/ jueves 26 de mayo de 2022

¿Qué sería de los estadounidenses sin su vocación por las armas?

Una escuela primaria debe ser un lugar de alegría, inocencia y muchos juegos, donde los niños aprendan y sonrían totalmente, lo cual contrasta con la desgarradora imagen de los cadáveres ensangrentados, producto de una mente retorcida y la facilidad para tener armas.

Es muy difícil entender qué tiene que pasar por la mente de un jovencito para poder abrir fuego en contra de niños inocentes, la mente humana es un pozo que alberga los más obscuros secretos que ni el más experimentado psiquiatra o criminólogo puede entender totalmente.

Alrededor de 20 pequeñines fueron privados de la vida, al igual que dos adultos por un ataque cobarde de alguien que se mostraba introvertido. La descomposición social es algo que no solo existe en nuestro país, sino también en la primera potencia del mundo, donde estos ataques se han dado en diversas ocasiones, lo cual abre el debate acerca de la facilidad que tiene todo norteamericano a poseer y portar armas.

La Constitución Estadounidense, en su segunda enmienda, garantiza el derecho mencionado, lo cual da como resultado que prácticamente cualquier ciudadano pueda adquirir pistolas y hasta fusiles de asalto, los únicos que están vetados son: quienes hayan sido sentenciados por más de un año, los fugitivos de la justicia, adictos a substancias controladas, inmigrantes ilegales, soldados dados de baja de manera deshonrosa o quienes estén sujetos a restricciones por acoso a una pareja, es decir, la gran mayoría puede ir a una armería, mostrar una identificación oficial y comprar un arma, es más, se pueden comprar balas en alguna tienda común, como si se tratara de un kilo de manzanas.

También hay que recordar que el servicio militar norteamericano consiste en un buen entrenamiento, donde los sujetos son sometidos a prácticas militares que hacen que prácticamente todos los varones sean diestros en el manejo de las armas, esto debido a que nuestro vecino del norte se ha enfrascado en muchos conflictos bélicos, por lo cual necesita que sus hombres tengan una instrucción básica que les permita incorporarse a la lucha de forma inmediata.

Es aquí donde entra la vocación por las armas y por la guerra, es evidente que el poderío norteamericano tiene su base en la supremacía económica y militar, la primera consecuencia de la segunda, ya que gracias a todas las victorias de Washington se ha forjado un imperio, que si bien ha sufrido una declinación, sigue siendo sumamente poderoso.

Lo he mencionado en ocasiones anteriores, gran parte de los estadounidenses tienen a la pólvora y el plomo en su Adn, es parte de su idiosincrasia tomar las armas y lanzar a la lucha por la libertad y la democracia, bueno, al menos lo que ellos entienden por esos dos conceptos, pero es indudable que nuestros vecinos del norte no serían los mismos si no tuvieran, por mucho, al primer ejército del mundo y todo lo que implica este.

La Asociación Nacional del Rifle también juega un papel predominante, cuyo fin es defender el derecho a poseer armas, la cual goza de mucha aceptación, precisamente por el gusto de millones por tener una pistola.

Los tiempos han cambiado, no es lo mismo la prerrogativa a poseer un mosquetón, como en la época en que se realizó la segunda enmienda, a tener un fusil automático, como el usado en las diferentes masacres, bien se podría hacer una reforma, como las intentadas con antelación, sin embargo, no han tenido eco en los legisladores.

Desgraciadamente cada vez vemos más locos que creen hacer algo trascendente al realizar matanzas colectivas, muestra de personas desadaptadas y carentes de una noción de respeto y valor por la vida, lo cual cada vez es más frecuente, no solo más allá del Rio Bravo, sino en el planeta entero, esperemos que no se repitan estas tragedias, no obstante, las circunstancias seguirán siendo las propicias para el siguiente trastornado que ocasione algo que nos deja sin palabras.

Dudas o comentarios: @vicente_aven; vicente_leopoldo@hotmail.com; 2225647505.

Una escuela primaria debe ser un lugar de alegría, inocencia y muchos juegos, donde los niños aprendan y sonrían totalmente, lo cual contrasta con la desgarradora imagen de los cadáveres ensangrentados, producto de una mente retorcida y la facilidad para tener armas.

Es muy difícil entender qué tiene que pasar por la mente de un jovencito para poder abrir fuego en contra de niños inocentes, la mente humana es un pozo que alberga los más obscuros secretos que ni el más experimentado psiquiatra o criminólogo puede entender totalmente.

Alrededor de 20 pequeñines fueron privados de la vida, al igual que dos adultos por un ataque cobarde de alguien que se mostraba introvertido. La descomposición social es algo que no solo existe en nuestro país, sino también en la primera potencia del mundo, donde estos ataques se han dado en diversas ocasiones, lo cual abre el debate acerca de la facilidad que tiene todo norteamericano a poseer y portar armas.

La Constitución Estadounidense, en su segunda enmienda, garantiza el derecho mencionado, lo cual da como resultado que prácticamente cualquier ciudadano pueda adquirir pistolas y hasta fusiles de asalto, los únicos que están vetados son: quienes hayan sido sentenciados por más de un año, los fugitivos de la justicia, adictos a substancias controladas, inmigrantes ilegales, soldados dados de baja de manera deshonrosa o quienes estén sujetos a restricciones por acoso a una pareja, es decir, la gran mayoría puede ir a una armería, mostrar una identificación oficial y comprar un arma, es más, se pueden comprar balas en alguna tienda común, como si se tratara de un kilo de manzanas.

También hay que recordar que el servicio militar norteamericano consiste en un buen entrenamiento, donde los sujetos son sometidos a prácticas militares que hacen que prácticamente todos los varones sean diestros en el manejo de las armas, esto debido a que nuestro vecino del norte se ha enfrascado en muchos conflictos bélicos, por lo cual necesita que sus hombres tengan una instrucción básica que les permita incorporarse a la lucha de forma inmediata.

Es aquí donde entra la vocación por las armas y por la guerra, es evidente que el poderío norteamericano tiene su base en la supremacía económica y militar, la primera consecuencia de la segunda, ya que gracias a todas las victorias de Washington se ha forjado un imperio, que si bien ha sufrido una declinación, sigue siendo sumamente poderoso.

Lo he mencionado en ocasiones anteriores, gran parte de los estadounidenses tienen a la pólvora y el plomo en su Adn, es parte de su idiosincrasia tomar las armas y lanzar a la lucha por la libertad y la democracia, bueno, al menos lo que ellos entienden por esos dos conceptos, pero es indudable que nuestros vecinos del norte no serían los mismos si no tuvieran, por mucho, al primer ejército del mundo y todo lo que implica este.

La Asociación Nacional del Rifle también juega un papel predominante, cuyo fin es defender el derecho a poseer armas, la cual goza de mucha aceptación, precisamente por el gusto de millones por tener una pistola.

Los tiempos han cambiado, no es lo mismo la prerrogativa a poseer un mosquetón, como en la época en que se realizó la segunda enmienda, a tener un fusil automático, como el usado en las diferentes masacres, bien se podría hacer una reforma, como las intentadas con antelación, sin embargo, no han tenido eco en los legisladores.

Desgraciadamente cada vez vemos más locos que creen hacer algo trascendente al realizar matanzas colectivas, muestra de personas desadaptadas y carentes de una noción de respeto y valor por la vida, lo cual cada vez es más frecuente, no solo más allá del Rio Bravo, sino en el planeta entero, esperemos que no se repitan estas tragedias, no obstante, las circunstancias seguirán siendo las propicias para el siguiente trastornado que ocasione algo que nos deja sin palabras.

Dudas o comentarios: @vicente_aven; vicente_leopoldo@hotmail.com; 2225647505.