Echar las campanas al vuelo por la eventual alianza que concretaron el PRI, PAN y PRD para competir juntos en 11 de 15 diputaciones federales de Puebla puede ser prematuro, pues todavía falta ver que Morena, desde el poder, permita que esta alianza se consolide a nivel local.
El hecho de que el gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, saliera públicamente a descalificarla y decir que Marko Cortés es el “presidentito más mediocre que ha tenido el PAN”, habla de que alguna fibra movió este primer acuerdo de la oposición.
Y muy probablemente no permitirá que los acuerdos entre ellos se concreten a nivel local.
¿Pero por dónde cortar esta eventual alianza?
¿Cuál sería el hilo más delgado?
Basta ver la reacción que tuvieron los dirigentes estatales del PRIANRD, después de que se anunció la alianza por las diputaciones federales, para tener una idea.
A través de la cuenta oficial del PAN Puebla y de su cuenta personal, la presidenta Genoveva Huerta Villegas, celebró la alianza, y al mismo tiempo, se asumió como el partido que encabeza la misma al recordar que estas coaliciones nacieron con el morenovaillismo como una fórmula exitosa.
“Convertimos a Puebla en referente nacional por sus coaliciones electorales exitosas y los grandes resultados que dieron los #BuenosGobiernos de @AccionNacional. Para regresarle a nuestro estado el desarrollo y prosperidad que merece, requerimos sumar a otras fuerzas políticas”.
Por parte del PRD, fue Carlos Martínez Amador, uno de los coordinadores estatales de ese partido, quien confirmó que la alianza del PRIANRD será una realidad en Puebla, además de ventilar los encuentros que ha tenido a nivel local con los dirigentes del PRI y Compromiso por Puebla.
No es de extrañarse, pues de los tres partidos, es el Sol Azteca el más necesitado de amarrar una coalición.
Pero el dirigente del PRI en Puebla, Néstor Camarillo Medina, ni una palabra, por lo menos hasta el cierre de esta edición.
En este mismo espacio, le comenté que el PRI poblano ha estado más cerca de Morena que del PAN en los últimos años como para lograr una alianza a nivel local.
La elección de un gobernador interino emanado del PRI en 2019 con un Congreso dominado por Morena, la falta de oposición priista desde el Congreso local y la suma de priistas a la campaña de Barbosa son algunas muestras de ello.
¿Qué tanto influirá Morena, desde el poder, en la decisión que tome el priismo poblano?
Habrá que esperar.
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Por aquí se anunció la alianza electoral y en los distritos ya empiezan a levantar la mano para ser tomados en cuenta en la repartición de candidaturas para llegar a San Lázaro.
Me cuentan que, en el PRI, por ejemplo, Delfina Pozos Vergara, quien fue candidata a diputada local en 2018, ya se mueve para buscar la candidatura a la diputación federal, después de que se enteró que su partido podría encabezar la coalición del PRIANRD en el distrito VIII de Ciudad Serdán.
No sería la única que lo haga, pues otros cuadros como el exalcalde de Serdán, Juan Navarro Rodríguez, podrían estar interesados si sus cuentas públicas se lo permiten.
Y esta historia, seguro ya se replica en otros distritos, en los tres partidos, por parte de aquellos que le tiran a una diputación federal para ver si les cae una local.
Hasta la próxima.
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