/ jueves 11 de junio de 2020

¡Qué bueno que haya BOA!

Como era de esperarse, Puebla ya tiene su BOA y queda claro que nada tiene que ver con la Internacional Sonora Santanera. Fue el mismísimo gobernador Miguel Barbosa quien le puso nombre y apellido a los supuestos líderes del Bloque Opositor Amplio, que como dijo el presidente AMLO, busca desestabilizar y complotar contra los gobiernos de la 4T.

En la medida que se acerquen las elecciones intermedias del 2021 veremos actos cínicos y desesperados tanto de aspirantes y partidos, como de gobiernos que buscarán ganar los comicios o al menos retener las curules y alcaldías que hoy ocupan. Y para lograrlo van hacer de todo, desde estrategias inteligentes y bien pensadas hasta tonteras y fumadas ocurrencias como ya el famoso BOA.

La denuncia de la existencia del BOA ha generado extrañeza y mucha chunga, pero también despertó molestia y enojo social. Y es que mientras a los mexicanos les preocupa su salud y la crisis económica que se vive como consecuencia del Covid-19, al gobierno federal se le ocurre distraerse en teorías del “compló”; es decir que en lugar de centrar su esfuerzo y energía en atender lo prioritario, lo que le quita el sueño al presidente es que hay quienes conspiran contra el régimen de la Cuatroté. ¡No maaa…no!

Más allá de que sí es falsa o verídica la supuesta estrategia para debilitar su imagen y la de su partido rumbo a la revocación del mandato en 2022, el presi y los gobiernos estatales y municipales emanados de Morena, deberían enfocarse en dar resultados porque solo así podrán enfrentar la elección que viene y callar a sus críticos.

Si hay generación de empleo, si hay crecimiento, si hay inversiones, si la inflación es baja, si hay seguridad y menos violencia entonces no habrá BOA que puedan debilitar al gobierno. ¡Ah! pero si no hay nada de lo que se ofreció, no hay credibilidad, siguen los discursos segmentarios y no hay bienestar, ni felicidad en el pueblo mexicano; entonces que sí se preocupen y no será el BOA el responsable de las derrotas electorales, serán los ciudadanos en las urnas.

Los gobiernos de la 4T están conscientes que la elección del 2021 será muy competida, pero ojalá que les caiga el veinte de que gran parte de ese escenario ellos mismos lo han construido por su incapacidad e inexperiencia. Muestra de ello es Puebla en donde los gobiernos morenistas ni de panzazo pasan las pruebas ciudadanas.

En Puebla los gobiernos de Morena han quedado a deber. No se observan obras, sigue la inseguridad, solo hay polarización y no hay coordinación gubernamental. En cambio hay enfrentamientos entre la alcaldesa y el gobernador emanados del mismo partido. Los ayuntamientos en su aletargado aprendizaje han perdido sus bonos de popularidad y solo les quedan 16 meses para terminar.

En suma, que bueno que haya BOA en México y en Puebla, sino qué fácil y qué aburrido. ¿Nooo? A ver si teniendo encima la presión de un Bloque Opositor Amplio, críticos naturales en una democracia, los gobiernos en turno se ponen las pilas.

Como era de esperarse, Puebla ya tiene su BOA y queda claro que nada tiene que ver con la Internacional Sonora Santanera. Fue el mismísimo gobernador Miguel Barbosa quien le puso nombre y apellido a los supuestos líderes del Bloque Opositor Amplio, que como dijo el presidente AMLO, busca desestabilizar y complotar contra los gobiernos de la 4T.

En la medida que se acerquen las elecciones intermedias del 2021 veremos actos cínicos y desesperados tanto de aspirantes y partidos, como de gobiernos que buscarán ganar los comicios o al menos retener las curules y alcaldías que hoy ocupan. Y para lograrlo van hacer de todo, desde estrategias inteligentes y bien pensadas hasta tonteras y fumadas ocurrencias como ya el famoso BOA.

La denuncia de la existencia del BOA ha generado extrañeza y mucha chunga, pero también despertó molestia y enojo social. Y es que mientras a los mexicanos les preocupa su salud y la crisis económica que se vive como consecuencia del Covid-19, al gobierno federal se le ocurre distraerse en teorías del “compló”; es decir que en lugar de centrar su esfuerzo y energía en atender lo prioritario, lo que le quita el sueño al presidente es que hay quienes conspiran contra el régimen de la Cuatroté. ¡No maaa…no!

Más allá de que sí es falsa o verídica la supuesta estrategia para debilitar su imagen y la de su partido rumbo a la revocación del mandato en 2022, el presi y los gobiernos estatales y municipales emanados de Morena, deberían enfocarse en dar resultados porque solo así podrán enfrentar la elección que viene y callar a sus críticos.

Si hay generación de empleo, si hay crecimiento, si hay inversiones, si la inflación es baja, si hay seguridad y menos violencia entonces no habrá BOA que puedan debilitar al gobierno. ¡Ah! pero si no hay nada de lo que se ofreció, no hay credibilidad, siguen los discursos segmentarios y no hay bienestar, ni felicidad en el pueblo mexicano; entonces que sí se preocupen y no será el BOA el responsable de las derrotas electorales, serán los ciudadanos en las urnas.

Los gobiernos de la 4T están conscientes que la elección del 2021 será muy competida, pero ojalá que les caiga el veinte de que gran parte de ese escenario ellos mismos lo han construido por su incapacidad e inexperiencia. Muestra de ello es Puebla en donde los gobiernos morenistas ni de panzazo pasan las pruebas ciudadanas.

En Puebla los gobiernos de Morena han quedado a deber. No se observan obras, sigue la inseguridad, solo hay polarización y no hay coordinación gubernamental. En cambio hay enfrentamientos entre la alcaldesa y el gobernador emanados del mismo partido. Los ayuntamientos en su aletargado aprendizaje han perdido sus bonos de popularidad y solo les quedan 16 meses para terminar.

En suma, que bueno que haya BOA en México y en Puebla, sino qué fácil y qué aburrido. ¿Nooo? A ver si teniendo encima la presión de un Bloque Opositor Amplio, críticos naturales en una democracia, los gobiernos en turno se ponen las pilas.