/ jueves 5 de septiembre de 2019

PAN juega al despistado

Aunque la cúpula local del PAN está abierta a las candidaturas independientes rumbo a la elección intermedia del 2021, el objetivo primario está basado en elegir “lo hecho en casa”.

En el caso específico de la nominación a edil del municipio de Puebla, ya tiene nombre y apellido: Eduardo Rivera Pérez, quien perdió en 2018 con la ahora presidenta municipal emanada de Morena, Claudia Rivera Vivanco.

La fórmula de echar mano de cuadros independientes como fue con José Antonio Gali en 2013 y en 2016 cuando ganó la alcaldía y la gubernatura, respectivamente, quedó atrás porque Acción Nacional quiere supuestamente rescatar su esencia de “panismo puro”.

Así lo dejaron en claro el pasado lunes los morenovallistas Genoveva Huerta y Jesús Zaldívar, dirigente estatal y municipal, quienes consideraron que existen elementos importantes a tomar en cuenta en la definición de candidaturas.

La nueva postura es cerrar el paso a los independientes para pensar en lo que existe en casa. El nuevo pensamiento panista, tras desaparecer el morenovallismo, está basado en relanzar la doctrina blanquiazul donde cada uno de los espacios de elección popular y áreas operativas en los gobiernos bajo su mando, sean para quienes vengan de las filas azules.

Enrique Cárdenas Sánchez, ex candidato a gobernador en junio de 2019 y José Antonio Gali Fayad, no serán tomados en cuenta porque además existe un entorno en contra.

En el caso del primero, nunca se identificó ni hizo “clic” con el pensamiento panista en la reciente elección extraordinaria a gobernador. Menos ahora con el caso Audi donde involucra a Pablo Rodríguez, aún líder municipal del PAN, en las irregularidades en el proceso de adquisición de los terrenos donde está asentada actualmente la armadora alemana.

De ninguna se avalará nuevamente un perfil como el de Enrique Cárdenas.

Tampoco se puede mirar hacia la figura de José Antonio Gali Fayad.

El ex gobernador está más que vetado en el PAN por su “extraña” ausencia de sumar su apoyo al contendiente de la elección extraordinaria reciente.

Además, tiene “freno” desde el congreso local en cuanto a la revisión de sus cuentas públicas durante su paso en la mini gubernatura.

Los panistas puros lo ven con recelo.

Ningún otro personaje “externo” figura por el momento en el radar del PAN.

En el análisis de buscar un contendiente puro, aparecen nombres como Jorge Aguilar, Pablo Rodríguez y hasta Mario Riestra.

Sin embargo, ninguno tiene el respaldo y credenciales suficientes para enfrentar a Morena pese que esté actualmente debilitado por la falta de resultados del inexperto ayuntamiento a cargo de Claudia Rivera Vivanco.

Tampoco se puede pensar en personajes del pasado como Ana Teresa Aranda o Humberto Aguilar Coronado. Ambos están fuera del radar popular, sin llamar la atención del potencial electorado.

Entonces, los caminos guían a una persona y se llama Eduardo Rivera Pérez.

La columna de este autor del pasado 14 de mayo ya da cuenta de las intenciones de este personaje que busca por tercera ocasión ser candidato a la presidencia municipal de Puebla.

No es gratis sumar su apoyo y de los suyos a favor de Jesús Zaldívar como candidato a la dirigencia municipal de Acción Nacional, pese a figurar como su enemigo mientras estuvo del lado del morenovallismo.

Bien dice el dicho “mantén a tus amigos cerca, y a tus enemigos aún más cerca". Así lo entiende Eduardo Rivera con miras a consolidar su proyecto 2021.

Mientras tanto, el panismo jugará al despistado con declaraciones de sus líderes de valorar perfiles internos e independientes.

Comentarios:

anaconda138@hotmail.com

marcomironc@gmail.com

@Marcomironc

Aunque la cúpula local del PAN está abierta a las candidaturas independientes rumbo a la elección intermedia del 2021, el objetivo primario está basado en elegir “lo hecho en casa”.

En el caso específico de la nominación a edil del municipio de Puebla, ya tiene nombre y apellido: Eduardo Rivera Pérez, quien perdió en 2018 con la ahora presidenta municipal emanada de Morena, Claudia Rivera Vivanco.

La fórmula de echar mano de cuadros independientes como fue con José Antonio Gali en 2013 y en 2016 cuando ganó la alcaldía y la gubernatura, respectivamente, quedó atrás porque Acción Nacional quiere supuestamente rescatar su esencia de “panismo puro”.

Así lo dejaron en claro el pasado lunes los morenovallistas Genoveva Huerta y Jesús Zaldívar, dirigente estatal y municipal, quienes consideraron que existen elementos importantes a tomar en cuenta en la definición de candidaturas.

La nueva postura es cerrar el paso a los independientes para pensar en lo que existe en casa. El nuevo pensamiento panista, tras desaparecer el morenovallismo, está basado en relanzar la doctrina blanquiazul donde cada uno de los espacios de elección popular y áreas operativas en los gobiernos bajo su mando, sean para quienes vengan de las filas azules.

Enrique Cárdenas Sánchez, ex candidato a gobernador en junio de 2019 y José Antonio Gali Fayad, no serán tomados en cuenta porque además existe un entorno en contra.

En el caso del primero, nunca se identificó ni hizo “clic” con el pensamiento panista en la reciente elección extraordinaria a gobernador. Menos ahora con el caso Audi donde involucra a Pablo Rodríguez, aún líder municipal del PAN, en las irregularidades en el proceso de adquisición de los terrenos donde está asentada actualmente la armadora alemana.

De ninguna se avalará nuevamente un perfil como el de Enrique Cárdenas.

Tampoco se puede mirar hacia la figura de José Antonio Gali Fayad.

El ex gobernador está más que vetado en el PAN por su “extraña” ausencia de sumar su apoyo al contendiente de la elección extraordinaria reciente.

Además, tiene “freno” desde el congreso local en cuanto a la revisión de sus cuentas públicas durante su paso en la mini gubernatura.

Los panistas puros lo ven con recelo.

Ningún otro personaje “externo” figura por el momento en el radar del PAN.

En el análisis de buscar un contendiente puro, aparecen nombres como Jorge Aguilar, Pablo Rodríguez y hasta Mario Riestra.

Sin embargo, ninguno tiene el respaldo y credenciales suficientes para enfrentar a Morena pese que esté actualmente debilitado por la falta de resultados del inexperto ayuntamiento a cargo de Claudia Rivera Vivanco.

Tampoco se puede pensar en personajes del pasado como Ana Teresa Aranda o Humberto Aguilar Coronado. Ambos están fuera del radar popular, sin llamar la atención del potencial electorado.

Entonces, los caminos guían a una persona y se llama Eduardo Rivera Pérez.

La columna de este autor del pasado 14 de mayo ya da cuenta de las intenciones de este personaje que busca por tercera ocasión ser candidato a la presidencia municipal de Puebla.

No es gratis sumar su apoyo y de los suyos a favor de Jesús Zaldívar como candidato a la dirigencia municipal de Acción Nacional, pese a figurar como su enemigo mientras estuvo del lado del morenovallismo.

Bien dice el dicho “mantén a tus amigos cerca, y a tus enemigos aún más cerca". Así lo entiende Eduardo Rivera con miras a consolidar su proyecto 2021.

Mientras tanto, el panismo jugará al despistado con declaraciones de sus líderes de valorar perfiles internos e independientes.

Comentarios:

anaconda138@hotmail.com

marcomironc@gmail.com

@Marcomironc