividades humanas y los factores ambientales que lo rodean.

La diligencia en el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales son fundamentales para el bienestar del ser humano e incluso para el crecimiento económico. De acuerdo con los datos obtenidos del Banco Mundial “una tercera parte de las 100 ciudades más grandes del mundo obtiene el suministro de agua de áreas protegidas. Tres cuartas partes de los 115 principales cultivos alimentarios del mundo se basan en la polinización animal”[1]. Son cifras que muestran como el aprovechamiento de las nuevas tecnologías permiten el cuidado del medio ambiente y la buena utilización de los recursos naturales al servicio del hombre.

Los sucesos y alertas que nos manda la propia naturaleza, el cambio climático, tienen que obligarnos a generar un cambio de mentalidad, provocar una cultura de preservación y disciplina que ponga un alto a las acciones irresponsables del ser humano y salve la vida de todos. No hay tiempo, tenemos que actuar.

Es el momento de que las empresas, los diseñadores e ingenieros industriales apuesten a la creación de nuevas tecnologías que influyan de manera positiva en procesos de cambio ambientalmente responsables.

Desde el gobierno se deben implementar políticas públicas que atiendan al medio ambiente, acciones que mejoren los hábitos de consumo de los ciudadanos, que regulen el uso y reciclaje de plásticos, que mejoren los medios de transporte, apuesten por energías renovables y sustentables, incrementen el cuidado de zonas naturales protegidas; todos ellos, pueden ser hábitos que desde las casas y escuelas eduquen en la generación de impactos sociales positivos y, a la vez, fomenten sinergias culturales de cambio que apuesten por el cuidado y valor del medio ambiente.

[1] Banco Mundial . (Octubre 2018). Medio Ambiente. 17 de mayo de 2019, de Banco Mundial Sitio web: https://www.bancomundial.org/es/topic/environment/overview

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