/ sábado 28 de septiembre de 2019

¿Qué enseñanza de vida da Batman?

Hace unos días se conmemoraron 80 años del surgimiento de un personaje que ha dado vida a comics, series, películas juguetes y toda una serie de artículos que hemos usado prácticamente todos los que vivimos en el mundo occidental. El hombre murciélago está considerado como parte del conjunto de los súper héroes, pero tiene una particularidad que lo hace único y admirable.

La historia de Bruno Díaz es la de un huérfano que vio la muerte de sus padres a manos de un psicópata que sería después su gran enemigo, un niño que heredó una colosal fortuna y que fue cuidado por un leal mayordomo.

En primer lugar se narra la historia de un pequeño que sufre algo tan catastrófico como quedarse sin sus guías, situación que nos muestra que el dinero no puede compensar algo tan importante como la compañía y cuidado de los progenitores.

El también llamado Bruce Wayne dedica su vida a luchar en contra de los delincuentes, algo muy común en todos los personajes de ficción, como DC Comics o Marvel, desde luego nos referimos a los “buenos”, ya que también existen los que representan lo contrario, para así dar un interés al relato mediante la contraposición ética.

Es cierto que toda esa serie de personajes tiene una carga sobrenatural y de fantasía, despertando así una admiración que surge con mayor énfasis durante la infancia.

Personalmente yo tenía un gran interés en Mazinger Z, también un ente ficticio que basaba su poder en aspectos tecnológicos, a diferencia de otros sujetos que poseen cualidades sobrenaturales.

Actualmente la cultura y la intelectualidad no viven su mejor momento; el humanismo es debilitado por el egoísmo y todo eso se refleja en distintos aspectos que a diario observamos. El cine no se escapa a esa situación y vemos cada vez más producciones orientadas a un interés mercantil, explotando pulsiones tan humanas como la sexualidad y la violencia, sin embargo, cada vez se muestran de un modo más vulgar, banal y sin sofisticación del discurso.

Es decir, vemos cuerpos muy exagerados y que muestran una sensualidad notable, haciendo uso de poderes y monstruos que se muestran muy exagerados, dejando atrás el talento histriónico que hizo grandes a diversos actores.

En ese contexto, Batman es un personaje que no tiene ningún poder sobrenatural, es un hombre, quien efectivamente tiene la ventaja de ser millonario, pero quien tiene la enorme capacidad de emular las grandes cualidades de un ser con grandes cualidades que no existen en la realidad.

Es cierto que los artefactos usados llegan a ser exagerados, como la turbina del batimóvil, elemento que luce mucho, especialmente en el contexto de los autos de los 50’s que emulaban a los aviones a reacción, pero que en la realidad no serviría para un manejo rápido y seguro.

Pese a la carga ficcional, el habitante de la baticueva es un filántropo que demuestra que el esfuerzo humano puede alcanzar dimensiones casi sobrenaturales, demostrando, como lo han afirmado diversos actores, que las figuras de las deidades y los demonios existen porque nosotros las creamos y nosotros mismos podemos ser esos dioses o diablos en la vida terrenal.

Para terminar, no puedo dejar de opinar acerca de los actores que han encarnado al “caballero de la noche”, tratando de hacer una comparación que siempre será difícil de hacer debido a la variación de épocas. Considero que Adam West debe estar en el número uno por haber consolidado al personaje, tanto en cine como en la televisión, al grado tal que él nunca pudo separarse del rol, situación que lo limitó para interpretar otros personajes. Christian Bale realizó una trilogía y le dio una personalidad al hombre murciélago que pudo competir con las otras grandes producciones cinematográficas, lo cual también lo pone en la cima, pero debajo de quien hizo 120 episodios. Hasta la próxima semana.


Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.

Hace unos días se conmemoraron 80 años del surgimiento de un personaje que ha dado vida a comics, series, películas juguetes y toda una serie de artículos que hemos usado prácticamente todos los que vivimos en el mundo occidental. El hombre murciélago está considerado como parte del conjunto de los súper héroes, pero tiene una particularidad que lo hace único y admirable.

La historia de Bruno Díaz es la de un huérfano que vio la muerte de sus padres a manos de un psicópata que sería después su gran enemigo, un niño que heredó una colosal fortuna y que fue cuidado por un leal mayordomo.

En primer lugar se narra la historia de un pequeño que sufre algo tan catastrófico como quedarse sin sus guías, situación que nos muestra que el dinero no puede compensar algo tan importante como la compañía y cuidado de los progenitores.

El también llamado Bruce Wayne dedica su vida a luchar en contra de los delincuentes, algo muy común en todos los personajes de ficción, como DC Comics o Marvel, desde luego nos referimos a los “buenos”, ya que también existen los que representan lo contrario, para así dar un interés al relato mediante la contraposición ética.

Es cierto que toda esa serie de personajes tiene una carga sobrenatural y de fantasía, despertando así una admiración que surge con mayor énfasis durante la infancia.

Personalmente yo tenía un gran interés en Mazinger Z, también un ente ficticio que basaba su poder en aspectos tecnológicos, a diferencia de otros sujetos que poseen cualidades sobrenaturales.

Actualmente la cultura y la intelectualidad no viven su mejor momento; el humanismo es debilitado por el egoísmo y todo eso se refleja en distintos aspectos que a diario observamos. El cine no se escapa a esa situación y vemos cada vez más producciones orientadas a un interés mercantil, explotando pulsiones tan humanas como la sexualidad y la violencia, sin embargo, cada vez se muestran de un modo más vulgar, banal y sin sofisticación del discurso.

Es decir, vemos cuerpos muy exagerados y que muestran una sensualidad notable, haciendo uso de poderes y monstruos que se muestran muy exagerados, dejando atrás el talento histriónico que hizo grandes a diversos actores.

En ese contexto, Batman es un personaje que no tiene ningún poder sobrenatural, es un hombre, quien efectivamente tiene la ventaja de ser millonario, pero quien tiene la enorme capacidad de emular las grandes cualidades de un ser con grandes cualidades que no existen en la realidad.

Es cierto que los artefactos usados llegan a ser exagerados, como la turbina del batimóvil, elemento que luce mucho, especialmente en el contexto de los autos de los 50’s que emulaban a los aviones a reacción, pero que en la realidad no serviría para un manejo rápido y seguro.

Pese a la carga ficcional, el habitante de la baticueva es un filántropo que demuestra que el esfuerzo humano puede alcanzar dimensiones casi sobrenaturales, demostrando, como lo han afirmado diversos actores, que las figuras de las deidades y los demonios existen porque nosotros las creamos y nosotros mismos podemos ser esos dioses o diablos en la vida terrenal.

Para terminar, no puedo dejar de opinar acerca de los actores que han encarnado al “caballero de la noche”, tratando de hacer una comparación que siempre será difícil de hacer debido a la variación de épocas. Considero que Adam West debe estar en el número uno por haber consolidado al personaje, tanto en cine como en la televisión, al grado tal que él nunca pudo separarse del rol, situación que lo limitó para interpretar otros personajes. Christian Bale realizó una trilogía y le dio una personalidad al hombre murciélago que pudo competir con las otras grandes producciones cinematográficas, lo cual también lo pone en la cima, pero debajo de quien hizo 120 episodios. Hasta la próxima semana.


Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.