/ sábado 29 de agosto de 2020

¿Quién presta atención verdadera al Informe de Gobierno?

Como todos los años, el próximo uno de septiembre se realizará el evento citado por parte del Presidente de la República, hecho que seguramente provocará un cúmulo de opiniones, a favor y en contra, sin embargo, antes de emitir un comentario o critica, hay que saber interpretar el contenido de este documento.

En los tiempos del todo poderoso PRI, el día del informe se consideraba como una fecha dedicada el primer mandatario. Se establecía todo un protocolo en donde el protagonismo recaía en el líder la nación, quien también era el mandamás del partido que dominó la vida pública por siete décadas.

Todavía me tocó ver esas grandes ceremonias, en las que se establecía el “besamanos” para felicitar al jefe del ejecutivo por parte de los ocupantes del palacio legislativo, todo en medio de una gran publicidad y cobertura por parte de los medios.

Recordemos las grandes ovaciones que recibía el inquilino de los Pinos, como cuando López Portillo afirmó esa característica frase de “defenderé al peso como un perro”, recibiendo aproximadamente 40 series de aplausos por parte del Congreso de la Unión.

En ocasiones, la extensión del informe fue notable, llegando a las 7 horas, en la llamada “danza de las cifras”, en la que se mostraban diferentes datos duros del estado que guardaba la nación.

En la contemporaneidad, esto dejó de ser una ceremonia del ejecutivo federal, a partir del sexto informe de Vicente Fox, cuando se le impidió usar la tribuna, así como le sucedió también a Felipe Calderón en 2007.

El informe ha sido transcrito íntegramente por los principales periódicos durante décadas, lo cierto es que son muy pocas las personas que lo escuchan o leen con atención, situación que dificulta un análisis serio de un documento que debería ser una referencia obligada para cualquiera que le interese su país.

El problema no solo es la indiferencia de los millones de mexicanos que jamás han leído ni un renglón de un informe, sino también la forma inexacta de los datos que este contiene, es decir, el “maquillaje” de las cifras o los sofismas que se aplican.

Por poner un ejemplo cercano, pensemos un poco en los números que daba Moreno Valle, quien afirmaba categóricamente que estaba haciendo un buen trabajo, cuando en realidad realizó el más grande desfalco a la entidad.

También es lamentable que para muchos no importa el contenido del informe, hay quien se pronunciará a favor o en contra, así como sucede con diversos contenidos de la red, esta situación quizá es parte de las acciones de algunos gobernantes, en sus respectivos informes, quienes manifiestan argumentos fuera de la verdad y la realidad, porque saben que digan lo que digan, la opinión de la ciudadanía no variará substancialmente, recordando que, desgraciadamente, la política mexicana se basa, en mayor medida, en el odio y en el subjetivismo, más que en la razón y la verdad.

Yo simplemente espero que todos los presidentes municipales, gobernadores y el Presidente de la República, del partido que sean, puedan realizar bien sus labores en beneficios de un país lastimado y dividido, tal vez mi deseo suene muy ingenuo, pero creo que eso es mejor a ver el informe como si fuera un aficionado que aplaude a quien le simpatiza y le chifla a quien le disgusta. Hasta la vista.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.

Como todos los años, el próximo uno de septiembre se realizará el evento citado por parte del Presidente de la República, hecho que seguramente provocará un cúmulo de opiniones, a favor y en contra, sin embargo, antes de emitir un comentario o critica, hay que saber interpretar el contenido de este documento.

En los tiempos del todo poderoso PRI, el día del informe se consideraba como una fecha dedicada el primer mandatario. Se establecía todo un protocolo en donde el protagonismo recaía en el líder la nación, quien también era el mandamás del partido que dominó la vida pública por siete décadas.

Todavía me tocó ver esas grandes ceremonias, en las que se establecía el “besamanos” para felicitar al jefe del ejecutivo por parte de los ocupantes del palacio legislativo, todo en medio de una gran publicidad y cobertura por parte de los medios.

Recordemos las grandes ovaciones que recibía el inquilino de los Pinos, como cuando López Portillo afirmó esa característica frase de “defenderé al peso como un perro”, recibiendo aproximadamente 40 series de aplausos por parte del Congreso de la Unión.

En ocasiones, la extensión del informe fue notable, llegando a las 7 horas, en la llamada “danza de las cifras”, en la que se mostraban diferentes datos duros del estado que guardaba la nación.

En la contemporaneidad, esto dejó de ser una ceremonia del ejecutivo federal, a partir del sexto informe de Vicente Fox, cuando se le impidió usar la tribuna, así como le sucedió también a Felipe Calderón en 2007.

El informe ha sido transcrito íntegramente por los principales periódicos durante décadas, lo cierto es que son muy pocas las personas que lo escuchan o leen con atención, situación que dificulta un análisis serio de un documento que debería ser una referencia obligada para cualquiera que le interese su país.

El problema no solo es la indiferencia de los millones de mexicanos que jamás han leído ni un renglón de un informe, sino también la forma inexacta de los datos que este contiene, es decir, el “maquillaje” de las cifras o los sofismas que se aplican.

Por poner un ejemplo cercano, pensemos un poco en los números que daba Moreno Valle, quien afirmaba categóricamente que estaba haciendo un buen trabajo, cuando en realidad realizó el más grande desfalco a la entidad.

También es lamentable que para muchos no importa el contenido del informe, hay quien se pronunciará a favor o en contra, así como sucede con diversos contenidos de la red, esta situación quizá es parte de las acciones de algunos gobernantes, en sus respectivos informes, quienes manifiestan argumentos fuera de la verdad y la realidad, porque saben que digan lo que digan, la opinión de la ciudadanía no variará substancialmente, recordando que, desgraciadamente, la política mexicana se basa, en mayor medida, en el odio y en el subjetivismo, más que en la razón y la verdad.

Yo simplemente espero que todos los presidentes municipales, gobernadores y el Presidente de la República, del partido que sean, puedan realizar bien sus labores en beneficios de un país lastimado y dividido, tal vez mi deseo suene muy ingenuo, pero creo que eso es mejor a ver el informe como si fuera un aficionado que aplaude a quien le simpatiza y le chifla a quien le disgusta. Hasta la vista.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.