/ viernes 28 de febrero de 2020

¿Qué se dijeron Barbosa y Esparza en su primer cara a cara?

La reunión del gobernador Luis Miguel Barbosa con los rectores Alfonso Esparza Ortiz y José Emilio Baños generó doble expectación en el respetable debido a los episodios de confrontación política que han venido suscitándose entre el mandatario estatal y el responsable de la BUAP a partir de que el primero arribó a la gubernatura en agosto del año pasado.

El encuentro celebrado la noche del miércoles en Casa Aguayo fue consecuencia de la indignación estudiantil que se produjo tras el asesinato de cuatro jóvenes, dos de ellos de nacionalidad colombiana, en Huejotzingo.

Una vez desbordado el reclamo social en las calles de la ciudad de Puebla, Barbosa convocó a los rectores de la BUAP y la UPAEP para sostener un encuentro privado en el que se abordara el complejo tema de la seguridad, pero enfocado principalmente en el contexto y las demandas de los universitarios.

Incluso así, llamó la atención que Barbosa y Esparza fueran a encontrarse por primera vez, en un cara a cara, después de varios episodios de hostilidad que tuvieron su fase más reciente en las declaradas pretensiones del gobernador para instaurar un órgano interno de control en la universidad, que le permita al Congreso del Estado, es decir, a él, revisar todo el manejo de los recursos públicos en la institución.

El jueves 20 de febrero, los integrantes del Consejo Universitario de la BUAP expresaron su rechazo unánime a la intentona del Ejecutivo.

Ese día, el órgano de gobierno de la máxima casa de estudios aprobó mandar un exhorto a los diputados para que respetaran la autonomía y pidieran a Barbosa no caer en la tentación de querer controlar la universidad.

Al día siguiente, el mandatario afirmó que Esparza había manipulado a los miembros del Consejo, insistió en su idea de establecer una herramienta de control que no dependa de la autoridad universitaria y exhortó al rector a dejar de jugarle a las vencidas.

Dentro de ese ir y venir de acciones y declaraciones, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), así como 25 universidades públicas del país, entre ellas la UNAM, publicaron el pasado martes un desplegado en apoyo a la institución poblana, colocando la defensa de la autonomía como principal argumento de respaldo.

La publicación de este pronunciamiento en favor de Esparza fue ensombrecida por las reacciones sociales que trajo el cuádruple homicidio, pero quedó registrada en la bitácora de la disputa que sostienen los dos personajes.

Todo esto generó gran interés en la reunión que sostendrían el miércoles Barbosa y Esparza, aunque en presencia del rector de la UPAEP, Emilio Baños, en la oficina del Ejecutivo.

¿Se saludarán? ¿Cómo se saludarán? ¿Qué se dirán? ¿Habrá reclamos y reproches?

Eso se preguntaban los espectadores antes de la charla.

Las respuestas llegaron después.

Sí se saludaron y lo hicieron bien.

No hubo reclamos ni reproches y no aludieron en ningún momento a la polémica que ha envuelto su relación en los últimos seis meses.

Barbosa estuvo acompañado por su secretario de Gobernación, David Méndez Márquez, y el fiscal Gilberto Higuera Bernal, que se incorporó hasta después de rendir protesta en el Congreso.

Esparza y Baños ingresaron con una docena de estudiantes universitarios.

Las dos horas que duró el encuentro fueron dedicadas exclusivamente para hablar del tema que los convocó: la demanda de los jóvenes para vivir en un entorno pacífico y seguro.

El asunto particular, de importancia trascendente, según se ha visto, en la agenda personalísima de Barbosa, quedó para otra ocasión.

Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

La reunión del gobernador Luis Miguel Barbosa con los rectores Alfonso Esparza Ortiz y José Emilio Baños generó doble expectación en el respetable debido a los episodios de confrontación política que han venido suscitándose entre el mandatario estatal y el responsable de la BUAP a partir de que el primero arribó a la gubernatura en agosto del año pasado.

El encuentro celebrado la noche del miércoles en Casa Aguayo fue consecuencia de la indignación estudiantil que se produjo tras el asesinato de cuatro jóvenes, dos de ellos de nacionalidad colombiana, en Huejotzingo.

Una vez desbordado el reclamo social en las calles de la ciudad de Puebla, Barbosa convocó a los rectores de la BUAP y la UPAEP para sostener un encuentro privado en el que se abordara el complejo tema de la seguridad, pero enfocado principalmente en el contexto y las demandas de los universitarios.

Incluso así, llamó la atención que Barbosa y Esparza fueran a encontrarse por primera vez, en un cara a cara, después de varios episodios de hostilidad que tuvieron su fase más reciente en las declaradas pretensiones del gobernador para instaurar un órgano interno de control en la universidad, que le permita al Congreso del Estado, es decir, a él, revisar todo el manejo de los recursos públicos en la institución.

El jueves 20 de febrero, los integrantes del Consejo Universitario de la BUAP expresaron su rechazo unánime a la intentona del Ejecutivo.

Ese día, el órgano de gobierno de la máxima casa de estudios aprobó mandar un exhorto a los diputados para que respetaran la autonomía y pidieran a Barbosa no caer en la tentación de querer controlar la universidad.

Al día siguiente, el mandatario afirmó que Esparza había manipulado a los miembros del Consejo, insistió en su idea de establecer una herramienta de control que no dependa de la autoridad universitaria y exhortó al rector a dejar de jugarle a las vencidas.

Dentro de ese ir y venir de acciones y declaraciones, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), así como 25 universidades públicas del país, entre ellas la UNAM, publicaron el pasado martes un desplegado en apoyo a la institución poblana, colocando la defensa de la autonomía como principal argumento de respaldo.

La publicación de este pronunciamiento en favor de Esparza fue ensombrecida por las reacciones sociales que trajo el cuádruple homicidio, pero quedó registrada en la bitácora de la disputa que sostienen los dos personajes.

Todo esto generó gran interés en la reunión que sostendrían el miércoles Barbosa y Esparza, aunque en presencia del rector de la UPAEP, Emilio Baños, en la oficina del Ejecutivo.

¿Se saludarán? ¿Cómo se saludarán? ¿Qué se dirán? ¿Habrá reclamos y reproches?

Eso se preguntaban los espectadores antes de la charla.

Las respuestas llegaron después.

Sí se saludaron y lo hicieron bien.

No hubo reclamos ni reproches y no aludieron en ningún momento a la polémica que ha envuelto su relación en los últimos seis meses.

Barbosa estuvo acompañado por su secretario de Gobernación, David Méndez Márquez, y el fiscal Gilberto Higuera Bernal, que se incorporó hasta después de rendir protesta en el Congreso.

Esparza y Baños ingresaron con una docena de estudiantes universitarios.

Las dos horas que duró el encuentro fueron dedicadas exclusivamente para hablar del tema que los convocó: la demanda de los jóvenes para vivir en un entorno pacífico y seguro.

El asunto particular, de importancia trascendente, según se ha visto, en la agenda personalísima de Barbosa, quedó para otra ocasión.

Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx