/ sábado 13 de abril de 2019

¿Qué puede esconder una persona muy religiosa?

La próxima semana es importante para los cristianos y/o católicos, en la cual hay diversas manifestaciones de fe y se hace alusión a la pasión y muerte de Cristo. Para muchos, estos días son de gran fervor y religiosidad, pero hay que analizar cuál puede ser la otra cara de una postura aparentemente buena.

Para empezar, creo que hacer una calificación ética depende de lo que una sociedad determine como un valor mediante la razón y la voluntad. Por cierto, hace unas semanas se dedicó un día a las personas que tienen síndrome de Down, en el cual se hizo referencia a una frase que decía que la ausencia un cromosoma elimina toda la maldad del ser humano, afirmación que me parece no del todo acertada; ya que, efectivamente sí se elimina la perversidad y también la bondad, ya que estos elementos son productos culturales.

Ahora bien, el Jesús crucificado evoca una violencia que produce un concepto llamado “culpa eterna”, de la cual se nutren un buen número de religiones, es decir, hay un hecho atroz que debe ser pagado por la feligresía, situación que sobresale en el catolicismo más que en cualquier otro credo.

El evangelio y la doctrina de la Iglesia hablan de amor al prójimo, inclusive, el dios cristiano es catalogado como toda bondad, elementos que son tomados por aquellos creyentes que asumen esos axiomas como propios.

En este sentido, debemos recordar que el ser humano tiene algo llamado compensación emocional, es decir, debe equilibrar sus emociones o acciones. Por ejemplo: un individuo, que gasta demasiado en la cantina, se pone muy exigente al momento de utilizar energía eléctrica en su domicilio. De igual manera, tenemos a alguien que puede tener una actitud muy despótica y perversa ante los demás, pero quien acude a los templos a rezar y se conmueve al ver la representación del viacrusis, es más, el viernes santo es un día de luto como si se le hubiera muerto un familiar.

Los jerarcas y sacerdotes católicos fueron muy astutos, ya que aprovecharon el relato de la crucifixión para justificar todas las atrocidades cometidas en las Cruzadas o por la Santa Inquisición, así como sucedió cuando Estados Unidos se lanzó a la guerra, utilizando el ataque a Pearl Harbor como justificación, cuando dicho bombardeo ya era de conocimiento previo; del mismo modo sucede con algunos de los llamados animalistas o antitaurinos, quienes despliegan una gran violencia, surgida de una supuesta defensa a un perro o un toro que es victimizado por esos sujetos.

El problema también es que tenemos una sociedad muy polarizada, ya que hay quienes atacan y quienes defienden radicalmente a tal o cual partido o candidato, lo cual es equivocado porque todos tenemos virtudes y defectos.

Decía Freud que: entre mejor luzcas por fuera, más demonios tienes por dentro, así que yo sospecho bastante de quien se muestra con una imagen inmaculada, así como los santos, los papas, sacerdotes y feligreses que se dicen ser muy devotos. No dudo que haya algunos creyentes que sí sigan las enseñanzas del mesías, recordando que el catolicismo es algo diferente a lo que enseñó Jesús, pero indudablemente también hay quien utiliza esa religiosidad como una compensación o pantalla para ser malas personas, como también se puede hacer con la fama pública, tal es el caso de Mario Moreno “Cantinflas”, cuyo despotismo y malos tratos han sido señalados abiertamente, actitudes que contrastaban con sus papeles altruistas y de bondad que desempeñaba en sus películas.

En fin, cada quien es libre de vivir su religiosidad y ateísmo como quiera, pero yo considero que, con tratar respetuosamente a los semejantes y respetar el orden jurídico, uno ya cumple. Les deseo que estos días pueda tomarse un respiro y relajarse de la complicada situación que vivimos, pero que siempre puede ser mitigada por el ánimo de ser feliz. Hasta la próxima semana.


Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.

La próxima semana es importante para los cristianos y/o católicos, en la cual hay diversas manifestaciones de fe y se hace alusión a la pasión y muerte de Cristo. Para muchos, estos días son de gran fervor y religiosidad, pero hay que analizar cuál puede ser la otra cara de una postura aparentemente buena.

Para empezar, creo que hacer una calificación ética depende de lo que una sociedad determine como un valor mediante la razón y la voluntad. Por cierto, hace unas semanas se dedicó un día a las personas que tienen síndrome de Down, en el cual se hizo referencia a una frase que decía que la ausencia un cromosoma elimina toda la maldad del ser humano, afirmación que me parece no del todo acertada; ya que, efectivamente sí se elimina la perversidad y también la bondad, ya que estos elementos son productos culturales.

Ahora bien, el Jesús crucificado evoca una violencia que produce un concepto llamado “culpa eterna”, de la cual se nutren un buen número de religiones, es decir, hay un hecho atroz que debe ser pagado por la feligresía, situación que sobresale en el catolicismo más que en cualquier otro credo.

El evangelio y la doctrina de la Iglesia hablan de amor al prójimo, inclusive, el dios cristiano es catalogado como toda bondad, elementos que son tomados por aquellos creyentes que asumen esos axiomas como propios.

En este sentido, debemos recordar que el ser humano tiene algo llamado compensación emocional, es decir, debe equilibrar sus emociones o acciones. Por ejemplo: un individuo, que gasta demasiado en la cantina, se pone muy exigente al momento de utilizar energía eléctrica en su domicilio. De igual manera, tenemos a alguien que puede tener una actitud muy despótica y perversa ante los demás, pero quien acude a los templos a rezar y se conmueve al ver la representación del viacrusis, es más, el viernes santo es un día de luto como si se le hubiera muerto un familiar.

Los jerarcas y sacerdotes católicos fueron muy astutos, ya que aprovecharon el relato de la crucifixión para justificar todas las atrocidades cometidas en las Cruzadas o por la Santa Inquisición, así como sucedió cuando Estados Unidos se lanzó a la guerra, utilizando el ataque a Pearl Harbor como justificación, cuando dicho bombardeo ya era de conocimiento previo; del mismo modo sucede con algunos de los llamados animalistas o antitaurinos, quienes despliegan una gran violencia, surgida de una supuesta defensa a un perro o un toro que es victimizado por esos sujetos.

El problema también es que tenemos una sociedad muy polarizada, ya que hay quienes atacan y quienes defienden radicalmente a tal o cual partido o candidato, lo cual es equivocado porque todos tenemos virtudes y defectos.

Decía Freud que: entre mejor luzcas por fuera, más demonios tienes por dentro, así que yo sospecho bastante de quien se muestra con una imagen inmaculada, así como los santos, los papas, sacerdotes y feligreses que se dicen ser muy devotos. No dudo que haya algunos creyentes que sí sigan las enseñanzas del mesías, recordando que el catolicismo es algo diferente a lo que enseñó Jesús, pero indudablemente también hay quien utiliza esa religiosidad como una compensación o pantalla para ser malas personas, como también se puede hacer con la fama pública, tal es el caso de Mario Moreno “Cantinflas”, cuyo despotismo y malos tratos han sido señalados abiertamente, actitudes que contrastaban con sus papeles altruistas y de bondad que desempeñaba en sus películas.

En fin, cada quien es libre de vivir su religiosidad y ateísmo como quiera, pero yo considero que, con tratar respetuosamente a los semejantes y respetar el orden jurídico, uno ya cumple. Les deseo que estos días pueda tomarse un respiro y relajarse de la complicada situación que vivimos, pero que siempre puede ser mitigada por el ánimo de ser feliz. Hasta la próxima semana.


Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.