/ jueves 31 de enero de 2019

Panistas tradicionales, sin interés en la gubernatura

Humberto Aguilar Coronado y Eduardo Rivera Pérez, ubicados dentro del panismo tradicional y cuyos nombres sonaban más fuerte para convertirse alguno en candidato a la gubernatura de Puebla, están casi desaparecidos.

El primero presumía de contar con el apoyo del Comité Ejecutivo Nacional del PAN; de plano ya no está interesado en buscar esa posición debido a las circunstancias de las últimas semanas, que derivaron en el nombramiento, desde el Congreso Local, de Guillermo Pacheco Pulido como gobernador interno.

Simplemente no quiere saber nada del proceso interno panista porque sabe que Morena tiene casi en la bolsa el triunfo de la elección extraordinaria.

Eduardo Rivera parece que se está haciendo del rogar.

Dicen que está sin responder a las llamadas telefónicas y mensajes de texto, salvo una ocasión para decir que anda “ocupado” en Querétaro y, tal vez, la semana siguiente regrese a Puebla y pueda hablar del tema.

Rivera estuvo en la mesa política que organizó en Puebla a mitad de enero el líder nacional de Acción Nacional, Marko Cortés. Su actitud, dicen, fue más inclinada a mantenerse al margen del próximo proceso extraordinario al permanecer cruzado de brazos y con gesto de enojo.

Después, Juan Carlos Mondragón y Rafael Micalco, respectivamente, salieron a apoyarlo.

Cuando el PAN perdió la gubernatura interina, tal parece que su actitud quedó reafirmada porque prácticamente anda desparecido, al igual que otros panistas del “ala tradicional” o “yunquistas”. Por ejemplo, el exsenador Ángel Alonso Díaz Caneja mejor decidió regresarse a vivir a España en lugar de involucrarse en el rescate de gobernar Puebla.

El expresidente municipal de la capital poblana era visto como uno de los candidatos más fuertes a postular en la elección de 2018, incluso compitió por la candidatura al gobierno con Martha Erika Alonso.

Como la encuesta interna no le fue favorable, lo mandaron a competir por la alcaldía y todos sabemos la historia: perdió estrepitosamente no ante Claudia Rivera, sino ante el fenómeno llamado Andrés Manuel López Obrador, que arrasó con casi todo.

Pero antes, había tenido una propuesta de Morena para sumarse a sus filas y no quiso debido a su ideología yunquista ultraconservadora.

Se le consideraba la manzana de la discordia, porque algunos cuentan que si el PAN y Rafael Moreno Valle le dieron la candidatura a la alcaldía, fue para evitar que Morena lo llevara como candidato al Gobierno y entonces sí perdieran.

Hoy Lalo Rivera ha perdido interés y duda de aceptar una posible nominación.

Con el Gobierno Federal, la gubernatura, las diputaciones y las alcaldías más importantes, Morena tiene prácticamente en la bolsa Casa Puebla.

Lo cierto es que el tiempo apremia y el PAN no tiene candidato para la gubernatura.

Humberto Aguilar Coronado está igual, sin dar espacio a pensar en ser el candidato del blanquiazul.

***

Emilio Morales Martínez, quien fungía hasta hace unos días como secretario particular de Juan Carlos Lastiri, excandidato perdedor del PRI al Senado de la República, ya despacha en Casa Aguayo como secretario particular de Fernando Manzanilla, titular de la Secretaría General de Gobierno estatal.

Dicho personaje estuvo en la campaña con Manzanilla cuando fue candidato a diputado federal por el PES, dejando de lado su cercanía con el priista Juan Carlos Lastiri, uno de los hombres de confianza de la exsecretaria de Desarrollo Social en el sexenio federal anterior, Rosario Robles, y señalado el priista como uno de los participantes del famoso esquema de desvío de recursos púbicos llamado “la estafa maestra”.

**

El diputado local Emilio Maurer condenó, a través de su cuenta de Twitter, la posible nominación de Alejandro Armenta Mier como candidato de Morena a gobernador.

"¡Ahí viene Marín!" formó parte del comentario publicado por el legislador para cuestionar las aspiraciones del senador y externar su fidelidad a Luis Miguel Barbosa.

A Maurer se le olvidó el amor que le profesaba al “gober precioso” en el sexenio marinista, pues fue beneficiado con la concesión para surtir de leche al DIF.

Comentarios:

anaconda138@hotmail.com

marcomironc@gmail.com

@Marcomironc

Humberto Aguilar Coronado y Eduardo Rivera Pérez, ubicados dentro del panismo tradicional y cuyos nombres sonaban más fuerte para convertirse alguno en candidato a la gubernatura de Puebla, están casi desaparecidos.

El primero presumía de contar con el apoyo del Comité Ejecutivo Nacional del PAN; de plano ya no está interesado en buscar esa posición debido a las circunstancias de las últimas semanas, que derivaron en el nombramiento, desde el Congreso Local, de Guillermo Pacheco Pulido como gobernador interno.

Simplemente no quiere saber nada del proceso interno panista porque sabe que Morena tiene casi en la bolsa el triunfo de la elección extraordinaria.

Eduardo Rivera parece que se está haciendo del rogar.

Dicen que está sin responder a las llamadas telefónicas y mensajes de texto, salvo una ocasión para decir que anda “ocupado” en Querétaro y, tal vez, la semana siguiente regrese a Puebla y pueda hablar del tema.

Rivera estuvo en la mesa política que organizó en Puebla a mitad de enero el líder nacional de Acción Nacional, Marko Cortés. Su actitud, dicen, fue más inclinada a mantenerse al margen del próximo proceso extraordinario al permanecer cruzado de brazos y con gesto de enojo.

Después, Juan Carlos Mondragón y Rafael Micalco, respectivamente, salieron a apoyarlo.

Cuando el PAN perdió la gubernatura interina, tal parece que su actitud quedó reafirmada porque prácticamente anda desparecido, al igual que otros panistas del “ala tradicional” o “yunquistas”. Por ejemplo, el exsenador Ángel Alonso Díaz Caneja mejor decidió regresarse a vivir a España en lugar de involucrarse en el rescate de gobernar Puebla.

El expresidente municipal de la capital poblana era visto como uno de los candidatos más fuertes a postular en la elección de 2018, incluso compitió por la candidatura al gobierno con Martha Erika Alonso.

Como la encuesta interna no le fue favorable, lo mandaron a competir por la alcaldía y todos sabemos la historia: perdió estrepitosamente no ante Claudia Rivera, sino ante el fenómeno llamado Andrés Manuel López Obrador, que arrasó con casi todo.

Pero antes, había tenido una propuesta de Morena para sumarse a sus filas y no quiso debido a su ideología yunquista ultraconservadora.

Se le consideraba la manzana de la discordia, porque algunos cuentan que si el PAN y Rafael Moreno Valle le dieron la candidatura a la alcaldía, fue para evitar que Morena lo llevara como candidato al Gobierno y entonces sí perdieran.

Hoy Lalo Rivera ha perdido interés y duda de aceptar una posible nominación.

Con el Gobierno Federal, la gubernatura, las diputaciones y las alcaldías más importantes, Morena tiene prácticamente en la bolsa Casa Puebla.

Lo cierto es que el tiempo apremia y el PAN no tiene candidato para la gubernatura.

Humberto Aguilar Coronado está igual, sin dar espacio a pensar en ser el candidato del blanquiazul.

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Emilio Morales Martínez, quien fungía hasta hace unos días como secretario particular de Juan Carlos Lastiri, excandidato perdedor del PRI al Senado de la República, ya despacha en Casa Aguayo como secretario particular de Fernando Manzanilla, titular de la Secretaría General de Gobierno estatal.

Dicho personaje estuvo en la campaña con Manzanilla cuando fue candidato a diputado federal por el PES, dejando de lado su cercanía con el priista Juan Carlos Lastiri, uno de los hombres de confianza de la exsecretaria de Desarrollo Social en el sexenio federal anterior, Rosario Robles, y señalado el priista como uno de los participantes del famoso esquema de desvío de recursos púbicos llamado “la estafa maestra”.

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El diputado local Emilio Maurer condenó, a través de su cuenta de Twitter, la posible nominación de Alejandro Armenta Mier como candidato de Morena a gobernador.

"¡Ahí viene Marín!" formó parte del comentario publicado por el legislador para cuestionar las aspiraciones del senador y externar su fidelidad a Luis Miguel Barbosa.

A Maurer se le olvidó el amor que le profesaba al “gober precioso” en el sexenio marinista, pues fue beneficiado con la concesión para surtir de leche al DIF.

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anaconda138@hotmail.com

marcomironc@gmail.com

@Marcomironc