/ jueves 2 de junio de 2022

Retorno de Inversión | Primero 2022; luego 2024

Antes de comenzar, me parece prudente aclarar que no soy experta en temas políticos, pero sí soy ciudadana y empresaria, con derecho a decir lo que pienso.

En últimas semanas hemos visto a políticos nacionales, ávidos de acercarse a sectores como el empresarial. No tanto porque les interesen los problemas que nos aquejan, sino porque tienen nervios por el 2024, año de la elección presidencial.

Por cierto, no se ha notado a tantas mujeres en estas reuniones.

Desde que al presidente Andrés Manuel López Obrador le empezaron a preguntar por “sus gallos” para el 2024, comenzamos a ver una mayor actividad de muchos personajes de la política, quienes están ansiosos por ser tomados en cuenta en los procesos internos de sus partidos.

Constitucionalmente, todos y todas tenemos derecho a la participación política, pero ahí viene un gran problema que visualizo.

En el caso de quienes hoy ocupan cargos públicos, están distrayendo demasiado tiempo en hablar de sus aspiraciones o de sus posibles contendientes. Seguramente dirán que lo han hecho al amparo de su tiempo libre, pero es obvio que en sus conferencias oficiales -por ejemplo- dan demasiada relevancia a la elección del 2024, más de la que dan a hechos recientes, como feminicidios, desapariciones, robos o abusos de autoridad.

Tomando en cuenta la situación actual de nuestro México, me perece que las personas que aspiran a un cargo público y actualmente se encuentran en uno, deberían ser más mesuradas, pues la ciudadanía exige resultados, antes que volver a dar el voto de confianza.

Aunque es más notorio que quienes incurren más en esta práctica de adelantarse a los tiempos políticos son los aspirantes de Morena –porque que se encuentran en el poder- también la oposición ha empezado con reuniones e intentos para convencer a los diferentes sectores sociales.

Como ciudadanía, seguiremos escuchando las voces de los y las aspirantes, solo que será difícil que no notemos las pocas formas que tienen estos políticos, aun sin estar todavía en el periodo electoral que les interesa.

Mientras tanto, esperaríamos que todas y todos los aspirantes se enfoquen en sus responsabilidades que, por cierto, en varios casos son pagadas con presupuesto público. Ojalá que se pongan a reflexionar sobre esta situación y se centren en lo que urge resolver en este año, y no en el 2024, pues en este tiempo todavía pueden pasar muchas cosas.

Primero deberían trabajar por reducir la violencia, aumentar las inversiones, dar las condiciones para generar empleos y mantener un país próspero.


¡Nos leemos en la siguiente!

@OlgaMendezMx



Antes de comenzar, me parece prudente aclarar que no soy experta en temas políticos, pero sí soy ciudadana y empresaria, con derecho a decir lo que pienso.

En últimas semanas hemos visto a políticos nacionales, ávidos de acercarse a sectores como el empresarial. No tanto porque les interesen los problemas que nos aquejan, sino porque tienen nervios por el 2024, año de la elección presidencial.

Por cierto, no se ha notado a tantas mujeres en estas reuniones.

Desde que al presidente Andrés Manuel López Obrador le empezaron a preguntar por “sus gallos” para el 2024, comenzamos a ver una mayor actividad de muchos personajes de la política, quienes están ansiosos por ser tomados en cuenta en los procesos internos de sus partidos.

Constitucionalmente, todos y todas tenemos derecho a la participación política, pero ahí viene un gran problema que visualizo.

En el caso de quienes hoy ocupan cargos públicos, están distrayendo demasiado tiempo en hablar de sus aspiraciones o de sus posibles contendientes. Seguramente dirán que lo han hecho al amparo de su tiempo libre, pero es obvio que en sus conferencias oficiales -por ejemplo- dan demasiada relevancia a la elección del 2024, más de la que dan a hechos recientes, como feminicidios, desapariciones, robos o abusos de autoridad.

Tomando en cuenta la situación actual de nuestro México, me perece que las personas que aspiran a un cargo público y actualmente se encuentran en uno, deberían ser más mesuradas, pues la ciudadanía exige resultados, antes que volver a dar el voto de confianza.

Aunque es más notorio que quienes incurren más en esta práctica de adelantarse a los tiempos políticos son los aspirantes de Morena –porque que se encuentran en el poder- también la oposición ha empezado con reuniones e intentos para convencer a los diferentes sectores sociales.

Como ciudadanía, seguiremos escuchando las voces de los y las aspirantes, solo que será difícil que no notemos las pocas formas que tienen estos políticos, aun sin estar todavía en el periodo electoral que les interesa.

Mientras tanto, esperaríamos que todas y todos los aspirantes se enfoquen en sus responsabilidades que, por cierto, en varios casos son pagadas con presupuesto público. Ojalá que se pongan a reflexionar sobre esta situación y se centren en lo que urge resolver en este año, y no en el 2024, pues en este tiempo todavía pueden pasar muchas cosas.

Primero deberían trabajar por reducir la violencia, aumentar las inversiones, dar las condiciones para generar empleos y mantener un país próspero.


¡Nos leemos en la siguiente!

@OlgaMendezMx