/ lunes 12 de febrero de 2018

Puras falsas promesas de los candidatos en materia de aumento salarial

LOS MEXICANOS HAN LLEGADO en 2018, año de elecciones, al punto del descreimiento y la desesperación, la paciencia se les ha agotado, han esperado sexenio tras sexenio, y las políticas salariales oficiales vigentes mantienen congelados los salarios, no han hecho nada por elevar el nivel de vida de más de 80 millones de mexicanos que ganan un promedio de dos dólares diarios (los más pobres y en hambruna) y los que devengan entre cinco y 6 mil pesos mensuales, que no les alcanzan para surtir la diaria canasta básica para familias de 4 a 5 miembros.

LOS MISERABLES SALARIOS y el desempleo constituyen el mayor reto popular que enfrenan los candidatos de los diferentes partidos a la presidencia de la república en este proceso electoral. Vamos a ver si son capaces de comprar nuevamente, con unas cuantas monedas, el hambre de los votantes mexicanos el día de las elecciones por 6 años más, o si votan por sus propias reivindicaciones.

EL DESAFIO CENTRAL está en ver si cada mexicano que sufre diariamente los estragos de la hambruna y la insatisfacción de las necesidades más elementales es capaz de entregar, una vez más, su libertad y su sufragio a cambio de unos pesos o de unos obsequios con que pretenderán comprarlo los partidos, o si ocurre una auténtica rebelión popular por hacer valer su libre derecho a votar por el candidato que sinceramente busque el bienestar popular.

ESTO LO DECIMOS, porque con el aumento a los salarios mínimos de un 10 %, de 80. 04 pesos a 88 pesos y 36 centavos, la clase política y la clase empresarial nuevamente le volvieron a dar atole con el dedo a los trabajadores, se volvieron a burlar de su condición miserable, calificando el aumento como el de un gran esfuerzo en favor de la clase más deprimida del país.

ESE SALARIO MÍNIMO no alcanza a una familia para comprar leche, pan, tortillas, y quizás huevo y frijoles, menos aún carne de pollos o de res, y aún menos, pescado, por lo menos una vez a la semana, ya que sus precios son prohibitivos. Los precios de todos los alimentos no paran de subir, los salarios se han ido quedando rezagados. El salario mínimo es un salario de esclavitud, sólo para matar el hambre de los miserables.

EL PRESIDENTE ENRIQUE PEÑA, y el ahora exsecretario de Hacienda José Antonio Meade Kuribreña, entre toda la clase política, sin pena ni rubor alguno se ufanaron con este aumento, y lamentaron no haber podido darle más a la clase trabajadora. Seguramente por esa razón, José Antonio Meade promete montarse, como Felipe Calderón, en una campaña electoral que ofrecerá empleo y buenos salarios, para que una vez que esté en el poder siga con las mismas prácticas económicas que le dan todo a la clase poderosa, y nada a la clase oprimida.

LA POLÍTICA SALARIAL lo único que busca es evitar el caos social generalizado, no está contribuyendo a salvaguardar la paz y el bienestar social con tanta delincuencia desatada e incontrolable que asalta casas y en plena calle por pura necesidad; pero los patrones se sienten también muy generosos y agradecidos, no por lo que aprobaron al salario mínimo, sino con el gobierno que no es un verdadero representante de los intereses del pueblo, que no hace cumplir el Artículo 123 de darle a los trabajadores un salario suficiente y digno para vivir.

EN SUCIO Y DOLOSO contraste, los ministros de la Suprema Core ganan 450 mil pesos mensuales más regalías y gastos de representación; los senadores y diputados federales devengan salarios superiores a 200 mil pesos mensuales y elevadas regalías: y la alta casta burocrática, no sólo gana buenos salarios y obsequiosas compensaciones, sino se llena los bolsillos con el dinero que maneja del erario público, en un derroche de corrupción la clase política al frente de los poderes y del gobierno se harta de dinero, y son la clase adinerada, los nuevos ricos, los que junto con el empresariado sostienen el establishment para que no se descarrile el tren en una revuelta social.

AHÍ QUEDARON PLASMADAS las frases del exsecretario de Hacienda y ahora candidato del PRI a la presidencia, José Antonio Meade Kuribreña, quien se trocará en campaña en el presidente del empleo y del salario digno: “falta mucho por hacer en la materia, pero se están dando pasos importantes y prudentes. En los dos años recientes se han registrado incrementos relevantes, que de continuar habrán de permitir consolidar una política de recuperación del salario mínimo. Hacía mucho tiempo que no se veían en México aumentos reales. En los dos sexenios pasados se incrementó el salario mínimo en alrededor de dos pesos al año”.

PARA LOS ECONOMISTAS en el poder, desde hace 35 años de neoliberalismo económico, el salario y el bienestar de las mayorías no es más que un simple factor secundario de lo que ellos llaman las variables fundamentales macroeconómicas. Meade no sintió vergüenza cuando citó que en los dos sexenios pasados se incrementó el salario mínimo en alrededor de dos pesos al año”, cuando él fue secretario de Hacienda de Calderón. Y la pregunta que le salta a Meade Kuribreña, es en cuánto se ha incrementado el salario mínimo en esta administración de Peña Nieto.

EL AUMENTO DE 10 % al salario mínimo que ha entrado en vigor a partir del primero de enero parece amplio, pero no lo es. Tan sólo el año de 2017 cerró con una inflación de 6.67 %, así que el aumento real de los salarios mínimos sobre la inflación es de 3,33 %. En términos económicos, el incremento real a los salarios mínimos es de dos pesos con cuarenta centavos. Pero se engaña a la clase trabajadora diciéndole que se le aumentaron 8 pesos con 34 centavos diarios.

LAS CAMPAÑAS ELECTORALES están arrancando, Ricardo Anaya, Meade Kuribreña y Andrés Manuel López Obrador vienen pregonando que trabajarán por elevar los salarios y por incrementar los empleos; son promesas de campaña que cada sexenio se repiten para enganchar el voto popular. Cuando son millones y millones de jóvenes universitarios los que se encuentran desempleados y sin ninguna oportunidad de un empleo justamente remunerado.

ESCÚCHANOS de lunes a viernes, de 13:00 a 14:00 horas, en 1280 de A. M. en ABC Radio. Correo rz.lopez@hotmail.com

LOS MEXICANOS HAN LLEGADO en 2018, año de elecciones, al punto del descreimiento y la desesperación, la paciencia se les ha agotado, han esperado sexenio tras sexenio, y las políticas salariales oficiales vigentes mantienen congelados los salarios, no han hecho nada por elevar el nivel de vida de más de 80 millones de mexicanos que ganan un promedio de dos dólares diarios (los más pobres y en hambruna) y los que devengan entre cinco y 6 mil pesos mensuales, que no les alcanzan para surtir la diaria canasta básica para familias de 4 a 5 miembros.

LOS MISERABLES SALARIOS y el desempleo constituyen el mayor reto popular que enfrenan los candidatos de los diferentes partidos a la presidencia de la república en este proceso electoral. Vamos a ver si son capaces de comprar nuevamente, con unas cuantas monedas, el hambre de los votantes mexicanos el día de las elecciones por 6 años más, o si votan por sus propias reivindicaciones.

EL DESAFIO CENTRAL está en ver si cada mexicano que sufre diariamente los estragos de la hambruna y la insatisfacción de las necesidades más elementales es capaz de entregar, una vez más, su libertad y su sufragio a cambio de unos pesos o de unos obsequios con que pretenderán comprarlo los partidos, o si ocurre una auténtica rebelión popular por hacer valer su libre derecho a votar por el candidato que sinceramente busque el bienestar popular.

ESTO LO DECIMOS, porque con el aumento a los salarios mínimos de un 10 %, de 80. 04 pesos a 88 pesos y 36 centavos, la clase política y la clase empresarial nuevamente le volvieron a dar atole con el dedo a los trabajadores, se volvieron a burlar de su condición miserable, calificando el aumento como el de un gran esfuerzo en favor de la clase más deprimida del país.

ESE SALARIO MÍNIMO no alcanza a una familia para comprar leche, pan, tortillas, y quizás huevo y frijoles, menos aún carne de pollos o de res, y aún menos, pescado, por lo menos una vez a la semana, ya que sus precios son prohibitivos. Los precios de todos los alimentos no paran de subir, los salarios se han ido quedando rezagados. El salario mínimo es un salario de esclavitud, sólo para matar el hambre de los miserables.

EL PRESIDENTE ENRIQUE PEÑA, y el ahora exsecretario de Hacienda José Antonio Meade Kuribreña, entre toda la clase política, sin pena ni rubor alguno se ufanaron con este aumento, y lamentaron no haber podido darle más a la clase trabajadora. Seguramente por esa razón, José Antonio Meade promete montarse, como Felipe Calderón, en una campaña electoral que ofrecerá empleo y buenos salarios, para que una vez que esté en el poder siga con las mismas prácticas económicas que le dan todo a la clase poderosa, y nada a la clase oprimida.

LA POLÍTICA SALARIAL lo único que busca es evitar el caos social generalizado, no está contribuyendo a salvaguardar la paz y el bienestar social con tanta delincuencia desatada e incontrolable que asalta casas y en plena calle por pura necesidad; pero los patrones se sienten también muy generosos y agradecidos, no por lo que aprobaron al salario mínimo, sino con el gobierno que no es un verdadero representante de los intereses del pueblo, que no hace cumplir el Artículo 123 de darle a los trabajadores un salario suficiente y digno para vivir.

EN SUCIO Y DOLOSO contraste, los ministros de la Suprema Core ganan 450 mil pesos mensuales más regalías y gastos de representación; los senadores y diputados federales devengan salarios superiores a 200 mil pesos mensuales y elevadas regalías: y la alta casta burocrática, no sólo gana buenos salarios y obsequiosas compensaciones, sino se llena los bolsillos con el dinero que maneja del erario público, en un derroche de corrupción la clase política al frente de los poderes y del gobierno se harta de dinero, y son la clase adinerada, los nuevos ricos, los que junto con el empresariado sostienen el establishment para que no se descarrile el tren en una revuelta social.

AHÍ QUEDARON PLASMADAS las frases del exsecretario de Hacienda y ahora candidato del PRI a la presidencia, José Antonio Meade Kuribreña, quien se trocará en campaña en el presidente del empleo y del salario digno: “falta mucho por hacer en la materia, pero se están dando pasos importantes y prudentes. En los dos años recientes se han registrado incrementos relevantes, que de continuar habrán de permitir consolidar una política de recuperación del salario mínimo. Hacía mucho tiempo que no se veían en México aumentos reales. En los dos sexenios pasados se incrementó el salario mínimo en alrededor de dos pesos al año”.

PARA LOS ECONOMISTAS en el poder, desde hace 35 años de neoliberalismo económico, el salario y el bienestar de las mayorías no es más que un simple factor secundario de lo que ellos llaman las variables fundamentales macroeconómicas. Meade no sintió vergüenza cuando citó que en los dos sexenios pasados se incrementó el salario mínimo en alrededor de dos pesos al año”, cuando él fue secretario de Hacienda de Calderón. Y la pregunta que le salta a Meade Kuribreña, es en cuánto se ha incrementado el salario mínimo en esta administración de Peña Nieto.

EL AUMENTO DE 10 % al salario mínimo que ha entrado en vigor a partir del primero de enero parece amplio, pero no lo es. Tan sólo el año de 2017 cerró con una inflación de 6.67 %, así que el aumento real de los salarios mínimos sobre la inflación es de 3,33 %. En términos económicos, el incremento real a los salarios mínimos es de dos pesos con cuarenta centavos. Pero se engaña a la clase trabajadora diciéndole que se le aumentaron 8 pesos con 34 centavos diarios.

LAS CAMPAÑAS ELECTORALES están arrancando, Ricardo Anaya, Meade Kuribreña y Andrés Manuel López Obrador vienen pregonando que trabajarán por elevar los salarios y por incrementar los empleos; son promesas de campaña que cada sexenio se repiten para enganchar el voto popular. Cuando son millones y millones de jóvenes universitarios los que se encuentran desempleados y sin ninguna oportunidad de un empleo justamente remunerado.

ESCÚCHANOS de lunes a viernes, de 13:00 a 14:00 horas, en 1280 de A. M. en ABC Radio. Correo rz.lopez@hotmail.com