/ miércoles 29 de septiembre de 2021

“Nuestra Agenda Común”: la propuesta de futuro de la ONU

El pasado 19 de septiembre, Antonio Guterres, Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, presentó al mundo el documento denominado “Nuestra Agenda Común”. Se trata de un conjunto de recomendaciones de política pública que deberán ser adoptadas e implementadas de manera inmediata por los estados miembros para enfrentar los enormes desafíos que encara la humanidad.

“Nuestra Agenda Común —dijo Guterres— es, ante todo, una agenda de acción pensada para acelerar la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, que propone superar seis retos claves a nivel global en el corto plazo:

Primero, volver a apostar por la solidaridad mundial y hallar nuevas formas de trabajar codo a codo por el bien común, comenzando por articular un nuevo esfuerzo de cooperación en torno al objetivo de vacunar a todo el mundo contra el Covid, así como desplegar una acción colectiva sin precedentes contra la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.

Segundo, renovar el contrato social entre los Gobiernos y la población, y dentro de cada sociedad, para restaurar la confianza y abrazar una concepción amplia de los derechos humanos. Guterres hizo un llamado a actualizar los mecanismos de gobernanza para suministrar mejores bienes públicos y dar inicio a una era en que se universalicen la protección social, la cobertura sanitaria, la educación, la formación profesional, el trabajo decente y la vivienda, así como el acceso a Internet para 2030 como derecho humano fundamental.

Tercero, poner fin a la “infodemia” que asola nuestro mundo defendiendo un consenso común y empírico en torno a los hechos, la ciencia y el conocimiento. Guterres pidió que se elabore un código de conducta mundial que promueva la integridad en la información pública para que las decisiones presupuestarias y sobre políticas públicas estén fundamentadas en conocimientos especializados y datos científicos.

Cuarto, corregir la manera en que medimos la prosperidad económica y el progreso para tener un panorama del verdadero costo del crecimiento económico ya que la metodología actual para medir el Producto Interno Bruto (PIB) deja fuera gran parte del impacto real de la actividad económica en el medio ambiente y en la calidad de vida de las personas.

Quinto, pensar a largo plazo, a fin de hacer más por la juventud y las generaciones venideras y prepararnos mejor para los desafíos que tenemos por delante. Guterres propuso aprobar una Declaración sobre las Generaciones Futuras y crear el cargo de Enviado Especial de las Naciones Unidas, que estará encargado de velar por que las decisiones presupuestarias y políticas tengan en cuenta las repercusiones en las generaciones futuras.

Y sexto, tener un sistema multilateral más sólido, más interconectado e inclusivo, cuyo eje sean las Naciones Unidas. La apuesta de Guterres es revitalizar el multilateralismo, con el liderazgo de las Naciones Unidas. En el fondo, es un reconocimiento de que la estructura vigente ha sido superada y que será incapaz de enfrentar los desafíos globales que enfrentamos como humanidad.

Considero que la propuesta del Secretario General de la ONU es muy oportuna y que pone sobre la mesa los principales retos que tenemos como humanidad. En particular, el de construir una alternativa global de futuro a partir de una nueva racionalidad que priorice la cooperación, la solidaridad y la fraternidad. Porque de ello dependerá la posibilidad de coordinar acciones colectivas para tratar de evitar un escenario apocalíptico que, admitámoslo, ya comienza a perfilarse en el horizonte.

El pasado 19 de septiembre, Antonio Guterres, Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, presentó al mundo el documento denominado “Nuestra Agenda Común”. Se trata de un conjunto de recomendaciones de política pública que deberán ser adoptadas e implementadas de manera inmediata por los estados miembros para enfrentar los enormes desafíos que encara la humanidad.

“Nuestra Agenda Común —dijo Guterres— es, ante todo, una agenda de acción pensada para acelerar la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, que propone superar seis retos claves a nivel global en el corto plazo:

Primero, volver a apostar por la solidaridad mundial y hallar nuevas formas de trabajar codo a codo por el bien común, comenzando por articular un nuevo esfuerzo de cooperación en torno al objetivo de vacunar a todo el mundo contra el Covid, así como desplegar una acción colectiva sin precedentes contra la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.

Segundo, renovar el contrato social entre los Gobiernos y la población, y dentro de cada sociedad, para restaurar la confianza y abrazar una concepción amplia de los derechos humanos. Guterres hizo un llamado a actualizar los mecanismos de gobernanza para suministrar mejores bienes públicos y dar inicio a una era en que se universalicen la protección social, la cobertura sanitaria, la educación, la formación profesional, el trabajo decente y la vivienda, así como el acceso a Internet para 2030 como derecho humano fundamental.

Tercero, poner fin a la “infodemia” que asola nuestro mundo defendiendo un consenso común y empírico en torno a los hechos, la ciencia y el conocimiento. Guterres pidió que se elabore un código de conducta mundial que promueva la integridad en la información pública para que las decisiones presupuestarias y sobre políticas públicas estén fundamentadas en conocimientos especializados y datos científicos.

Cuarto, corregir la manera en que medimos la prosperidad económica y el progreso para tener un panorama del verdadero costo del crecimiento económico ya que la metodología actual para medir el Producto Interno Bruto (PIB) deja fuera gran parte del impacto real de la actividad económica en el medio ambiente y en la calidad de vida de las personas.

Quinto, pensar a largo plazo, a fin de hacer más por la juventud y las generaciones venideras y prepararnos mejor para los desafíos que tenemos por delante. Guterres propuso aprobar una Declaración sobre las Generaciones Futuras y crear el cargo de Enviado Especial de las Naciones Unidas, que estará encargado de velar por que las decisiones presupuestarias y políticas tengan en cuenta las repercusiones en las generaciones futuras.

Y sexto, tener un sistema multilateral más sólido, más interconectado e inclusivo, cuyo eje sean las Naciones Unidas. La apuesta de Guterres es revitalizar el multilateralismo, con el liderazgo de las Naciones Unidas. En el fondo, es un reconocimiento de que la estructura vigente ha sido superada y que será incapaz de enfrentar los desafíos globales que enfrentamos como humanidad.

Considero que la propuesta del Secretario General de la ONU es muy oportuna y que pone sobre la mesa los principales retos que tenemos como humanidad. En particular, el de construir una alternativa global de futuro a partir de una nueva racionalidad que priorice la cooperación, la solidaridad y la fraternidad. Porque de ello dependerá la posibilidad de coordinar acciones colectivas para tratar de evitar un escenario apocalíptico que, admitámoslo, ya comienza a perfilarse en el horizonte.