/ lunes 11 de mayo de 2020

Profundos desacuerdos entre gobierno, Banco de México y empresarios

Pese a que el Presidente Andrés Manuel López Obrador le ha negado en todos los foros y tonos a los organismos cúpula del sector empresarial que su gobierno no otorgará estímulos fiscales ni avalará fondos crediticios a las empresas que signifiquen el mayor endeudamiento de la nación, el Banco de México asumió políticas contrarias, liberó 750 mil millones de pesos de las reservas internacionales del país para proveer de liquidez al usurero , ganancioso, poderoso y monopólico sistema bancario privado, el cual hará los grandes negocios utilizando dinero público para salvar a las empresas de su conveniencia y predilección, sin ninguna garantía de que ese dinero volverá algún día a las arcas del pueblo.

BANXICO, institución autónoma del gobierno, arriesga recursos que no son del banco central para el salvamento de micro, pequeñas, medianas y grandes empresas nacionales y extranjeros que, en el caso de las grandes corporaciones, saquearon entre enero y marzo las reservas monetarias del país, llevándose más de 90 mil millones de dólares a invertirlos en fondos de la Reserva Federal de Estados Unidos, apostando a la devaluación del peso, a la obtención de archimillonarias ganancias cambiarias.

La historia se repite una y otra vez, los poderosos multimillonarios y los banqueros, los dueños del gran capital en México, los únicos beneficiarios en las crisis económicas del país. Estos poderosos empresarios, con empresas pobres, los que exigen al gobierno apoyos fiscales y créditos baratos de largo plazo para salvamento de sus factorías..

. El presidente López Obrador no pasó por alto este hecho, salió a principios de mayo a lanzar una dura advertencia a los vicegobernadores y al Gobernador del Banco de México: “ ese dinero no es de ese organismo ni del gobierno, sino de la nación”.

“Lo estoy planteando –recalcó- porque seguramente los del Banco de México están escuchando o les van a comentar que vamos a estar vigilando. Nada más imagínense que empiecen a rescatar a empresas quebradas y que suceda lo que pasó: con el Fobaproa: bancos quebrados, banqueros ricos. No, no se puede socializar pérdidas y privatizar ganancias”.

Y cuidado también con querer disfrazar esas medidas diciendo: ‘No hay problema, se van a pagar todos esos créditos’. ¿Cuál va a ser la garantía? Las reservas internacionales. No, no, las reservas no”. El mandatario no dejó de mostrar su contrariedad de que hayan dispuesto de las reservas del país, lo que el presidente ha estado evitando.

López Obrador fue más allá, pidió cautela al organismo para enfocar los créditos a las micro y pequeñas empresas, “no vaya a ser para rescatar grandes compañías que desde antes del coronavirus ya tenían problemas financieros; y si se manejan como en el neoliberalismo terminarán cargándose a la hacienda pública y se tienen que pagar con presupuesto público”.

Habría que debatir primero sobre a quién rescatar, en el caso de que se usara dinero del presupuesto o se contrataran créditos. ¿A las grandes corporaciones, los grandes bancos o rescatar al pueblo?, insistió el Ejecutivo federal y sostuvo que en estos salvamentos fiscales y financieros son los banqueros y los grandes empresarios los beneficiarios. Y la banca comercial que siempre ha discriminado y marginado del crédito a los micro y pequeños empresarios

Descalificó “estos esquemas de rescate similares al Fobaproa, que han costado 3 billones de pesos al país, y no volverán nunca jamás. Y se refirió al documento de un grupo de personalidades de las cúpulas empresariales) que “plantean el regreso a fórmulas anteriores, extrañan, añoran, tienen nostalgia por el neoliberalismo. Los entendemos y los respetamos, pero en México hubo un cambio, ya no es más de lo mismo lo que se aplica”.

Para el presidente “la cris será transitoria, porque el país se ha alejado de las recetas del neoliberalismo”.

En contraposición a estos criterios y pronósticos, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) ha venido exigiendo al presidente la implementación de una política de estímulos, de prórrogas fiscales y el aval del gobierno en la apertura de líneas de financiamiento nacionales o extranjeras para el salvamento de las micro, pequeñas, medianas y grandes empresas, y evitar la quiebra, el cierre de miles de factorías..

El presidente del CCE, Carlos Salazar Lomelin le ha advertido a López Obrador, que si el gobierno continúa cerrando la puerta al sector empresarial, como hasta ahora. será el responsable de que la crisis recesiva del país alcance 10% del PIB y se pierdan un millón de empleos.

El tabasqueño ha calificado las hostigosas y admonitorias expresiones del CCE de “mucha prepotencia”.

Que lamentable que prevalezcan estos profundos desacuerdos entre gobierno, Banco de México y el sector empresarial, en este momento de urgente unidad nacional ante los más fuertes embates de la pandemia del Covid 19 y del desastroso desplome de la economía nacional. Escuchanos diariamente de 13 a 14 horas en ABC Radio 1280 de AM.

Pese a que el Presidente Andrés Manuel López Obrador le ha negado en todos los foros y tonos a los organismos cúpula del sector empresarial que su gobierno no otorgará estímulos fiscales ni avalará fondos crediticios a las empresas que signifiquen el mayor endeudamiento de la nación, el Banco de México asumió políticas contrarias, liberó 750 mil millones de pesos de las reservas internacionales del país para proveer de liquidez al usurero , ganancioso, poderoso y monopólico sistema bancario privado, el cual hará los grandes negocios utilizando dinero público para salvar a las empresas de su conveniencia y predilección, sin ninguna garantía de que ese dinero volverá algún día a las arcas del pueblo.

BANXICO, institución autónoma del gobierno, arriesga recursos que no son del banco central para el salvamento de micro, pequeñas, medianas y grandes empresas nacionales y extranjeros que, en el caso de las grandes corporaciones, saquearon entre enero y marzo las reservas monetarias del país, llevándose más de 90 mil millones de dólares a invertirlos en fondos de la Reserva Federal de Estados Unidos, apostando a la devaluación del peso, a la obtención de archimillonarias ganancias cambiarias.

La historia se repite una y otra vez, los poderosos multimillonarios y los banqueros, los dueños del gran capital en México, los únicos beneficiarios en las crisis económicas del país. Estos poderosos empresarios, con empresas pobres, los que exigen al gobierno apoyos fiscales y créditos baratos de largo plazo para salvamento de sus factorías..

. El presidente López Obrador no pasó por alto este hecho, salió a principios de mayo a lanzar una dura advertencia a los vicegobernadores y al Gobernador del Banco de México: “ ese dinero no es de ese organismo ni del gobierno, sino de la nación”.

“Lo estoy planteando –recalcó- porque seguramente los del Banco de México están escuchando o les van a comentar que vamos a estar vigilando. Nada más imagínense que empiecen a rescatar a empresas quebradas y que suceda lo que pasó: con el Fobaproa: bancos quebrados, banqueros ricos. No, no se puede socializar pérdidas y privatizar ganancias”.

Y cuidado también con querer disfrazar esas medidas diciendo: ‘No hay problema, se van a pagar todos esos créditos’. ¿Cuál va a ser la garantía? Las reservas internacionales. No, no, las reservas no”. El mandatario no dejó de mostrar su contrariedad de que hayan dispuesto de las reservas del país, lo que el presidente ha estado evitando.

López Obrador fue más allá, pidió cautela al organismo para enfocar los créditos a las micro y pequeñas empresas, “no vaya a ser para rescatar grandes compañías que desde antes del coronavirus ya tenían problemas financieros; y si se manejan como en el neoliberalismo terminarán cargándose a la hacienda pública y se tienen que pagar con presupuesto público”.

Habría que debatir primero sobre a quién rescatar, en el caso de que se usara dinero del presupuesto o se contrataran créditos. ¿A las grandes corporaciones, los grandes bancos o rescatar al pueblo?, insistió el Ejecutivo federal y sostuvo que en estos salvamentos fiscales y financieros son los banqueros y los grandes empresarios los beneficiarios. Y la banca comercial que siempre ha discriminado y marginado del crédito a los micro y pequeños empresarios

Descalificó “estos esquemas de rescate similares al Fobaproa, que han costado 3 billones de pesos al país, y no volverán nunca jamás. Y se refirió al documento de un grupo de personalidades de las cúpulas empresariales) que “plantean el regreso a fórmulas anteriores, extrañan, añoran, tienen nostalgia por el neoliberalismo. Los entendemos y los respetamos, pero en México hubo un cambio, ya no es más de lo mismo lo que se aplica”.

Para el presidente “la cris será transitoria, porque el país se ha alejado de las recetas del neoliberalismo”.

En contraposición a estos criterios y pronósticos, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) ha venido exigiendo al presidente la implementación de una política de estímulos, de prórrogas fiscales y el aval del gobierno en la apertura de líneas de financiamiento nacionales o extranjeras para el salvamento de las micro, pequeñas, medianas y grandes empresas, y evitar la quiebra, el cierre de miles de factorías..

El presidente del CCE, Carlos Salazar Lomelin le ha advertido a López Obrador, que si el gobierno continúa cerrando la puerta al sector empresarial, como hasta ahora. será el responsable de que la crisis recesiva del país alcance 10% del PIB y se pierdan un millón de empleos.

El tabasqueño ha calificado las hostigosas y admonitorias expresiones del CCE de “mucha prepotencia”.

Que lamentable que prevalezcan estos profundos desacuerdos entre gobierno, Banco de México y el sector empresarial, en este momento de urgente unidad nacional ante los más fuertes embates de la pandemia del Covid 19 y del desastroso desplome de la economía nacional. Escuchanos diariamente de 13 a 14 horas en ABC Radio 1280 de AM.