/ sábado 25 de julio de 2020

¿Quién verdaderamente se puede considerar viejo?

Nuestra sociedad mexicana censura muchas conductas, pero a la vez las promueve, teniendo en el racismo el mejor ejemplo. En el caso de la gente de mayor edad, es notoria la exclusión que sufren, cuando en realidad, las capacidades no se deben medir exclusivamente por un número de años, sino por otros factores que analizaremos.

Hace unas horas fue nombrado Jorge Arganis Díaz Leal como secretario de Comunicaciones y Transportes, substituyendo a Javier Jiménez Espriú, supuestamente por un desacuerdo con el manejo de los puerto y aduanas, recordando que estos pasaron al control de las Fuerzas Armadas. Saliéndome un poco del tema, recordemos que en esos lugares es donde quizá haya más corrupción en el país, por lo que la administración, de una de las instituciones con más prestigio nacional, pueda ayudar a mejorar las cosas.

El nuevo titular de la SCT tiene 90 años de edad, situación que ocasionó diversas reacciones, unas en un tono de sátira que puede resultar hasta graciosa; y otros muchos quienes realmente critican a este ingeniero civil por su longevidad.

La conservación de la juventud ha sido un valor apreciado de forma universal, ser joven representa la fortaleza que da un cuerpo no desgastado, además de ser una oportunidad para poder construir los proyectos y sueños deseados, ya que teóricamente se cuenta con lo más valioso que tiene cualquier ser humano: el tiempo.

Tenemos que mencionar la influencia de los medios de comunicación masiva y expresiones pseudoculturales, en donde los únicos que pueden aparecer son los sujetos jóvenes y bellos, lo cual indudablemente causa una exclusión ideológica de quienes ya tienen mucho camino recorrido.

En nuestro país se han desatado movimientos con la bandera de la inclusión, pero realmente vivimos en un país sumamente discriminatorio, llegando a una simulación de procesos que no soluciona nada.

Cuántas veces hemos oído las expresiones como viejo, ruco, anciano en un tono peyorativo; y de igual manera tenemos cierta alabanza y hasta redención hacia los adultos mayores, claro, solo si son de la familia.

Tenemos muchos ejemplos de personas que no pueden encontrar ningún tipo de empleo porque superan las 5 décadas, aun en labores administrativas. Es cierto que hay profesiones donde la edad determina substancialmente el movimiento, como pueden ser los pilotos de aerolínea o los deportistas, pero aun así encontramos albañiles de la tercera edad que aguantan un bote lleno de mezcla.

Recordemos que había culturas en las que los ancianos eran quienes gozaban de mayor respeto por su experiencia, la cual generalmente viene con las canas, aunque eso no es una regla. También hay que saber reconocer el paso del tiempo y moderarse en algunas actividades riesgosas, tanto física como socialmente, por ejemplo, no sería prudente que un octogenario quisiera estar en un ring o coquetear con veinteañeras en un antro, aunque cada quien es libre de hacer lo que guste o lo que pueda, dentro de los límites de la legalidad.

Yo creo que alguien alcanza la vejez cuando existen las siguientes circunstancias: un apartamiento de la sociedad, dejando totalmente de lado la curiosidad; una consecución de rutinas y hábitos que crean una última zona de confort; reticencia al uso de tecnología y un gran miedo mayor a enfermarse o lastimarse, en conclusión, un viejo deja de ser un contemporáneo, de los cuales hay millones en este país donde la apatía y la ignorancia determinan sus vidas, sin importar si son adolescentes o adultos.

Personalmente me gustaría cumplir 90 años con el físico y la lucidez del nuevo integrante del gabinete federal, a quien se le deberá señalar, positiva o negativamente por su trabajo y no su fecha de nacimiento.

Para finalizar diré que indudablemente los años son un factor, pero lo más importante para determinar las quién es una persona es su actitud y trayectoria. Hasta la vista.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.

Nuestra sociedad mexicana censura muchas conductas, pero a la vez las promueve, teniendo en el racismo el mejor ejemplo. En el caso de la gente de mayor edad, es notoria la exclusión que sufren, cuando en realidad, las capacidades no se deben medir exclusivamente por un número de años, sino por otros factores que analizaremos.

Hace unas horas fue nombrado Jorge Arganis Díaz Leal como secretario de Comunicaciones y Transportes, substituyendo a Javier Jiménez Espriú, supuestamente por un desacuerdo con el manejo de los puerto y aduanas, recordando que estos pasaron al control de las Fuerzas Armadas. Saliéndome un poco del tema, recordemos que en esos lugares es donde quizá haya más corrupción en el país, por lo que la administración, de una de las instituciones con más prestigio nacional, pueda ayudar a mejorar las cosas.

El nuevo titular de la SCT tiene 90 años de edad, situación que ocasionó diversas reacciones, unas en un tono de sátira que puede resultar hasta graciosa; y otros muchos quienes realmente critican a este ingeniero civil por su longevidad.

La conservación de la juventud ha sido un valor apreciado de forma universal, ser joven representa la fortaleza que da un cuerpo no desgastado, además de ser una oportunidad para poder construir los proyectos y sueños deseados, ya que teóricamente se cuenta con lo más valioso que tiene cualquier ser humano: el tiempo.

Tenemos que mencionar la influencia de los medios de comunicación masiva y expresiones pseudoculturales, en donde los únicos que pueden aparecer son los sujetos jóvenes y bellos, lo cual indudablemente causa una exclusión ideológica de quienes ya tienen mucho camino recorrido.

En nuestro país se han desatado movimientos con la bandera de la inclusión, pero realmente vivimos en un país sumamente discriminatorio, llegando a una simulación de procesos que no soluciona nada.

Cuántas veces hemos oído las expresiones como viejo, ruco, anciano en un tono peyorativo; y de igual manera tenemos cierta alabanza y hasta redención hacia los adultos mayores, claro, solo si son de la familia.

Tenemos muchos ejemplos de personas que no pueden encontrar ningún tipo de empleo porque superan las 5 décadas, aun en labores administrativas. Es cierto que hay profesiones donde la edad determina substancialmente el movimiento, como pueden ser los pilotos de aerolínea o los deportistas, pero aun así encontramos albañiles de la tercera edad que aguantan un bote lleno de mezcla.

Recordemos que había culturas en las que los ancianos eran quienes gozaban de mayor respeto por su experiencia, la cual generalmente viene con las canas, aunque eso no es una regla. También hay que saber reconocer el paso del tiempo y moderarse en algunas actividades riesgosas, tanto física como socialmente, por ejemplo, no sería prudente que un octogenario quisiera estar en un ring o coquetear con veinteañeras en un antro, aunque cada quien es libre de hacer lo que guste o lo que pueda, dentro de los límites de la legalidad.

Yo creo que alguien alcanza la vejez cuando existen las siguientes circunstancias: un apartamiento de la sociedad, dejando totalmente de lado la curiosidad; una consecución de rutinas y hábitos que crean una última zona de confort; reticencia al uso de tecnología y un gran miedo mayor a enfermarse o lastimarse, en conclusión, un viejo deja de ser un contemporáneo, de los cuales hay millones en este país donde la apatía y la ignorancia determinan sus vidas, sin importar si son adolescentes o adultos.

Personalmente me gustaría cumplir 90 años con el físico y la lucidez del nuevo integrante del gabinete federal, a quien se le deberá señalar, positiva o negativamente por su trabajo y no su fecha de nacimiento.

Para finalizar diré que indudablemente los años son un factor, pero lo más importante para determinar las quién es una persona es su actitud y trayectoria. Hasta la vista.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.