/ viernes 18 de enero de 2019

Pavor por la inseguridad

La próxima semana el presidente Andrés Manuel López Obrador recorrerá municipios de Puebla e Hidalgo afectados por el robo de combustibles, regiones asoladas por los criminales que generan terror en las comunidades, donde los vecinos son amenazados y víctimas de robos, secuestros y extorsión.

Hay miedo ante la delincuencia.

De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, realizada por el Inegi hay ocho ciudades donde más de 90% de su población adulta se sintió insegura al cierre de 2018.

El grupo donde domina el miedo lo encabeza Reynosa, Tamaulipas, donde 96% de sus habitantes de 18 años y más considera que vivir ahí es inseguro. Le siguen Chilpancingo (Guerrero), con una tasa de 93.8%; Puebla (capital), Coatzacoalcos (Veracruz) y Ecatepec (Estado de México), con 93.4%; Villahermosa (Tabasco), con 92.3%; Tlalnepantla (Estado de México), 90.4%, y Fresnillo (Zacatecas), con 90.1%.

De acuerdo con el estudio, entre las zonas urbanas donde repuntó más la inseguridad en 2018 destaca la capital poblana, pues el porcentaje de la población que vive con temor a la delincuencia pasó de 72% al cierre de 2017 a 93.4% en diciembre de 2018, lo que significó un aumento de 21.4 puntos porcentuales.

Sin embargo, en términos generales la percepción de inseguridad pública a nivel nacional siguió disminuyendo al cierre de 2018.

En diciembre pasado, 73.7% de la población de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad es inseguro, el nivel más bajo desde marzo de 2017.

La percepción de inseguridad siguió siendo mayor en las mujeres, con 78%, mientras que en los hombres fue de 68.6%.

Las expectativas sobre las condiciones de seguridad a nivel nacional mejoraron de manera importante. El porcentaje de la población de 18 años o más que considera que la seguridad mejorará en los próximos 12 meses pasó de 17% en diciembre de 2017, a 41.4% al término de 2018, el nivel más alto del que se tiene registro.

En el país, en 35.8% de los hogares urbanos, al menos uno de sus miembros fue víctima de robo y/o extorsión.

El temor, que aumentó dramáticamente en la capital poblana, está sustentado con fenómenos como el huachicol que afecta un corredor que empieza en Esperanza y va a lo largo de la autopista, pasa por la capital poblana y llega hasta San Martín Texmelucan.

Con base en una información de Reforma, el Ejército mexicano tiene focalizado que el mayor número de tomas clandestinas para el robo de combustible se ubica en 40 municipios del país.

“Un reporte de la Sedena, entregado mediante transparencia, con fecha del 7 de enero, señala que, al cierre de 2018, los soldados dieron cuenta de 6 mil 333 piquetes a ductos de Pemex.

“El Ejército tiene focalizada la ordeña en 40 municipios de Tamaulipas, Guanajuato, Baja California, Sinaloa, Jalisco, Veracruz, Hidalgo, Edomex, Tlaxcala, Puebla, Morelos y Michoacán.

“El robo va en ascenso, sobre todo en municipios donde no teníamos esa afectación.

Los estados vecinos de Puebla han visto multiplicar los casos de tomas clandestinas, por ejemplo, Axapusco y Otumba, en el Estado de México, pasaron a ser focos rojos: en el primero el Ejército detectó dos tomas clandestinas en 2015 y 120 en 2018, y el segundo fue de tres tomas ilegales a 139 puntos de ordeña.

“En Hidalgo, Cuautepec se disparó a 233 tomas clandestinas en 2018, cuando en 2015 apenas el Ejército reportó tres piquetes a ductos, mientras que Tlajomulco, en Jalisco, pasó de 12 tomas clandestinas en 2015 a 157 en 2018.

“Morelos también brincó a los militares, en especial el municipio de Huitzilac, que pasó de una toma clandestina en 2015, cero en 2016 a 128 en 2017. El año pasado registró 83 debido a las operaciones militares, lo que llevó a los huachicoleros a voltear hacia Cuernavaca.

“De la noche a la mañana varios municipios de Puebla comenzaron a repuntar en la ordeña a ductos, como San Martín Texmelucan, que pasó de dos tomas clandestinas localizadas por soldados en 2015 a 228 en 2018”.

Hay casos como Tepeaca, Huixcolotla, Izúcar, Atlixco, Texmelucan y Tecamachalco donde en tan solo en lo que va de esta semana se pueden contabilizar 28 ejecuciones en sus calles, sin importar la hora del día.

El aumento dramático del miedo que es casi terror a ser víctimas de la delincuencia puede traer otros problemas sociales.

Urge actuar y que las autoridades de todos los niveles hagan bien su trabajo a riesgo de que en los hechos y la percepción ganen todo los criminales.

Los poblanos no nos lo merecemos.


De las anécdotas que se cuentan

Ahora que desesperadamente importantes morenovallistas intentan frenar las posibilidades de Guillermo Pacheco Pulido para que sea gobernador interino de Puebla usan una acusación en las redes de la periodista Lidya Cacho, quien, en su momento, diciembre de 2005, señaló como responsable de la violación a sus garantías y derechos constitucionales al gobernador Mario Marín por presionar al Poder Judicial para sancionarla.

Los audios de las pláticas del “gober precioso”, Marín Torres, y el empresario Kamel Nacif probaban la colusión contra la periodista para detenerla y usar la fuerza del Ejecutivo con ese objetivo.

Pacheco Pulido, presidente del Tribunal, estuvo ajeno en ese momento, en incluso fue víctima de Marín quien fue su secretario particular y como desquite por no apoyarlo en el caso Cacho lo jubiló como magistrado.

Lo que va a ser, será, afirma el clásico.

Es muy probable que el próximo lunes, cuando se cumplan cuatro semanas del fallecimiento de la gobernadora Martha Erika Alonso, el Congreso Local, en uso de sus facultades, designe al próximo gobernador interino.

Ahí sí, ni el juego sucio, ni las presiones, servirán.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

fcrisanto@radiooro.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto

La próxima semana el presidente Andrés Manuel López Obrador recorrerá municipios de Puebla e Hidalgo afectados por el robo de combustibles, regiones asoladas por los criminales que generan terror en las comunidades, donde los vecinos son amenazados y víctimas de robos, secuestros y extorsión.

Hay miedo ante la delincuencia.

De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, realizada por el Inegi hay ocho ciudades donde más de 90% de su población adulta se sintió insegura al cierre de 2018.

El grupo donde domina el miedo lo encabeza Reynosa, Tamaulipas, donde 96% de sus habitantes de 18 años y más considera que vivir ahí es inseguro. Le siguen Chilpancingo (Guerrero), con una tasa de 93.8%; Puebla (capital), Coatzacoalcos (Veracruz) y Ecatepec (Estado de México), con 93.4%; Villahermosa (Tabasco), con 92.3%; Tlalnepantla (Estado de México), 90.4%, y Fresnillo (Zacatecas), con 90.1%.

De acuerdo con el estudio, entre las zonas urbanas donde repuntó más la inseguridad en 2018 destaca la capital poblana, pues el porcentaje de la población que vive con temor a la delincuencia pasó de 72% al cierre de 2017 a 93.4% en diciembre de 2018, lo que significó un aumento de 21.4 puntos porcentuales.

Sin embargo, en términos generales la percepción de inseguridad pública a nivel nacional siguió disminuyendo al cierre de 2018.

En diciembre pasado, 73.7% de la población de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad es inseguro, el nivel más bajo desde marzo de 2017.

La percepción de inseguridad siguió siendo mayor en las mujeres, con 78%, mientras que en los hombres fue de 68.6%.

Las expectativas sobre las condiciones de seguridad a nivel nacional mejoraron de manera importante. El porcentaje de la población de 18 años o más que considera que la seguridad mejorará en los próximos 12 meses pasó de 17% en diciembre de 2017, a 41.4% al término de 2018, el nivel más alto del que se tiene registro.

En el país, en 35.8% de los hogares urbanos, al menos uno de sus miembros fue víctima de robo y/o extorsión.

El temor, que aumentó dramáticamente en la capital poblana, está sustentado con fenómenos como el huachicol que afecta un corredor que empieza en Esperanza y va a lo largo de la autopista, pasa por la capital poblana y llega hasta San Martín Texmelucan.

Con base en una información de Reforma, el Ejército mexicano tiene focalizado que el mayor número de tomas clandestinas para el robo de combustible se ubica en 40 municipios del país.

“Un reporte de la Sedena, entregado mediante transparencia, con fecha del 7 de enero, señala que, al cierre de 2018, los soldados dieron cuenta de 6 mil 333 piquetes a ductos de Pemex.

“El Ejército tiene focalizada la ordeña en 40 municipios de Tamaulipas, Guanajuato, Baja California, Sinaloa, Jalisco, Veracruz, Hidalgo, Edomex, Tlaxcala, Puebla, Morelos y Michoacán.

“El robo va en ascenso, sobre todo en municipios donde no teníamos esa afectación.

Los estados vecinos de Puebla han visto multiplicar los casos de tomas clandestinas, por ejemplo, Axapusco y Otumba, en el Estado de México, pasaron a ser focos rojos: en el primero el Ejército detectó dos tomas clandestinas en 2015 y 120 en 2018, y el segundo fue de tres tomas ilegales a 139 puntos de ordeña.

“En Hidalgo, Cuautepec se disparó a 233 tomas clandestinas en 2018, cuando en 2015 apenas el Ejército reportó tres piquetes a ductos, mientras que Tlajomulco, en Jalisco, pasó de 12 tomas clandestinas en 2015 a 157 en 2018.

“Morelos también brincó a los militares, en especial el municipio de Huitzilac, que pasó de una toma clandestina en 2015, cero en 2016 a 128 en 2017. El año pasado registró 83 debido a las operaciones militares, lo que llevó a los huachicoleros a voltear hacia Cuernavaca.

“De la noche a la mañana varios municipios de Puebla comenzaron a repuntar en la ordeña a ductos, como San Martín Texmelucan, que pasó de dos tomas clandestinas localizadas por soldados en 2015 a 228 en 2018”.

Hay casos como Tepeaca, Huixcolotla, Izúcar, Atlixco, Texmelucan y Tecamachalco donde en tan solo en lo que va de esta semana se pueden contabilizar 28 ejecuciones en sus calles, sin importar la hora del día.

El aumento dramático del miedo que es casi terror a ser víctimas de la delincuencia puede traer otros problemas sociales.

Urge actuar y que las autoridades de todos los niveles hagan bien su trabajo a riesgo de que en los hechos y la percepción ganen todo los criminales.

Los poblanos no nos lo merecemos.


De las anécdotas que se cuentan

Ahora que desesperadamente importantes morenovallistas intentan frenar las posibilidades de Guillermo Pacheco Pulido para que sea gobernador interino de Puebla usan una acusación en las redes de la periodista Lidya Cacho, quien, en su momento, diciembre de 2005, señaló como responsable de la violación a sus garantías y derechos constitucionales al gobernador Mario Marín por presionar al Poder Judicial para sancionarla.

Los audios de las pláticas del “gober precioso”, Marín Torres, y el empresario Kamel Nacif probaban la colusión contra la periodista para detenerla y usar la fuerza del Ejecutivo con ese objetivo.

Pacheco Pulido, presidente del Tribunal, estuvo ajeno en ese momento, en incluso fue víctima de Marín quien fue su secretario particular y como desquite por no apoyarlo en el caso Cacho lo jubiló como magistrado.

Lo que va a ser, será, afirma el clásico.

Es muy probable que el próximo lunes, cuando se cumplan cuatro semanas del fallecimiento de la gobernadora Martha Erika Alonso, el Congreso Local, en uso de sus facultades, designe al próximo gobernador interino.

Ahí sí, ni el juego sucio, ni las presiones, servirán.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

fcrisanto@radiooro.com.mx

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Facebook: Fernando Alberto Crisanto