Jamás combatirán la pobreza porque necesitan de ella para ganar las elecciones
Carlos Gaviria, jurista colombiano
Hoy en México hay más personas mayores de 60 años que menores de 4 años según la CONAPO (Consejo Nacional de Población). Las proyecciones indican que el fenómeno de envejecimiento de la población mexicana es irreversible, debido a la disminución de la natalidad y a que ha aumentado significativamente la esperanza de vida.
El envejecimiento de la población demandará más servicios, un sistema de salud con enfoque geriátrico y políticas públicas destinadas para este sector cada vez más grande. De allí, la importancia del programa de pensiones para adultos mayores.
Este programa fue implementado por primera vez a nivel federal por el entonces Presidente Vicente Fox en 2006, para mujeres y hombres mayores de 70 años titulado “70 y más…” Programa que continuó el Presidente Felipe Calderón en su sexenio de 2006 a 2012.
Durante el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto el Programa se convirtió en “65 y más” al haber sido una promesa de campaña la reducción de la edad mínima de 70 a 65 años para acceder a este popular programa.
Al inicio de su Gobierno el Presidente instruyó de manera regresiva, que se subiera la edad a 68 años para ser beneficiario, a pesar de haber sido pionero de este sistema de pensiones desde la Jefatura de Gobierno en la Ciudad de México.
Hoy a unos meses de la elección de 2021, el Presidente anuncia que volverá a bajar la edad mínima a 65 años tal y como se hacía en el sexenio pasado, para recibir esta pensión a partir de julio de este año. En los hechos es reconocer que funcionaba la estrategia implementada por Peña Nieto. Lo que no se vale es que se celebre como una concesión novedosa y un triunfo de este Gobierno.
De ser cierto, se hubiese tenido que proyectar este cambio en el presupuesto de 2021. Lo que no sucedió. ¿Cuál es el objetivo de hacer este tipo de declaraciones a menos de 3 meses de la elección?
La maquinaria electoral del Gobierno arrancó: Somos testigos de una rueda de prensa diaria que funciona como propaganda además de un ejército de brigadas llamados “Siervos de la Nación” que desinforman y condicionan la entrega de apoyos y ahora vacunas a cambio de votos.
El uso electoral de programas sociales está prohibido por ley y amerita cárcel de seis meses a 3 años, de acuerdo a la Ley General en Materia de Delitos Electorales.
El Gobierno y su partido se han convertido en lo que juraron destruir. Es evidente el uso electoral de los programas sociales para incidir en el resultado de la elección. Se les olvida que la mejor campaña es hacer un buen gobierno cada día, todos los días y para TODOS los mexicanos y para ello, tuvieron casi 3 años...
