/ lunes 17 de febrero de 2020

Qué hacía Alejandro Cañedo con el embajador Landau

¿Qué hacía Alejandro Cañedo Priesca con el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, acompañándolo en su periplo por la ciudad de Puebla durante una visita oficial?

Esa pregunta invadió a no pocos miembros de la clase política local, el miércoles de la semana pasada, cuando trascendió, a través de redes sociales, que el ex servidor público, académico y agente de viajes era el anfitrión del funcionario estadounidense, y más, que ningún integrante destacado del gobierno barbosista iba con él.

El hecho levantó cejas, provocó envidias y generó especulaciones que derivaron en ataques directos contra Cañedo en la misma web.

Calmados todos.

El ex secretario de Turismo no va por el puesto de ningún elemento del gabinete estatal.

Cañedo es amigo, desde mucho tiempo atrás, de Olivia Salomón, secretaria de Economía.

Y como ella tiene la facultad en su cargo de atender a las visitas diplomáticas, le pidió acompañar al embajador en su visita a la ciudad, en su carácter de poblano, que gusta de platicar de Puebla, y como promotor turístico.

Por eso Cañedo condujo a Landau en el recorrido que incluyó un almuerzo en el restaurante La Chiquita, donde degustó chalupas, mole y agua de jamaica; la Capilla del Rosario, el zócalo, catedral y la Biblioteca Palafoxiana.

A las actividades con el gobernador Miguel Barbosa y otras con autoridades públicas no asistió.

Explicado el asunto, a los radicales de la 4T que fruncieron el rostro solo les queda apagar los fuegos y agradecer a la secretaria de Economía por tan acertada y honoraria incorporación, aunque fuese nada más por un día.


***

Foto: Indicadores

¿Será verdad que el ayuntamiento de San Martín Texmelucan es tan malo como se percibe desde fuera?

¿Tan deficiente es el desempeño del gobierno de Norma Layón, emanado de Morena, para preocupar, como preocupa, a los operadores políticos de Miguel Barbosa, en el contexto de los comicios intermedios del 2021?

En ambos casos la respuesta parecer ser “sí”, como exhibe una encuesta realizada a 500 habitantes de ese municipio entre el 5 y el 7 de febrero, hace apenas unos días, por la empresa Indicadores SC.

La firma de Elías Aguilar arroja que la presidenta municipal de Texmelucan es aprobada solo por el 13 por ciento de la población, y que es reprobada, agárrese, ¡por el 82 por ciento! Queda un 5 por ciento de entrevistados que se mostraron indiferentes ante la pregunta de los encuestadores.

El rechazo no paró ahí.

La gran mayoría no votaría por la edil en un eventual intento de reelección.

Ante la pregunta “¿Volvería a votar por Norma Layón?”, 88 por ciento de quienes sufragaron por ella en 2018 (cuando ganó con el 39.8% de los votos) contestaron que “no”, contra 12 por ciento que respondieron que “sí”.

Estos números, que deben estar en el escritorio de Eric Cotoñeto Carmona bajo un membrete distinto al de Indicadores, son los que prendieron las alarmas en el gobierno de Barbosa y alimentaron la tentación de querer tomar las riendas del ayuntamiento, para impedir un desastre electoral.

Ya no sirve mucho debatir si el gobierno de Layón es tan malo como se piensa o no.

Lo que importa es que la gente cree que sí lo es.

Y eso que la encuesta fue levantada antes de que los texmeluquenses supieran que su director de seguridad púbica tenía, y tiene, asuntos pendientes con la ley.


Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

¿Qué hacía Alejandro Cañedo Priesca con el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, acompañándolo en su periplo por la ciudad de Puebla durante una visita oficial?

Esa pregunta invadió a no pocos miembros de la clase política local, el miércoles de la semana pasada, cuando trascendió, a través de redes sociales, que el ex servidor público, académico y agente de viajes era el anfitrión del funcionario estadounidense, y más, que ningún integrante destacado del gobierno barbosista iba con él.

El hecho levantó cejas, provocó envidias y generó especulaciones que derivaron en ataques directos contra Cañedo en la misma web.

Calmados todos.

El ex secretario de Turismo no va por el puesto de ningún elemento del gabinete estatal.

Cañedo es amigo, desde mucho tiempo atrás, de Olivia Salomón, secretaria de Economía.

Y como ella tiene la facultad en su cargo de atender a las visitas diplomáticas, le pidió acompañar al embajador en su visita a la ciudad, en su carácter de poblano, que gusta de platicar de Puebla, y como promotor turístico.

Por eso Cañedo condujo a Landau en el recorrido que incluyó un almuerzo en el restaurante La Chiquita, donde degustó chalupas, mole y agua de jamaica; la Capilla del Rosario, el zócalo, catedral y la Biblioteca Palafoxiana.

A las actividades con el gobernador Miguel Barbosa y otras con autoridades públicas no asistió.

Explicado el asunto, a los radicales de la 4T que fruncieron el rostro solo les queda apagar los fuegos y agradecer a la secretaria de Economía por tan acertada y honoraria incorporación, aunque fuese nada más por un día.


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Foto: Indicadores

¿Será verdad que el ayuntamiento de San Martín Texmelucan es tan malo como se percibe desde fuera?

¿Tan deficiente es el desempeño del gobierno de Norma Layón, emanado de Morena, para preocupar, como preocupa, a los operadores políticos de Miguel Barbosa, en el contexto de los comicios intermedios del 2021?

En ambos casos la respuesta parecer ser “sí”, como exhibe una encuesta realizada a 500 habitantes de ese municipio entre el 5 y el 7 de febrero, hace apenas unos días, por la empresa Indicadores SC.

La firma de Elías Aguilar arroja que la presidenta municipal de Texmelucan es aprobada solo por el 13 por ciento de la población, y que es reprobada, agárrese, ¡por el 82 por ciento! Queda un 5 por ciento de entrevistados que se mostraron indiferentes ante la pregunta de los encuestadores.

El rechazo no paró ahí.

La gran mayoría no votaría por la edil en un eventual intento de reelección.

Ante la pregunta “¿Volvería a votar por Norma Layón?”, 88 por ciento de quienes sufragaron por ella en 2018 (cuando ganó con el 39.8% de los votos) contestaron que “no”, contra 12 por ciento que respondieron que “sí”.

Estos números, que deben estar en el escritorio de Eric Cotoñeto Carmona bajo un membrete distinto al de Indicadores, son los que prendieron las alarmas en el gobierno de Barbosa y alimentaron la tentación de querer tomar las riendas del ayuntamiento, para impedir un desastre electoral.

Ya no sirve mucho debatir si el gobierno de Layón es tan malo como se piensa o no.

Lo que importa es que la gente cree que sí lo es.

Y eso que la encuesta fue levantada antes de que los texmeluquenses supieran que su director de seguridad púbica tenía, y tiene, asuntos pendientes con la ley.


Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx