/ martes 23 de junio de 2020

Preparando el nuevo proyecto

El proyecto educativo de un país, de un sistema debe revelar y promover el sentido nuevo de la existencia de la escuela, transformando y capacitando a sus alumnos a pensar, querer y actuar, tomando como referencia explícita a todos los miembros de la comunidad escolar, padres de familia, maestros, directivos, personal de apoyo, personal administrativos, autoridades educativas y gubernamentales.

No existen suficientes datos fiables que correlacionen el éxito o el fracaso escolar. Los conceptos en educación como en cualquier campo social son dinámicos y están en continua evolución.

En el proceso de enseñanza - aprendizaje influyen multitud de factores de orden interno y externo, la validez de una propuesta innovadora depende en buena medida de su adecuación al contexto de la cultura propia y profesional de la escuela y de las nuevas condiciones en que aplicarán.

La educación no puede estar desvinculada de las nuevas necesidades e intereses que han cambiado la vida a los educandos; ha de ser pertinente a las nuevas condiciones, aspiraciones y servir al mantenimiento de la salud, y superación de la sociedad en general, es por ello, que en el sistema educativo del país, debe responder mediante la articulación de acciones de elevar la calidad de la educación y alcanzar la equidad en las oportunidades de acceso y permanencia en la escuela y en el rendimiento educativo.

El desarrollo de la tarea educadora vinculada a los cambios rápidos e imprevisibles que estamos viviendo del mundo hoy exige hacer frente a una serie de desafíos importantes entre los que destaca la transformación del sistema educativo actual, no sólo incrementando la cobertura de la expansión cuantitativa, sino también la calidad de sus resultados en relación a su pertinencia con respecto a los requerimientos del entorno social, económico y el grado de equidad que tiene.

En este contexto el país tiene hoy como propósito central, ofrecer a la población escolar una formación que contribuya al desarrollo de competencias amplias para mejorar la manera de vivir y convivir en una sociedad cada vez más compleja, esto exige instituciones que proporcionen a los niños y a los jóvenes otras oportunidades de aprendizaje que les permita adquirir los conocimientos, las actitudes y los valores que en específico incluyen aspectos cognitivos, los relacionados con lo afectivo, lo social, la naturaleza y la vida democrática.

Lograrlo supone una tarea compartida, transdisciplinar entre los campos del conocimiento que integran el currículo a lo largo de toda la educación básica y el mejoramiento en la actuación de los profesionales de la educación.

Actuación corresponsable de todos los maestros y miembros de cada comunidad educativa. En este marco, las características principales del sistema educativo marcan los ejes de la política del país, que en este rubro se traduce en diversificar y hacer la oferta educativa congruente con las nuevas necesidades actuales, para incidir favorablemente en el desarrollo integral de las personas, el cambio social, el crecimiento económico y la producción de conocimientos a través de la promoción de la ciencia, la cultura y el deporte, la atención a la juventud y la participación comprometida de todos los sectores.

Desde las escuelas urbanas y rurales del país se inicia una transformación, ahí se generan espacios que perfilan personas más libres, justas, solidarias, comprometidas y responsables porque la unidad básica del sistema educativo es la escuela.

El buen funcionamiento de ésta se basa en la disciplina y el trabajo en equipo que suma la experiencia de todos: maestros, directivos y supervisores.

La educación es factor estratégico de nuestro desarrollo, a través de una buena enseñanza, que es posible asumir en diversos modos de vida.

Los aspectos planteados ya están hoy marcados por el presente y hay que prepararse para el futuro de nuestra sociedad y del nuevo proyecto del sistema educativo.

La educación no consiste sólo, ni principalmente, en transmitir conocimientos, ni en memorizar éstos sino en favorecer la construcción de niños y jóvenes fuertes y saludables.

La escuela tiene como vocación educar para la vida y para el futuro dentro de entornos de innovación y calidad.

El proyecto educativo de un país, de un sistema debe revelar y promover el sentido nuevo de la existencia de la escuela, transformando y capacitando a sus alumnos a pensar, querer y actuar, tomando como referencia explícita a todos los miembros de la comunidad escolar, padres de familia, maestros, directivos, personal de apoyo, personal administrativos, autoridades educativas y gubernamentales.

No existen suficientes datos fiables que correlacionen el éxito o el fracaso escolar. Los conceptos en educación como en cualquier campo social son dinámicos y están en continua evolución.

En el proceso de enseñanza - aprendizaje influyen multitud de factores de orden interno y externo, la validez de una propuesta innovadora depende en buena medida de su adecuación al contexto de la cultura propia y profesional de la escuela y de las nuevas condiciones en que aplicarán.

La educación no puede estar desvinculada de las nuevas necesidades e intereses que han cambiado la vida a los educandos; ha de ser pertinente a las nuevas condiciones, aspiraciones y servir al mantenimiento de la salud, y superación de la sociedad en general, es por ello, que en el sistema educativo del país, debe responder mediante la articulación de acciones de elevar la calidad de la educación y alcanzar la equidad en las oportunidades de acceso y permanencia en la escuela y en el rendimiento educativo.

El desarrollo de la tarea educadora vinculada a los cambios rápidos e imprevisibles que estamos viviendo del mundo hoy exige hacer frente a una serie de desafíos importantes entre los que destaca la transformación del sistema educativo actual, no sólo incrementando la cobertura de la expansión cuantitativa, sino también la calidad de sus resultados en relación a su pertinencia con respecto a los requerimientos del entorno social, económico y el grado de equidad que tiene.

En este contexto el país tiene hoy como propósito central, ofrecer a la población escolar una formación que contribuya al desarrollo de competencias amplias para mejorar la manera de vivir y convivir en una sociedad cada vez más compleja, esto exige instituciones que proporcionen a los niños y a los jóvenes otras oportunidades de aprendizaje que les permita adquirir los conocimientos, las actitudes y los valores que en específico incluyen aspectos cognitivos, los relacionados con lo afectivo, lo social, la naturaleza y la vida democrática.

Lograrlo supone una tarea compartida, transdisciplinar entre los campos del conocimiento que integran el currículo a lo largo de toda la educación básica y el mejoramiento en la actuación de los profesionales de la educación.

Actuación corresponsable de todos los maestros y miembros de cada comunidad educativa. En este marco, las características principales del sistema educativo marcan los ejes de la política del país, que en este rubro se traduce en diversificar y hacer la oferta educativa congruente con las nuevas necesidades actuales, para incidir favorablemente en el desarrollo integral de las personas, el cambio social, el crecimiento económico y la producción de conocimientos a través de la promoción de la ciencia, la cultura y el deporte, la atención a la juventud y la participación comprometida de todos los sectores.

Desde las escuelas urbanas y rurales del país se inicia una transformación, ahí se generan espacios que perfilan personas más libres, justas, solidarias, comprometidas y responsables porque la unidad básica del sistema educativo es la escuela.

El buen funcionamiento de ésta se basa en la disciplina y el trabajo en equipo que suma la experiencia de todos: maestros, directivos y supervisores.

La educación es factor estratégico de nuestro desarrollo, a través de una buena enseñanza, que es posible asumir en diversos modos de vida.

Los aspectos planteados ya están hoy marcados por el presente y hay que prepararse para el futuro de nuestra sociedad y del nuevo proyecto del sistema educativo.

La educación no consiste sólo, ni principalmente, en transmitir conocimientos, ni en memorizar éstos sino en favorecer la construcción de niños y jóvenes fuertes y saludables.

La escuela tiene como vocación educar para la vida y para el futuro dentro de entornos de innovación y calidad.