Igual que cientos de ciudadanas y ciudadanos que dimos seguimiento a la discusión de la reforma eléctrica en la Cámara de Diputados, quedé impresionada con el bajo nivel de debate que tienen algunos legisladores y legisladoras, de todas las expresiones políticas.
A las personas que no somos expertas en el mercado eléctrico, en energías renovables, en producción eléctrica y en elementos como el porteo, nos hubiera gustado que el Legislativo hubiera explicado, sin tanta politiquería, por qué sí o por qué no, a la reforma eléctrica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Nos hubieran gustado más detalles, sobre todo porque se trataba de un intento de mantener el monopolio de CFE, que insiste en generar energía eléctrica con carbón y combustóleo, y un costoso sindicato de trabajadores sobre sus espaldas que, irremediablemente tenemos que pagar tanto las personas, como las empresas. Esto, en un momento en el que el mundo está enfocado en producir electricidad con base en fuentes limpias.
En la discusión vimos a legisladores que rompieron pancartas y se desgarraron la voz para acusar traición a la patria.
Es prácticamente imposible contabilizar las veces que el presidente de la Mesa Directiva, Sergio Carlos Gutiérrez Luna -tal vez por falta de autoridad moral- tuvo que pedir orden a legisladores que se recriminaron, ya fuere defender el interés de las empresas trasnacionales, o querer retroceder el tiempo y dar el monopolio energético a la CFE.
Lo cierto es que, en medio de esta discusión quedamos la ciudadanía y las empresas, a quienes por supuesto, no se nos consultó, aunque sí hubo algunos foros que no fueron ampliamente difundidos.
Estoy cierta que, pese al bajo nivel de debate, el sector empresarial quedó tranquilo, al saber que se seguirán promoviendo las energías limpias en el país, y que el gobierno mexicano -o sea, tú y yo incluidos- no tendrá que pagar millones de pesos en sanciones a las empresas que han incursionado en el mercado eléctrico.
¡Esta, por ahora, ya la libramos!
OTROS TEMAS
Por cierto, hablando de política y para quienes me asocian con un partido u otro, lamento decepcionarles, pero no, por ahora soy apartidista y libre pensadora.
Escuchar a todas las expresiones, saludar a todas las personas, departir un rato con ellas, hacer relaciones públicas y sinergias, todavía no significa –que yo sepa- pertenecer a un grupo político. Así que no gasten su tiempo en especulaciones, mejor inviértanlo en cosas propositivas.
¡Nos leemos en la siguiente!
Empresaria del sector restaurantero. Expresidenta de Canirac Puebla y vicepresidenta de Capacitación de Canirac nacional.
Twitter: @OlgaMendezMx
