La decisión que tomó el Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP) para otorgar un mes más a los diputados locales y presidentes municipales en el cargo, antes de buscar la reelección, podría generar condiciones de inequidad en el proceso de precampañas que deberá concluir a más tardar el próximo 16 de febrero.
Fue este lunes cuando los magistrados electorales decidieron, por unanimidad de votos, recortar de 120 a 90 días antes de la jornada electoral, el plazo para que los interesados en la reelección dejen el cargo y busquen repetir por otros tres años más.
El cambio parece simple, pero no lo es.
Con esta decisión, la solicitud de licencia en los ayuntamientos y el Congreso del Estado debería de darse a más tardar el 8 de marzo y no a principios de febrero.
El detalle está en que este nuevo calendario se cruza con el ya aprobado por el Instituto Electoral del Estado (IEE), que establece como periodo de precampañas del 7 al 16 de febrero.
En otras palabras, los alcaldes podrán competir dentro de su partido por una candidatura sin la obligación de renunciar al cargo, con los recursos públicos que acompañan al mismo.
Precampañas desde el poder.
Seguramente habrá más de un aspirante que busque impugnar esta decisión, por considerar que no habría un “piso parejo”.
A cada partido le impacta de manera diferente esta decisión.
En Morena porque gobierna los municipios más importantes del estado, incluida la capital del estado y la zona metropolitana.
¿Cuántas voluntades dentro del partido se podrían comprar desde el Ayuntamiento de Puebla?
La misma situación aplica en los 50 municipios poblanos que gobierna el partido del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
A reserva de la convocatoria que salga a finales de enero, la mayoría de las candidaturas en Morena se resolverían por encuesta, donde podría pesar más el aparato gubernamental para inclinar las preferencias.
El caso del PRIANRD parece diferente, si se define que sea la designación directa el método para elegir los candidatos.
Ahí el reto es convencer a los alcaldes que renuncien a su derecho de reelección si su partido no sale beneficiado en ese municipio y la candidatura se ceda a otro como parte de un convenio de coalición.
El PRI gobierna más de 80 municipios, más que Morena y más que el PAN.
Se calcula que al momento más de 40 alcaldes priistas piensan en la reelección de manera no oficial.
¿Cuántos de ellos cederán ese espacio a un candidato históricamente antagónico?
No se ve fácil la negociación y todavía hay que sumar que la reelección no se debe contraponer con el principio de paridad de género.
Vaya que el tema de la reelección será una pieza del rompecabezas difícil de acomodar.
Cascadas de denuncias y recursos se avecinan en el TEEP.
Hasta la próxima.
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