/ martes 16 de abril de 2019

¡Por una campaña de reconciliación! #TODOSCONBARBOSA

“Cualquier poder, si no se basa en la unión, es débil”

Jean de La Fontaine


A mi amigo Héctor Ibarra Cadena, sinceramente.

El pasado 31 de marzo, el próximo Gobernador del Estado -estoy cierto de que así será- arrancó su campaña, hizo un llamado a la reconciliación y enfatizó que Puebla no quedará privada de una cuarta transformación que avanza a pasos agigantados. Luis Miguel no sólo posee capacidad, sino también la fuerza y legitimidad para ser quien lleve las riendas de este gran Estado.

“¡Reconciliación, paz y bienestar!”, ha sido el estandarte a lo largo de toda su campaña; junto con los valores democráticos que los poblanos merecemos: la reconciliación, la colaboración y el trabajo en aras del bienestar de Puebla es la misiva principal.

La vorágine y caos ocurridos en los últimos días, lejos de menguar y desvirtuar este gran proyecto, han permitido reforzar los cimientos de quienes estamos comprometidos por el bienestar y crecimiento de Puebla. Nuestro candidato no quiere balazos, epítetos ni descalificaciones ni campañas negras. Luis Miguel seguirá ofrendando abrazos de reconciliación, respeto, unión y fuerza.

Las razones y argumentos por las que Miguel Barbosa es nuestro candidato son sobradas y razonadas; las vicisitudes que deparan no tienen mejor cauce en cual desembocar que en la capacidad de un político de talla nacional junto con su equipo de trabajo.

No conforme, las palabras siempre van acompañadas con los hechos. Aún cuando el Tribunal de Justicia Electoral ha determinado que le asiste la razón, Luis Miguel Barbosa no duda en extender la invitación a sus detractores para integrarse a un cambio histórico, pues la generosidad y la honestidad son valores imprescindibles, y este proyecto no escatimará en dar lo mejor de sí y fraguar lo mejor para un Estado sediento de auxilio.

Eso sí; debe prevalecer el Estado de Derecho, el diálogo, el respeto irrestricto y todas las virtudes esenciales en nuestro Carta de Querétaro. Se abre una brecha; el camino que ha de recorrerse será largo y nuestra misión será titánica si decidimos asumirla. ¡Las grandes causas precisan, urgen, de grandes personas, y en definitiva, Puebla está sobrada de ellas!

El Comité Ejecutivo Nacional de MORENA ha dado debido cumplimiento en los términos de la sentencia dictada por el Tribunal Electoral de la Federación, por tanto, el Consejo Local del Instituto Nacional Electoral (en su sesión extraordinaria) aprobó la ratificación del registro de la candidatura a la gubernatura del Estado de Puebla de Luis Miguel Barbosa Huerta.

Por otra parte, no huelga recordar -y debo advertir- que los adversarios de Barbosa se han transfigurado en verdaderos guripas (entendido esto como delincuentes de la política). Sus burdas apetencias personales dan cuenta de una oprobiosa traición hacia el Presidente de la República, iniciando campaña para detentar este cargo a unos cuantos meses de haber tomado posesión en tan relevante puesto, el verdadero líder de MORENA (¿verdad, Senador Monreal?).

Las aviesas intenciones del zacatecano son más que claras al tratar -por todos los medios- de imponer candidatos a los gobiernos de los estados por venir, así como integrantes del Senado afines a su proyecto personal, en una grotesca y vulgar actitud que ofende a los mexicanos.

La presidencia del Movimiento de Regeneración Nacional es el punto de partida para iniciar un proyecto ambicioso y cutre del senador de Marras.

El coterráneo de Ramón López Velarde -guardando las abismales proporciones entre uno y otro- se ha convertido hoy en la antítesis del político que necesita México. Así, mientras el poeta de “Tierra Adentro” engrandecía con febriles adjetivaciones a nuestra “Suave Patria”, el torvo senador pregona en solitario un discurso facilista “Anti- México”.

Lo digo sin acritud, ¡pero lo digo!

“Cualquier poder, si no se basa en la unión, es débil”

Jean de La Fontaine


A mi amigo Héctor Ibarra Cadena, sinceramente.

El pasado 31 de marzo, el próximo Gobernador del Estado -estoy cierto de que así será- arrancó su campaña, hizo un llamado a la reconciliación y enfatizó que Puebla no quedará privada de una cuarta transformación que avanza a pasos agigantados. Luis Miguel no sólo posee capacidad, sino también la fuerza y legitimidad para ser quien lleve las riendas de este gran Estado.

“¡Reconciliación, paz y bienestar!”, ha sido el estandarte a lo largo de toda su campaña; junto con los valores democráticos que los poblanos merecemos: la reconciliación, la colaboración y el trabajo en aras del bienestar de Puebla es la misiva principal.

La vorágine y caos ocurridos en los últimos días, lejos de menguar y desvirtuar este gran proyecto, han permitido reforzar los cimientos de quienes estamos comprometidos por el bienestar y crecimiento de Puebla. Nuestro candidato no quiere balazos, epítetos ni descalificaciones ni campañas negras. Luis Miguel seguirá ofrendando abrazos de reconciliación, respeto, unión y fuerza.

Las razones y argumentos por las que Miguel Barbosa es nuestro candidato son sobradas y razonadas; las vicisitudes que deparan no tienen mejor cauce en cual desembocar que en la capacidad de un político de talla nacional junto con su equipo de trabajo.

No conforme, las palabras siempre van acompañadas con los hechos. Aún cuando el Tribunal de Justicia Electoral ha determinado que le asiste la razón, Luis Miguel Barbosa no duda en extender la invitación a sus detractores para integrarse a un cambio histórico, pues la generosidad y la honestidad son valores imprescindibles, y este proyecto no escatimará en dar lo mejor de sí y fraguar lo mejor para un Estado sediento de auxilio.

Eso sí; debe prevalecer el Estado de Derecho, el diálogo, el respeto irrestricto y todas las virtudes esenciales en nuestro Carta de Querétaro. Se abre una brecha; el camino que ha de recorrerse será largo y nuestra misión será titánica si decidimos asumirla. ¡Las grandes causas precisan, urgen, de grandes personas, y en definitiva, Puebla está sobrada de ellas!

El Comité Ejecutivo Nacional de MORENA ha dado debido cumplimiento en los términos de la sentencia dictada por el Tribunal Electoral de la Federación, por tanto, el Consejo Local del Instituto Nacional Electoral (en su sesión extraordinaria) aprobó la ratificación del registro de la candidatura a la gubernatura del Estado de Puebla de Luis Miguel Barbosa Huerta.

Por otra parte, no huelga recordar -y debo advertir- que los adversarios de Barbosa se han transfigurado en verdaderos guripas (entendido esto como delincuentes de la política). Sus burdas apetencias personales dan cuenta de una oprobiosa traición hacia el Presidente de la República, iniciando campaña para detentar este cargo a unos cuantos meses de haber tomado posesión en tan relevante puesto, el verdadero líder de MORENA (¿verdad, Senador Monreal?).

Las aviesas intenciones del zacatecano son más que claras al tratar -por todos los medios- de imponer candidatos a los gobiernos de los estados por venir, así como integrantes del Senado afines a su proyecto personal, en una grotesca y vulgar actitud que ofende a los mexicanos.

La presidencia del Movimiento de Regeneración Nacional es el punto de partida para iniciar un proyecto ambicioso y cutre del senador de Marras.

El coterráneo de Ramón López Velarde -guardando las abismales proporciones entre uno y otro- se ha convertido hoy en la antítesis del político que necesita México. Así, mientras el poeta de “Tierra Adentro” engrandecía con febriles adjetivaciones a nuestra “Suave Patria”, el torvo senador pregona en solitario un discurso facilista “Anti- México”.

Lo digo sin acritud, ¡pero lo digo!