/ viernes 4 de enero de 2019

Otra Batalla por Puebla

Si la batalla por Puebla de 2018 fue intensa, difícil y casi épica, la que nos espera para 2019 lo será aún más con el agravante de que la fuerza hegemónica de los últimos ocho años en el estado -el morenovallismo- no tiene líder ni el poder como un elemento que cohesione a sus integrantes.

En política, lo primero es lo primero y lo que toca ahora al Congreso Local es resolver la designación del gobernador interino, que lo será por poco más de un semestre.

No habían pasado 24 horas del accidente y el deceso de la gobernadora Martha Erika Alonso y de su esposo, el senador Rafael Moreno Valle, cuando la dirigencia nacional del PAN empezó a manejar nombres para el interinato, al considerar, según su presidente, Marko Cortés, como una cortesía, que al morir la mandataria panista corresponde a su partido esa posición.

En un principio la terna que Cortés propuso a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero la integraban: Luis Banck Serrato, Jesús Rodríguez Almeida actualmente encargado de despacho, y Maximiliano Cortázar.

Hasta ayer solo habían cambiado el nombre de este último por el de Diódoro Carrasco. sin que se ofrecieran detalles de la sustitución, aunque cabe que algunos de ellos no son ciudadanos poblanos porque no cumplen con los requisitos establecidos en la Constitución Local.

Con la última reforma al artículo 18 del Código Civil del Estado de Puebla, en septiembre del año pasado, se indican las condiciones para ser ciudadano:

“Son poblanos por nacimiento y por residencia, ejerciendo los mismos derechos y cumpliendo las mismas obligaciones en los términos que señale la presente Constitución y las leyes de la materia.

“Los requisitos son: los nacidos en territorio del Estado; los mexicanos hijos de padre o madre poblana, nacidos fuera del territorio del Estado y mayores de edad; y los mexicanos mayores de edad nacidos fuera del territorio del Estado, hijos de padres no poblanos, con residencia continua y comprobable de cinco años dentro del mismo, previa certificación que realice el Ayuntamiento en el que residan”.

Rodríguez Almeida, Cortázar y Carrasco no cumplen “con residencia continua y comprobable de cinco años dentro del mismo (estado)”, porque sus encargos son recientes y sólo han trabajado para el gobierno del estado, los dos primeros en la gestión de los Moreno Valle Alonso y el tercero con el ex senador y con Tony Gali.

Lo interesante es que no será la oposición quien saque a relucir el hecho sino los propios panistas que no desean que los morenovallistas prevalezcan en esas posiciones y están buscando que personajes como Humberto Aguilar Coronado o Eduardo Rivera sean propuestos como interino o candidato al gobierno estatal.

Todo indica que en las siguientes semanas correrá “sangre azul” en una guerra fratricida donde no habrá tregua y llamado de unidad que valga.

Ayer por la noche, llegó a las redacciones un boletín que abona a ese escenario complejo de los panistas. Cuando los partidos Social de Integración, de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano, los tres ahora sabemos aliados a Moreno Valle, pero no a los morenovallistas, proponen:

“…hemos propuesto al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y a la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, una mesa de diálogo para que se designe a un gobernador interino que sea imparcial, y así alcanzar un estado verdaderamente democrático, armónico y en paz”.

La ruptura con el panismo morenovallista de estos partidos está en marcha.

En el caso de quienes integran Juntos Haremos Historia, parecen haber llegado a acuerdo en el caso del interino y prevalece el criterio de que lleva mano como su candidato a gobernador, Luis Miguel Barbosa a pesar de las críticas internas y externas que generaron las declaraciones a su favor de Yeidckol Polevnsky,

Para interino manejan a tres legisladores, el federal Héctor Jiménez Meneses, y los locales Gabriel Biestro Medinilla y Héctor Alonso Granados. Fuentes aseguran que aún se pueden dar ajustes a esta propuesta.

Prevalece que Morena no aceptará ni votará por un panista para gobernador interino porque consideran que ellos no fueron corteses con la representante presidencial, Olga Sánchez Cordero, el 25 de diciembre en el Homenaje Póstumo y menos con Andrés Manuel López Obrador al promover el hashtag #amloasesino.

Por su parte, un grupo de priista han manifestado como su propuesta de conciliación al abogado Guillermo Pacheco Pulido por considerar que garantiza institucionalidad y buenas relaciones con los grupos políticos y sociales, lo que se requiere en este momento para organizar la nueva elección de gobernador constitucional y el estado no se incendie.

Las próximas horas serán de un intenso cabildeo local y nacionalmente.

El PAN más allá de su división interna, que tendrá que superar si quiere competir con posibilidades de ganar la nueva elección constitucional del 2 de junio, insistirá en que el gobernador interino debe ser de extracción panista e incluso va a condicionar sus votos para la Reforma Constitucional que creará la Guardia Nacional a recibir las llaves de Casa Puebla.

Morena y sus aliados han dicho en todos los tonos que sus 22 diputados no avalarán a un panista en el interinato y de ese consenso dependerá quien sea su candidato a gobernador y la fuerza con la que puedan competir por el gobierno en junio próximo.

Los priistas serios no esperan ganar la constitucional a pesar de su medio millón de votos de julio pasado, porque requieren dinero y una estructura que los ha empezado a abandonar, pero saben que el interinato es posible para convertirse en una fuerza bisagra en las relaciones de poder.

La competencia por Puebla va en serio y promete ser casa por casa y manzana por manzana, una verdadera Batalla Épica.


De las anécdotas que se cuentan

Arrancaba la primera campaña electoral de Rafael Moreno Valle.

Corría el año de 2003 y buscaba los votos del distrito federal con cabecera en Ciudad Serdán.

Su primer acto fue en Tecamachalco, una tarde de domingo.

En aquella ocasión, su padre confió en que lo suyo no era la política y los políticos y a pesar de eso, su vida estaba marcada por ellos.

Su padre y su hijo vivían apasionadamente el ejercicio de la actividad pública, la política, el poder.

Chacho, como le llaman afectuosamente su familia y sus amigos, ha perdido en un corto plazo a sus seres queridos.

Dos políticos, lo que él nunca pretendió ser.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

fcrisanto@radiooro.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto

Si la batalla por Puebla de 2018 fue intensa, difícil y casi épica, la que nos espera para 2019 lo será aún más con el agravante de que la fuerza hegemónica de los últimos ocho años en el estado -el morenovallismo- no tiene líder ni el poder como un elemento que cohesione a sus integrantes.

En política, lo primero es lo primero y lo que toca ahora al Congreso Local es resolver la designación del gobernador interino, que lo será por poco más de un semestre.

No habían pasado 24 horas del accidente y el deceso de la gobernadora Martha Erika Alonso y de su esposo, el senador Rafael Moreno Valle, cuando la dirigencia nacional del PAN empezó a manejar nombres para el interinato, al considerar, según su presidente, Marko Cortés, como una cortesía, que al morir la mandataria panista corresponde a su partido esa posición.

En un principio la terna que Cortés propuso a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero la integraban: Luis Banck Serrato, Jesús Rodríguez Almeida actualmente encargado de despacho, y Maximiliano Cortázar.

Hasta ayer solo habían cambiado el nombre de este último por el de Diódoro Carrasco. sin que se ofrecieran detalles de la sustitución, aunque cabe que algunos de ellos no son ciudadanos poblanos porque no cumplen con los requisitos establecidos en la Constitución Local.

Con la última reforma al artículo 18 del Código Civil del Estado de Puebla, en septiembre del año pasado, se indican las condiciones para ser ciudadano:

“Son poblanos por nacimiento y por residencia, ejerciendo los mismos derechos y cumpliendo las mismas obligaciones en los términos que señale la presente Constitución y las leyes de la materia.

“Los requisitos son: los nacidos en territorio del Estado; los mexicanos hijos de padre o madre poblana, nacidos fuera del territorio del Estado y mayores de edad; y los mexicanos mayores de edad nacidos fuera del territorio del Estado, hijos de padres no poblanos, con residencia continua y comprobable de cinco años dentro del mismo, previa certificación que realice el Ayuntamiento en el que residan”.

Rodríguez Almeida, Cortázar y Carrasco no cumplen “con residencia continua y comprobable de cinco años dentro del mismo (estado)”, porque sus encargos son recientes y sólo han trabajado para el gobierno del estado, los dos primeros en la gestión de los Moreno Valle Alonso y el tercero con el ex senador y con Tony Gali.

Lo interesante es que no será la oposición quien saque a relucir el hecho sino los propios panistas que no desean que los morenovallistas prevalezcan en esas posiciones y están buscando que personajes como Humberto Aguilar Coronado o Eduardo Rivera sean propuestos como interino o candidato al gobierno estatal.

Todo indica que en las siguientes semanas correrá “sangre azul” en una guerra fratricida donde no habrá tregua y llamado de unidad que valga.

Ayer por la noche, llegó a las redacciones un boletín que abona a ese escenario complejo de los panistas. Cuando los partidos Social de Integración, de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano, los tres ahora sabemos aliados a Moreno Valle, pero no a los morenovallistas, proponen:

“…hemos propuesto al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y a la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, una mesa de diálogo para que se designe a un gobernador interino que sea imparcial, y así alcanzar un estado verdaderamente democrático, armónico y en paz”.

La ruptura con el panismo morenovallista de estos partidos está en marcha.

En el caso de quienes integran Juntos Haremos Historia, parecen haber llegado a acuerdo en el caso del interino y prevalece el criterio de que lleva mano como su candidato a gobernador, Luis Miguel Barbosa a pesar de las críticas internas y externas que generaron las declaraciones a su favor de Yeidckol Polevnsky,

Para interino manejan a tres legisladores, el federal Héctor Jiménez Meneses, y los locales Gabriel Biestro Medinilla y Héctor Alonso Granados. Fuentes aseguran que aún se pueden dar ajustes a esta propuesta.

Prevalece que Morena no aceptará ni votará por un panista para gobernador interino porque consideran que ellos no fueron corteses con la representante presidencial, Olga Sánchez Cordero, el 25 de diciembre en el Homenaje Póstumo y menos con Andrés Manuel López Obrador al promover el hashtag #amloasesino.

Por su parte, un grupo de priista han manifestado como su propuesta de conciliación al abogado Guillermo Pacheco Pulido por considerar que garantiza institucionalidad y buenas relaciones con los grupos políticos y sociales, lo que se requiere en este momento para organizar la nueva elección de gobernador constitucional y el estado no se incendie.

Las próximas horas serán de un intenso cabildeo local y nacionalmente.

El PAN más allá de su división interna, que tendrá que superar si quiere competir con posibilidades de ganar la nueva elección constitucional del 2 de junio, insistirá en que el gobernador interino debe ser de extracción panista e incluso va a condicionar sus votos para la Reforma Constitucional que creará la Guardia Nacional a recibir las llaves de Casa Puebla.

Morena y sus aliados han dicho en todos los tonos que sus 22 diputados no avalarán a un panista en el interinato y de ese consenso dependerá quien sea su candidato a gobernador y la fuerza con la que puedan competir por el gobierno en junio próximo.

Los priistas serios no esperan ganar la constitucional a pesar de su medio millón de votos de julio pasado, porque requieren dinero y una estructura que los ha empezado a abandonar, pero saben que el interinato es posible para convertirse en una fuerza bisagra en las relaciones de poder.

La competencia por Puebla va en serio y promete ser casa por casa y manzana por manzana, una verdadera Batalla Épica.


De las anécdotas que se cuentan

Arrancaba la primera campaña electoral de Rafael Moreno Valle.

Corría el año de 2003 y buscaba los votos del distrito federal con cabecera en Ciudad Serdán.

Su primer acto fue en Tecamachalco, una tarde de domingo.

En aquella ocasión, su padre confió en que lo suyo no era la política y los políticos y a pesar de eso, su vida estaba marcada por ellos.

Su padre y su hijo vivían apasionadamente el ejercicio de la actividad pública, la política, el poder.

Chacho, como le llaman afectuosamente su familia y sus amigos, ha perdido en un corto plazo a sus seres queridos.

Dos políticos, lo que él nunca pretendió ser.

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