/ domingo 22 de abril de 2018

Palabras, acciones, caras y gestos

“El que practica el engaño no morará en mi casa; el que habla mentiras ni permanecerá en mi presencia.”

Salmos 101


A partir del 5 de julio de 2011, escribí una serie de cuatro artículos que llamé: “Principios para complementar la Democracia Electoral”. Sostuve que: “La Democracia Electoral debe estar ligada a la persona humana más allá que sólo reglas y procedimientos o la utilización de herramientas, soportes y organización vinculados a la escogencia de personas que representarán “al pueblo”… (No.29, 05-07-11).

En el No. 30, publicado el 12-07-11, establecí que: “…se supone que quien haya logrado vencer con más votos hará lo que la mayoría quiere o necesita. Con la “sorpresa”, de que no se logra -por lo regular- tal aspiración.” En efecto, porque una cosa es ser gobierno y otra ser oposición.

En el No.31 (19-07-11), dije que: “… mientras unos están convencidos del beneficio que ha logrado un partido para sus agremiados o un político para sus electores, otros están convencidos de lo contrario. Y, toman su decisión al momento de votar, no necesariamente antes, aunque en las encuestas hablen a favor de un candidato, que por lo regular hay equivocación porque los encuestados engañan, no las encuestas”.

Destaco de esta serie lo que dije en el No.32, el 26 de julio de 2011: “La gente si bien tiene temor de perder las cosas que ha logrado sabe asimismo que puede lograr algo mejor y es precisamente eso lo que quiere, mejores cosas de las que tienen por muy poco que sea. Sin embargo, le hace ruido arriesgar sin sentido sus logros porque no tiene claridad de su futuro inmediato porque no deja de pensar en él.” En este sentido, una vez más insisto en que no hay nada claro para ningún candidato.

Más aún, cuando nos topamos repentinamente con eventos inesperados que flanquean las esperanzas -no de los electores- sino de los políticos de oposición que aspiran al poder. Eventos como la aprobación del “Bronco” como candidato (quien no se ve con posibilidades reales), pero si va a cumplir un papel neutralizador importante, que podría ver con el lenguaje coloquial. Él, Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, buscará acercarse empáticamente al pueblo, golpeando a AMLO de manera singular. Si no me equivoco, será su papel relevante.

En una visión “oportuna” saltan las declaraciones de Carlos Slim, como: "En mi vida he visto un proyecto que pueda tener tanto impacto económico en un área como lo es el nuevo aeropuerto. Es un gran detonador, sólo lo puedo comparar con el Canal de Panamá". En clara alusión contra AMLO que ha dicho -de manera reiterada, que él va a revocar los contratos para parar la construcción del NAIM.

Al parecer, pues, padrino y ahijado se pelearon. Esto ubica en una dinámica inesperada una de las fortalezas que hasta ahora manejaba Andrés Manuel López Obrador, que era que el magnate lo apoyaba. Eso dijo en una entrevista hace nueve meses ofrecida a René Delgado para Reforma. Lo cual indica que algo muy fuerte hubo, como poner en riesgo el capital del ingeniero.

Así las cosas, hay preocupación doble. Un 50% de la población si gana AMLO, y en Casa de Campaña de AMLO, por la pérdida sostenida que está ocasionándose por sus declaraciones olímpicas, que entre otras cosas ha dicho: “Yo tengo dos caminos después del 1 de julio: Palacio Nacional o Palenque, Chiapas. Si hay fraude entonces sí se soltará un tigre y no voy a detenerlo. Deseo con toda mi alma que las elecciones sean libres y limpias y que sea el pueblo el que decida quién será el próximo Presidente.” ¿Qué se debe entender? ¿Qué es él o es él, sino qué?

Esto aunado al discurso propagandístico de Meade (sobre la nueva versión de la campaña de miedo, ya no por el PAN sino por el PRI contra AMLO), confirma la teoría nuestra publicada en 2011. Vender el beneficio individual a partir del miedo.

Todo ello nos permite esperar -en el Primer Debate de los Candidatos- un golpeteo tipo “sandwich” con el fin de bajar hasta donde más se pueda a AMLO, que puede dar resultado, pero también lo pueden martirizar y en este rubro él es una víctima profesional.

PD. La reciente Ley que quita el Fuero a los diputados, senadores y presidente tiene una ruta.


*Consultor y Asesor en Comunicación Política y Organizacional

jdelrsf@gmail.com; twiter: @jdelrsf

“El que practica el engaño no morará en mi casa; el que habla mentiras ni permanecerá en mi presencia.”

Salmos 101


A partir del 5 de julio de 2011, escribí una serie de cuatro artículos que llamé: “Principios para complementar la Democracia Electoral”. Sostuve que: “La Democracia Electoral debe estar ligada a la persona humana más allá que sólo reglas y procedimientos o la utilización de herramientas, soportes y organización vinculados a la escogencia de personas que representarán “al pueblo”… (No.29, 05-07-11).

En el No. 30, publicado el 12-07-11, establecí que: “…se supone que quien haya logrado vencer con más votos hará lo que la mayoría quiere o necesita. Con la “sorpresa”, de que no se logra -por lo regular- tal aspiración.” En efecto, porque una cosa es ser gobierno y otra ser oposición.

En el No.31 (19-07-11), dije que: “… mientras unos están convencidos del beneficio que ha logrado un partido para sus agremiados o un político para sus electores, otros están convencidos de lo contrario. Y, toman su decisión al momento de votar, no necesariamente antes, aunque en las encuestas hablen a favor de un candidato, que por lo regular hay equivocación porque los encuestados engañan, no las encuestas”.

Destaco de esta serie lo que dije en el No.32, el 26 de julio de 2011: “La gente si bien tiene temor de perder las cosas que ha logrado sabe asimismo que puede lograr algo mejor y es precisamente eso lo que quiere, mejores cosas de las que tienen por muy poco que sea. Sin embargo, le hace ruido arriesgar sin sentido sus logros porque no tiene claridad de su futuro inmediato porque no deja de pensar en él.” En este sentido, una vez más insisto en que no hay nada claro para ningún candidato.

Más aún, cuando nos topamos repentinamente con eventos inesperados que flanquean las esperanzas -no de los electores- sino de los políticos de oposición que aspiran al poder. Eventos como la aprobación del “Bronco” como candidato (quien no se ve con posibilidades reales), pero si va a cumplir un papel neutralizador importante, que podría ver con el lenguaje coloquial. Él, Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, buscará acercarse empáticamente al pueblo, golpeando a AMLO de manera singular. Si no me equivoco, será su papel relevante.

En una visión “oportuna” saltan las declaraciones de Carlos Slim, como: "En mi vida he visto un proyecto que pueda tener tanto impacto económico en un área como lo es el nuevo aeropuerto. Es un gran detonador, sólo lo puedo comparar con el Canal de Panamá". En clara alusión contra AMLO que ha dicho -de manera reiterada, que él va a revocar los contratos para parar la construcción del NAIM.

Al parecer, pues, padrino y ahijado se pelearon. Esto ubica en una dinámica inesperada una de las fortalezas que hasta ahora manejaba Andrés Manuel López Obrador, que era que el magnate lo apoyaba. Eso dijo en una entrevista hace nueve meses ofrecida a René Delgado para Reforma. Lo cual indica que algo muy fuerte hubo, como poner en riesgo el capital del ingeniero.

Así las cosas, hay preocupación doble. Un 50% de la población si gana AMLO, y en Casa de Campaña de AMLO, por la pérdida sostenida que está ocasionándose por sus declaraciones olímpicas, que entre otras cosas ha dicho: “Yo tengo dos caminos después del 1 de julio: Palacio Nacional o Palenque, Chiapas. Si hay fraude entonces sí se soltará un tigre y no voy a detenerlo. Deseo con toda mi alma que las elecciones sean libres y limpias y que sea el pueblo el que decida quién será el próximo Presidente.” ¿Qué se debe entender? ¿Qué es él o es él, sino qué?

Esto aunado al discurso propagandístico de Meade (sobre la nueva versión de la campaña de miedo, ya no por el PAN sino por el PRI contra AMLO), confirma la teoría nuestra publicada en 2011. Vender el beneficio individual a partir del miedo.

Todo ello nos permite esperar -en el Primer Debate de los Candidatos- un golpeteo tipo “sandwich” con el fin de bajar hasta donde más se pueda a AMLO, que puede dar resultado, pero también lo pueden martirizar y en este rubro él es una víctima profesional.

PD. La reciente Ley que quita el Fuero a los diputados, senadores y presidente tiene una ruta.


*Consultor y Asesor en Comunicación Política y Organizacional

jdelrsf@gmail.com; twiter: @jdelrsf