/ jueves 31 de marzo de 2022

Octavio Paz y la interpretación de la historia

Creo que una de las cosas más difíciles de hacer actualmente es darle una interpretación a los hechos pasados, situación que limita igualmente entender lo que sucede ahora y que formará parte de los grandes relatos de la humanidad, es por eso que debemos atender las opiniones de alguien tan grande como el Nobel de Literatura de 1990.


Un 31 de marzo de 1914 nació Octavio Paz Lozano, un escritor brillante que no solo destacó por sus ensayos y poemas, sino por su papel como intelectual respecto a aspectos importantes de la idiosincrasia y complejos de buena parte de los mexicanos.

En el natalicio de este coloso de las letras, vale la pena mencionar algunas de sus ideas respecto a dos hechos actuales, tanto nacionales como internacionales: la idealización del pueblo mexica y la guerra en Ucrania.

En cuanto a lo primero, hemos visto una exaltación de esa cultura prehispánica, es más, el discurso oficial del pasado 13 de agosto se orientó a idealizar a los aztecas como una civilización sin corrupción y que representó una plenitud en cuanto a la convivencia, eso, teniendo como marco una representación del Templo Mayor, sin embargo, recordemos que en esa construcción corrieron ríos de sangre tlaxcalteca, huasteca y otomí, quienes fueron sujetos a la opresión de los mexicas, esta idea la tomo de Enrique Serna, quien señala que los aztecas fueron tan crueles y rapaces como los españoles, es entonces que aspirar a un nacionalismo nativo y anhelando ser como quienes sacrificaban doncellas en honor a Huitzilopoxtli, creo que es equivocado. En este sentido, Octavio Paz realiza un estudio muy interesante acerca de la mentalidad del mexicano, sus complejos en cuanto a la falta de identidad, ya que niega su génesis hispana y quiere reivindicar la parte indígena, grave error lógico, ya que la mexicanidad tiene mucho más de hispanidad que de prehispanidad.

En cuanto a Ucrania quiero mencionar un texto que personalmente me gusta mucho, escrito por Paz: El hombre, el inventor de artefactos, el creador de poemas y de leyes, es una criatura trágica e irrisoria: es un incesante creador de ruinas. Entonces ¿si las ruinas son el sentido de la historia? Si fuese así, ¿Qué sentido tendrían las ruinas? ¿Y quién podría contestar esa loca pregunta? ¿El Dios de la historia, la lógica que rige sus movimientos que es la razón de crímenes y heroísmos? Ese dios de muchos hombres y que nadie ha visto, no existe. Él es nosotros: es nuestra hechura. La historia es lo que nosotros hacemos. Nosotros: los vivos y los muertos.

Estas líneas nos describen la constante bélica de la humanidad y de la destrucción que esto implica, situaciones que se pueden tomar como algo bueno o malo dependiendo del bando por el que se luche, así como sucede hoy en el mundo, donde Occidente da una interpretación de héroes a los ucranianos, mientras que los rusos consideran que están realizando un acto de defensa de su espacio vital.

Como lo he mencionado en anteriores colaboraciones, en esta guerra no hay ética y es absurdo tomar bando, aunque por una razón obvia tenemos que estar del lado de Estados Unidos, recordando la frase del autor del Laberinto de la soledad, quien señalaba que México es un suburbio de Occidente, es decir, aunque no tenemos los niveles del primer mundo, sí somos parte del bloque.

Como conclusión, reafirmo lo dicho al inicio de esta editorial, es muy complejo saber interpretar la historia y solo podemos hacer una aproximación lo más cercana posible, esto mediante el conocimiento previo de los hechos y de la teoría de la historia, no mediante versiones falazmente idealizadas de algún personaje o hecho, lo cual nos lleva a creer exageradamente en héroes que deben tener villanos para legitimarse, situación que sucede mucho en nuestro país y que es fomentada para fines políticos, incentivando la división y la discordia de un país que tradicionalmente ha estado desunido, pero que hoy se muestra más lleno un rencor que no nos permite tener un proyecto de nación y nos sume en un subdesarrollo que luce como permanente. Hasta la próxima.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.


Creo que una de las cosas más difíciles de hacer actualmente es darle una interpretación a los hechos pasados, situación que limita igualmente entender lo que sucede ahora y que formará parte de los grandes relatos de la humanidad, es por eso que debemos atender las opiniones de alguien tan grande como el Nobel de Literatura de 1990.


Un 31 de marzo de 1914 nació Octavio Paz Lozano, un escritor brillante que no solo destacó por sus ensayos y poemas, sino por su papel como intelectual respecto a aspectos importantes de la idiosincrasia y complejos de buena parte de los mexicanos.

En el natalicio de este coloso de las letras, vale la pena mencionar algunas de sus ideas respecto a dos hechos actuales, tanto nacionales como internacionales: la idealización del pueblo mexica y la guerra en Ucrania.

En cuanto a lo primero, hemos visto una exaltación de esa cultura prehispánica, es más, el discurso oficial del pasado 13 de agosto se orientó a idealizar a los aztecas como una civilización sin corrupción y que representó una plenitud en cuanto a la convivencia, eso, teniendo como marco una representación del Templo Mayor, sin embargo, recordemos que en esa construcción corrieron ríos de sangre tlaxcalteca, huasteca y otomí, quienes fueron sujetos a la opresión de los mexicas, esta idea la tomo de Enrique Serna, quien señala que los aztecas fueron tan crueles y rapaces como los españoles, es entonces que aspirar a un nacionalismo nativo y anhelando ser como quienes sacrificaban doncellas en honor a Huitzilopoxtli, creo que es equivocado. En este sentido, Octavio Paz realiza un estudio muy interesante acerca de la mentalidad del mexicano, sus complejos en cuanto a la falta de identidad, ya que niega su génesis hispana y quiere reivindicar la parte indígena, grave error lógico, ya que la mexicanidad tiene mucho más de hispanidad que de prehispanidad.

En cuanto a Ucrania quiero mencionar un texto que personalmente me gusta mucho, escrito por Paz: El hombre, el inventor de artefactos, el creador de poemas y de leyes, es una criatura trágica e irrisoria: es un incesante creador de ruinas. Entonces ¿si las ruinas son el sentido de la historia? Si fuese así, ¿Qué sentido tendrían las ruinas? ¿Y quién podría contestar esa loca pregunta? ¿El Dios de la historia, la lógica que rige sus movimientos que es la razón de crímenes y heroísmos? Ese dios de muchos hombres y que nadie ha visto, no existe. Él es nosotros: es nuestra hechura. La historia es lo que nosotros hacemos. Nosotros: los vivos y los muertos.

Estas líneas nos describen la constante bélica de la humanidad y de la destrucción que esto implica, situaciones que se pueden tomar como algo bueno o malo dependiendo del bando por el que se luche, así como sucede hoy en el mundo, donde Occidente da una interpretación de héroes a los ucranianos, mientras que los rusos consideran que están realizando un acto de defensa de su espacio vital.

Como lo he mencionado en anteriores colaboraciones, en esta guerra no hay ética y es absurdo tomar bando, aunque por una razón obvia tenemos que estar del lado de Estados Unidos, recordando la frase del autor del Laberinto de la soledad, quien señalaba que México es un suburbio de Occidente, es decir, aunque no tenemos los niveles del primer mundo, sí somos parte del bloque.

Como conclusión, reafirmo lo dicho al inicio de esta editorial, es muy complejo saber interpretar la historia y solo podemos hacer una aproximación lo más cercana posible, esto mediante el conocimiento previo de los hechos y de la teoría de la historia, no mediante versiones falazmente idealizadas de algún personaje o hecho, lo cual nos lleva a creer exageradamente en héroes que deben tener villanos para legitimarse, situación que sucede mucho en nuestro país y que es fomentada para fines políticos, incentivando la división y la discordia de un país que tradicionalmente ha estado desunido, pero que hoy se muestra más lleno un rencor que no nos permite tener un proyecto de nación y nos sume en un subdesarrollo que luce como permanente. Hasta la próxima.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.