Se vislumbra la línea de un país dividido, polarizado y en manos del crimen organizado que día a día marca el ejecutivo federal y tal vez continuará hasta el final del 2024, que lamentablemente nos llevará décadas recuperar y reconstruir.
El slogan de primero los pobres ha resultado contrario y sombrío, respecto a lo prometido en campaña, datos oficiales muestran que; 8 millones de mexicanos dejaron la clase media para transitar a filas de la pobreza y 4 millones más en el actual gobierno se encuentran en extrema pobreza.
Ello demuestra que las políticas públicas salen sobrando o pierden afectividad, al tiempo que somos testigos de que las lamentables tragedias que han cobrado una infinidad de vidas humanas, así como los escándalos que en otras latitudes o en otros países hubieran derribado gobiernos, en el muestro no sucede.
En México no pasa nada, ni debilita la popularidad del ejecutivo, debido a su estrategia de comunicación, sustentada en las emociones, donde sus seguidores dan mayor valor a las intenciones que a los logros tangibles, que sumado a las dadivas, puestas en escenas y logros simbólicos, parece que le perdonan todo.
Los seduce con sus expresiones que es del pueblo, manipula y juega repito con lo emocional, donde la sensación de revancha histórica polariza y divide es efectiva, para hacer creer que ahora cuentan con alguien que está decidido a vengarlos.
Al seguir insistiendo en este relativo éxito en la forma de gobernar, se agudizan de manera alarmante los verdaderos problemas que enfrentamos, donde violencia y criminalidad se ha incrementado de manera exponencial.
La descomposición es cada vez más inocultable, pues no es posible aumentar el crecimiento sin la inversión, con un sistema de salud ineficiente y colapsado y una creciente corrupción y a todo lo anterior súmele la militarización de instituciones el desprecio por la ciencia y el deterioro educativo ampliara el rezago en detrimento de la sociedad; la forma de ejercer el gobierno, él encono y los frentes abiertos por el presidente de la república y su persistente narrativa, lamentablemente terminarán por afectar el desarrollo económico, social e institucional.
Ojalá el presidente López Obrador rectifique la senda del autoritarismo y ejerza un gobierno democrático con una visión de Estadista; la buena noticia es que, a la mitad de su mandato, en la presente semana abre el dialogo con un partido de oposición, dando respuesta a una petición del diputado Santiago Creel. El titular de gobernación dialogó con la dirigencia nacional del PAN.
En este encuentro acordaron abrir siete mesas de trabajo, iniciándolas el próximo 10 de enero, en las cuales se discutirán los temas de: empleo y medidas para contener la inflación, combate a la inseguridad, desabasto de medicamentos, polarización, despolitización de la justicia y reforma eléctrica.
Sin duda esta acción muestra un gran avance, que aunada a la reunión que se realizará, de acuerdo a un comentario externado por el presidente en la mañanera, se reunirá con la comisión nacional de gobernadores (Conago), representa una luz para avanzar y fortalecer la vida democrática del país.
Este avance mostrado por el ejecutivo federal, debe servir para que instruya a sus funcionarios a manejarse con dignidad, decoro y apego a las normas constitucionales para lograr acuerdos favorables hacia la comunidad estudiantil que se han manifestado públicamente ante las violaciones a su autonomía y al reforzamiento del sector salud del país.
Debido a que es verdaderamente inaceptable la postura que mostro el Dr. Hugo López Gatell, al comparecer ante el poder legislativo, en la cámara de diputados, quienes son la voz de la ciudadanía que mediante el voto los elegimos para que nos representen y atiendan la demanda social.
No le gusto el cuestionamiento y abandono el recinto legislativo. Mostro una falta de respeto a los legisladores y al poder que representan; merece que la cámara de diputados solicite su remoción, pues es un servidor público y su designación correspondió al ejecutivo federal, su soberbia, nefastas posturas y errático manejo de la pandemia ha cobrado de manera directa e indirecta más de 600 mil vidas humanas; en la rectificación del sendero, el ejecutivo federal, debe poner orden a estas posturas, que afectan a su gobierno y lastiman a la sociedad.
Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com
