/ jueves 10 de marzo de 2022

¿Occidente también es culpable de la guerra en Ucrania?

Si China o Rusia quisieran establecer una alianza militar con Canadá o México, seguramente encontrarían una negativa radical por parte de Estados Unidos. Lo mismo está sucediendo respecto a Ucrania, lo cual nos debe hacer reflexionar que el actual conflicto puede ser el resultado, no solo de una decisión de Putin, sino de la presión de nuestro vecino del norte y sus aliados.


Cuando el Imperio de Japón atacó Pearl Harbor, el 7 de diciembre de 1941, hubo una gran indignación en EU, sin embargo, el bombardeo tuvo como origen, no solo la política expansionista de los orientales, sino también las duras restricciones que los propios norteamericanos habían impuesto, especialmente en el tamaño de la armada japonesa, lo cual era una clara violación a la soberanía del país del sol naciente.

También quiero mencionar que las imágenes que vemos son sumamente lamentables: personas desplazadas, muertos y destrucción, pero la pregunta es por qué hay tanta reacción por lo sucedido en Ucrania y no sucede lo mismo con los bombardeos a Palestina o los destrozos que han causado los aviones de la Otan a lo largo de décadas.

También debemos recordar que no tiene sentido que los mexicanos tomemos partido en ese conflicto bélico, no es un partido de futbol ni una elección, como lo he mencionado en anteriores publicaciones, en las guerras y en la historia no hay ética y a veces ni sentido.

Lo que sí es innegable es que México tendría que decantarse, de manera absoluta e ineluctable, a favor de las casusas de EU y sus aliados. Decía Octavio paz que nosotros somos un suburbio de Occidente, es decir, aunque no estamos desarrollados, pertenecemos a ese bloque.

Hoy tomaré parte de la opinión de John Mearsheimer, un politólogo de la Universidad de Chicago, quien nos refiere el avance de la Otan sobre algunos países que pertenecían al Pacto de Varsovia como Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania y Rumania, así como el golpe de estado hacia Viktor Yanukovich, ex presidente ucraniano pro ruso y elegido democráticamente.

Recordemos que después de la caída de la Unión Soviética, Occidente se lanzó sobre los países de Europa del este, como ya lo vimos en diversas alianzas que hizo la Otan, situación que indudablemente puede redundar en mejores condiciones económicas por las consecuencias comerciales de ello, pero que indudablemente afectan los intereses de Rusia y sus cuasi aliados como China.

Aunque hoy se habla mucho de cooperación internacional y una vocación mundial por la paz, sin embargo, no podemos olvidar las lecciones elementales de la “realpolitik”, término alemán que se utiliza para denominar el comportamiento de un estado que utiliza los medios a su alcance para alcanzar su poder, especialmente cuando se trata de potencias como es el caso de la Federación Rusa.

Evidentemente Putin ha demostrado un liderazgo innegable y una tendencia a aumentar el espacio vital de su nación, pero también podríamos mencionar que Occidente falló en su cálculo respecto a la reacción rusa al ver que su vecino de al lado se convirtiera en aliado militar de EU. Evidentemente se nota la diferencia de estatura política entre los jefes de estado, ya que hay mucha diferencia entre un ex comediante, como Volodimir Zelenski, mandatario ucraniano; y un experimentado ex agente de la KGB, que ha sido considerado el hombre más poderoso del mundo, como Vladimir Putin.

También no podemos olvidar que Rusia proporciona toda una serie de necesarios productos a Europa, como gas y petróleo, así que un veto o bloqueo comercial afectaría a los rusos y también a occidente.

Lo cierto es que lo que hoy es el Ejército Rojo puede reducir a cenizas a Ucrania y el Kremlin ya demostró que es inaceptable que esa república sea parte de la Otan, organización que evidentemente no participará de forma directa en el conflicto, ya que eso provocaría una guerra a gran escala y de dimensiones nucleares, lo cual causaría una catástrofe nuclear, ya que todos los participantes saldrían perdiendo.

En conclusión, si hablamos de ánimos expansionistas, occidente se lleva el primer lugar; sin quitarle responsabilidad a Rusia, parte de sus acciones son una simple respuesta ante la geopolítica realizada en su contra, así que solo esperemos que no haya más víctimas mortales y que pronto haya paz por el bien de todos. Hasta la próxima.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.


Si China o Rusia quisieran establecer una alianza militar con Canadá o México, seguramente encontrarían una negativa radical por parte de Estados Unidos. Lo mismo está sucediendo respecto a Ucrania, lo cual nos debe hacer reflexionar que el actual conflicto puede ser el resultado, no solo de una decisión de Putin, sino de la presión de nuestro vecino del norte y sus aliados.


Cuando el Imperio de Japón atacó Pearl Harbor, el 7 de diciembre de 1941, hubo una gran indignación en EU, sin embargo, el bombardeo tuvo como origen, no solo la política expansionista de los orientales, sino también las duras restricciones que los propios norteamericanos habían impuesto, especialmente en el tamaño de la armada japonesa, lo cual era una clara violación a la soberanía del país del sol naciente.

También quiero mencionar que las imágenes que vemos son sumamente lamentables: personas desplazadas, muertos y destrucción, pero la pregunta es por qué hay tanta reacción por lo sucedido en Ucrania y no sucede lo mismo con los bombardeos a Palestina o los destrozos que han causado los aviones de la Otan a lo largo de décadas.

También debemos recordar que no tiene sentido que los mexicanos tomemos partido en ese conflicto bélico, no es un partido de futbol ni una elección, como lo he mencionado en anteriores publicaciones, en las guerras y en la historia no hay ética y a veces ni sentido.

Lo que sí es innegable es que México tendría que decantarse, de manera absoluta e ineluctable, a favor de las casusas de EU y sus aliados. Decía Octavio paz que nosotros somos un suburbio de Occidente, es decir, aunque no estamos desarrollados, pertenecemos a ese bloque.

Hoy tomaré parte de la opinión de John Mearsheimer, un politólogo de la Universidad de Chicago, quien nos refiere el avance de la Otan sobre algunos países que pertenecían al Pacto de Varsovia como Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania y Rumania, así como el golpe de estado hacia Viktor Yanukovich, ex presidente ucraniano pro ruso y elegido democráticamente.

Recordemos que después de la caída de la Unión Soviética, Occidente se lanzó sobre los países de Europa del este, como ya lo vimos en diversas alianzas que hizo la Otan, situación que indudablemente puede redundar en mejores condiciones económicas por las consecuencias comerciales de ello, pero que indudablemente afectan los intereses de Rusia y sus cuasi aliados como China.

Aunque hoy se habla mucho de cooperación internacional y una vocación mundial por la paz, sin embargo, no podemos olvidar las lecciones elementales de la “realpolitik”, término alemán que se utiliza para denominar el comportamiento de un estado que utiliza los medios a su alcance para alcanzar su poder, especialmente cuando se trata de potencias como es el caso de la Federación Rusa.

Evidentemente Putin ha demostrado un liderazgo innegable y una tendencia a aumentar el espacio vital de su nación, pero también podríamos mencionar que Occidente falló en su cálculo respecto a la reacción rusa al ver que su vecino de al lado se convirtiera en aliado militar de EU. Evidentemente se nota la diferencia de estatura política entre los jefes de estado, ya que hay mucha diferencia entre un ex comediante, como Volodimir Zelenski, mandatario ucraniano; y un experimentado ex agente de la KGB, que ha sido considerado el hombre más poderoso del mundo, como Vladimir Putin.

También no podemos olvidar que Rusia proporciona toda una serie de necesarios productos a Europa, como gas y petróleo, así que un veto o bloqueo comercial afectaría a los rusos y también a occidente.

Lo cierto es que lo que hoy es el Ejército Rojo puede reducir a cenizas a Ucrania y el Kremlin ya demostró que es inaceptable que esa república sea parte de la Otan, organización que evidentemente no participará de forma directa en el conflicto, ya que eso provocaría una guerra a gran escala y de dimensiones nucleares, lo cual causaría una catástrofe nuclear, ya que todos los participantes saldrían perdiendo.

En conclusión, si hablamos de ánimos expansionistas, occidente se lleva el primer lugar; sin quitarle responsabilidad a Rusia, parte de sus acciones son una simple respuesta ante la geopolítica realizada en su contra, así que solo esperemos que no haya más víctimas mortales y que pronto haya paz por el bien de todos. Hasta la próxima.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.