/ lunes 14 de octubre de 2019

Ocho panistas para la alcaldía de Puebla

El virtual encumbramiento de Jesús Zaldívar Benavides como presidente del Comité Directivo Municipal del PAN en la ciudad de Puebla pondrá en la antesala de la candidatura a la alcaldía de la capital a por lo menos ocho militantes de ese partido político, quienes le brindaron su apoyo para enfrentar en la contienda interna a Eduardo Alcántara Montiel.

Eduardo Rivera Pérez puede ser el aspirante a presidente municipal de Puebla más aventajado en el PAN, pero no es el único blanquiazul que quiere competir por ese cargo de elección popular en 2021 ni tiene garantizado ningún pase automático para acceder a la postulación una vez que se cumplan los plazos constitucionales.

Rivera forma parte de un grupo de panistas que acordaron sumarse a Zaldívar a cambio de privilegiar la unidad del partido y participar en un proceso de selección de abanderado a presidente municipal democrático y transparente, del que emane el aspirante con mejor potencial de voto, es decir, el que tenga mayores probabilidades de vencer en las urnas a Morena y su candidato.

En ese acuerdo entraron, además de Eduardo Rivera: Ana Teresa Aranda Orozco, Humberto Aguilar Coronado, Jorge Aguilar Chedraui, Blanca Jiménez Castillo, Mario Riestra Piña, Roberto Grajales Espina y, con un poco menos de participación, Pablo Rodríguez Regordosa.

Para avanzar en el trato primero tiene que concretarse la llegada de Zaldívar a la dirigencia municipal, lo que podría ocurrir esta semana o la próxima, después de que los integrantes de la Comisión de Justicia del Comité Ejecutivo Nacional del partido ratifiquen el resultado de la asamblea que ganó en medio de acusaciones por parte de su oponente.

Luego vendrá un largo e intenso periodo de competencia interna, protagonizado por estos siete u ocho personajes, más los que se acumulen en el camino, para tratar de hacerse de esa preciada candidatura… pero hasta principios del 2021.

Antes no habrá candidato en el PAN.

Así que no se deje sorprender.

Siempre existirá la posibilidad de que algún suspirante desbocado abandone a los demás o pretenda ganarles la carrera “a escondidas”, en supuesto sigilo, lo que motivará a otros a hacer lo mismo.

De ser así, es muy viable que el panismo se fracture, mande un guerrero solitario a la lucha electoral y termine derrotado por el Movimiento Regeneración Nacional y el barbosismo, que ya para entonces tendrá el control de las estructuras políticas y electorales del estado.

Si el acuerdo se respeta, no surge otro personaje que supere a todos en intención de voto y el CEN no da un manotazo en la mesa para imponer a un recomendado, de este grupo saldrá el próximo candidato a la presidencia municipal de Puebla, el único que podrá hacerle frente, con posibilidades reales de triunfo, al abanderado del nuevo grupo en el poder.


***

Al interior de la Secretaría de Administración del gobierno del estado existe una lucha de fuerzas entre María Concepción Lugo Alarcón y Juan Pablo Cortés Córdova.

La secretaria y el subsecretario mantienen un forcejeo por la selección de los funcionarios de menor nivel que han sido nombrados en esa dependencia, en una disputa que hasta el momento ha ganado Cortés Córdova de principio a fin.

En esa secretaría se murmura que la situación ha sido tan incómoda para Lugo Alarcón que ella misma ha pensado en renunciarle a su jefe, el gobernador Luis Miguel Barbosa.

La eventual salida de la ex funcionaria federal significaría la segunda partida de un secretario en esa misma dependencia en dos meses, después de la renuncia de Salomón Kuri Contreras.

El movimiento, en caso de efectuarse, podría beneficiar a Cortés Córdova, quien antes del arranque de la actual administración se desempeñó como representante de Morena en diversos órganos electorales.


Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

El virtual encumbramiento de Jesús Zaldívar Benavides como presidente del Comité Directivo Municipal del PAN en la ciudad de Puebla pondrá en la antesala de la candidatura a la alcaldía de la capital a por lo menos ocho militantes de ese partido político, quienes le brindaron su apoyo para enfrentar en la contienda interna a Eduardo Alcántara Montiel.

Eduardo Rivera Pérez puede ser el aspirante a presidente municipal de Puebla más aventajado en el PAN, pero no es el único blanquiazul que quiere competir por ese cargo de elección popular en 2021 ni tiene garantizado ningún pase automático para acceder a la postulación una vez que se cumplan los plazos constitucionales.

Rivera forma parte de un grupo de panistas que acordaron sumarse a Zaldívar a cambio de privilegiar la unidad del partido y participar en un proceso de selección de abanderado a presidente municipal democrático y transparente, del que emane el aspirante con mejor potencial de voto, es decir, el que tenga mayores probabilidades de vencer en las urnas a Morena y su candidato.

En ese acuerdo entraron, además de Eduardo Rivera: Ana Teresa Aranda Orozco, Humberto Aguilar Coronado, Jorge Aguilar Chedraui, Blanca Jiménez Castillo, Mario Riestra Piña, Roberto Grajales Espina y, con un poco menos de participación, Pablo Rodríguez Regordosa.

Para avanzar en el trato primero tiene que concretarse la llegada de Zaldívar a la dirigencia municipal, lo que podría ocurrir esta semana o la próxima, después de que los integrantes de la Comisión de Justicia del Comité Ejecutivo Nacional del partido ratifiquen el resultado de la asamblea que ganó en medio de acusaciones por parte de su oponente.

Luego vendrá un largo e intenso periodo de competencia interna, protagonizado por estos siete u ocho personajes, más los que se acumulen en el camino, para tratar de hacerse de esa preciada candidatura… pero hasta principios del 2021.

Antes no habrá candidato en el PAN.

Así que no se deje sorprender.

Siempre existirá la posibilidad de que algún suspirante desbocado abandone a los demás o pretenda ganarles la carrera “a escondidas”, en supuesto sigilo, lo que motivará a otros a hacer lo mismo.

De ser así, es muy viable que el panismo se fracture, mande un guerrero solitario a la lucha electoral y termine derrotado por el Movimiento Regeneración Nacional y el barbosismo, que ya para entonces tendrá el control de las estructuras políticas y electorales del estado.

Si el acuerdo se respeta, no surge otro personaje que supere a todos en intención de voto y el CEN no da un manotazo en la mesa para imponer a un recomendado, de este grupo saldrá el próximo candidato a la presidencia municipal de Puebla, el único que podrá hacerle frente, con posibilidades reales de triunfo, al abanderado del nuevo grupo en el poder.


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Al interior de la Secretaría de Administración del gobierno del estado existe una lucha de fuerzas entre María Concepción Lugo Alarcón y Juan Pablo Cortés Córdova.

La secretaria y el subsecretario mantienen un forcejeo por la selección de los funcionarios de menor nivel que han sido nombrados en esa dependencia, en una disputa que hasta el momento ha ganado Cortés Córdova de principio a fin.

En esa secretaría se murmura que la situación ha sido tan incómoda para Lugo Alarcón que ella misma ha pensado en renunciarle a su jefe, el gobernador Luis Miguel Barbosa.

La eventual salida de la ex funcionaria federal significaría la segunda partida de un secretario en esa misma dependencia en dos meses, después de la renuncia de Salomón Kuri Contreras.

El movimiento, en caso de efectuarse, podría beneficiar a Cortés Córdova, quien antes del arranque de la actual administración se desempeñó como representante de Morena en diversos órganos electorales.


Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx