/ sábado 18 de julio de 2020

Presidente habemos en el PRI. Se inicia nueva lucha por posiciones

El nombramiento del nuevo presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Néstor Camarillo Medina, se dio sin que se siguieran normas como; la elección interna, el registro etc., debido- se argumentó en el CEN del tricolor- a que “nos encontramos en una situación muy complicada y extraordinaria” y a que el tiempo pasa y urge iniciar el trabajo. Así, “Haiga sido como haiga sido” ya hay un líder estatal que trae la consigna de tener apertura con todos los grupos (que no son pocos por cierto), y trabajar con todo sin considerar si hay presiones, si alguien se enoja o simplemente si alguien se va. ¡Zas! Lo importante es salir adelante con triunfos durante la elección del 2021.

El panorama en el PRI cambió como consecuencia del coronavirus, motivo por el que además no fue posible seguir los cánones tradicionales para la designación (o imposición) de Néstor, que por cierto y pese a lo mucho que se habló de quienes se apuntaban o se borraban en la lista de aspirantes, ya era previsible desde hace algunos meses, su llegada a la presidencia estatal y quienes conocen internamente al tricolor lo sabían.

El presidente del PRI, Alejandro Moreno, (Alito), necesitaba para esta posición un rostro nuevo, joven, sin añejos compromisos, más allá de los que hubiera contraído con él, cuando hizo campaña por la presidencia nacional del tricolor. Y el que tenía puntos a favor era Néstor, y eso –reitero- se supo desde un principio. Ahora algunos liderazgos se asombran de esta “imposición”, pues –dicen- es un elemento sin mayor experiencia, pero ¿no fue ésta la simple repetición de la vieja práctica que siempre ha identificado al partido?, ¿Es que no se acuerdan, algunos de los que protestan, que ellos ya estuvieron en la misma situación, no una sino varias veces? Entonces ¿de qué se quejan?

Sin temor a equivocarme todos los que se apuntaron en la lista han sido beneficiados en algún momento con su “imposición”, producto de negociaciones internas de grupos, lo cual siempre han existido tanto en el PRI, como cualquier otro partido político. Por ello en estos momentos cruciales como los que atraviesa su partido, deberían unirse para sacarlo adelante, en beneficio propio y de la misma institución que tantos beneficios les ha dado durante muchos años, ¿o no?. Por muchas protestas que hagan, la situación ya no tiene reversa y ellos lo saben.

QUIEREN SU REBANADA DE PASTEL

Es inobjetable que quienes protestan saben que tienen dos caminos. El primero abandonar el barco con dignidad y oficialmente y no solo amagar, para después traicionarlo “trabajando en lo obscurito” por otro partido (MORENA), pero sin renunciar al PRI y así regresar a él cuando les convenga, argumentando que “nunca renunciaron”. O segundo, seguir presionando con sus discursos de protesta,(solo eso, discursos) para que al final tengan su “rebanada de pastel” y su nombre o la de sus hijos, aparezca en la lista de candidatos, ya sea a una alcaldía al interior del estado, del municipio de Puebla, o a alguna diputación federal o local. Ya se verá en los próximos días que decisión tomaron.

Así se abre un compás de espera entre los líderes de esos grupos o “corrientes”, para que con el paso del tiempo, , se calmen las aguas y obtengan beneficios previsibles con la famosa “operación cicatriz”, que trascendió, ya se ha iniciado y que durará no más de 10 días. De ella tendrán una cuota inmediata –algunos-, pues con las negociaciones internas habrá nombramientos para quienes formarán parte de lo que será el nuevo Comité directivo Estatal del PRI. Después en los meses próximos, vendrán las listas de candidaturas.

NÉSTOR Y SUS DESEOS

El principal reto del nuevo presidente es calmar a todos los grupos y lograr unidad, lo cual está difícil, pero no imposible. Ya se verá de qué está hecho, y a cuánto asciende el apoyo que tiene de Alito para lograr la renovación del PRI y su renacimiento. Dentro de sus proyectos según ha exteriorizado, está el inicio de una férrea defensa de los actuales presidentes municipales tricolores, que empiezan a ser atacados por los opositores. Asimismo constituir los comités en municipios donde éstos fueron cooptados por el PAN y después abandonados. También en los que se venció el término de los dirigentes y solo hay “encargados de despacho” con la figura de delegados con función de presidentes.

Especial atención recibirá el cambio del presidente comité municipal priiista de la ciudad de Puebla, en donde se anuncia que se acabarán las cúpulas. Su nuevo titular deberá dejar atrás los intereses personales, no buscar candidatura y hacer una “talacha verdadera” en los seccionales casi desaparecidos, en los barrios, colonias etc., además de demostrar lealtad y disciplina. ¿Encontrarán a un ejemplar así?. En fin, los cambios se harán en julio y agosto, pues para Septiembre se terminará el plazo. El trabajo a realizar es descomunal, para lograr que el PRI continúe siendo la tercera fuerza política (por lo menos), logrando algunos triunfos importantes. Y HASTA LA PRÓXIMA.

mariagarciasolis@hotmail.com

El nombramiento del nuevo presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Néstor Camarillo Medina, se dio sin que se siguieran normas como; la elección interna, el registro etc., debido- se argumentó en el CEN del tricolor- a que “nos encontramos en una situación muy complicada y extraordinaria” y a que el tiempo pasa y urge iniciar el trabajo. Así, “Haiga sido como haiga sido” ya hay un líder estatal que trae la consigna de tener apertura con todos los grupos (que no son pocos por cierto), y trabajar con todo sin considerar si hay presiones, si alguien se enoja o simplemente si alguien se va. ¡Zas! Lo importante es salir adelante con triunfos durante la elección del 2021.

El panorama en el PRI cambió como consecuencia del coronavirus, motivo por el que además no fue posible seguir los cánones tradicionales para la designación (o imposición) de Néstor, que por cierto y pese a lo mucho que se habló de quienes se apuntaban o se borraban en la lista de aspirantes, ya era previsible desde hace algunos meses, su llegada a la presidencia estatal y quienes conocen internamente al tricolor lo sabían.

El presidente del PRI, Alejandro Moreno, (Alito), necesitaba para esta posición un rostro nuevo, joven, sin añejos compromisos, más allá de los que hubiera contraído con él, cuando hizo campaña por la presidencia nacional del tricolor. Y el que tenía puntos a favor era Néstor, y eso –reitero- se supo desde un principio. Ahora algunos liderazgos se asombran de esta “imposición”, pues –dicen- es un elemento sin mayor experiencia, pero ¿no fue ésta la simple repetición de la vieja práctica que siempre ha identificado al partido?, ¿Es que no se acuerdan, algunos de los que protestan, que ellos ya estuvieron en la misma situación, no una sino varias veces? Entonces ¿de qué se quejan?

Sin temor a equivocarme todos los que se apuntaron en la lista han sido beneficiados en algún momento con su “imposición”, producto de negociaciones internas de grupos, lo cual siempre han existido tanto en el PRI, como cualquier otro partido político. Por ello en estos momentos cruciales como los que atraviesa su partido, deberían unirse para sacarlo adelante, en beneficio propio y de la misma institución que tantos beneficios les ha dado durante muchos años, ¿o no?. Por muchas protestas que hagan, la situación ya no tiene reversa y ellos lo saben.

QUIEREN SU REBANADA DE PASTEL

Es inobjetable que quienes protestan saben que tienen dos caminos. El primero abandonar el barco con dignidad y oficialmente y no solo amagar, para después traicionarlo “trabajando en lo obscurito” por otro partido (MORENA), pero sin renunciar al PRI y así regresar a él cuando les convenga, argumentando que “nunca renunciaron”. O segundo, seguir presionando con sus discursos de protesta,(solo eso, discursos) para que al final tengan su “rebanada de pastel” y su nombre o la de sus hijos, aparezca en la lista de candidatos, ya sea a una alcaldía al interior del estado, del municipio de Puebla, o a alguna diputación federal o local. Ya se verá en los próximos días que decisión tomaron.

Así se abre un compás de espera entre los líderes de esos grupos o “corrientes”, para que con el paso del tiempo, , se calmen las aguas y obtengan beneficios previsibles con la famosa “operación cicatriz”, que trascendió, ya se ha iniciado y que durará no más de 10 días. De ella tendrán una cuota inmediata –algunos-, pues con las negociaciones internas habrá nombramientos para quienes formarán parte de lo que será el nuevo Comité directivo Estatal del PRI. Después en los meses próximos, vendrán las listas de candidaturas.

NÉSTOR Y SUS DESEOS

El principal reto del nuevo presidente es calmar a todos los grupos y lograr unidad, lo cual está difícil, pero no imposible. Ya se verá de qué está hecho, y a cuánto asciende el apoyo que tiene de Alito para lograr la renovación del PRI y su renacimiento. Dentro de sus proyectos según ha exteriorizado, está el inicio de una férrea defensa de los actuales presidentes municipales tricolores, que empiezan a ser atacados por los opositores. Asimismo constituir los comités en municipios donde éstos fueron cooptados por el PAN y después abandonados. También en los que se venció el término de los dirigentes y solo hay “encargados de despacho” con la figura de delegados con función de presidentes.

Especial atención recibirá el cambio del presidente comité municipal priiista de la ciudad de Puebla, en donde se anuncia que se acabarán las cúpulas. Su nuevo titular deberá dejar atrás los intereses personales, no buscar candidatura y hacer una “talacha verdadera” en los seccionales casi desaparecidos, en los barrios, colonias etc., además de demostrar lealtad y disciplina. ¿Encontrarán a un ejemplar así?. En fin, los cambios se harán en julio y agosto, pues para Septiembre se terminará el plazo. El trabajo a realizar es descomunal, para lograr que el PRI continúe siendo la tercera fuerza política (por lo menos), logrando algunos triunfos importantes. Y HASTA LA PRÓXIMA.

mariagarciasolis@hotmail.com