/ domingo 13 de noviembre de 2022

Retos del feminismo, paridad en todo y acciones afirmativas.

La fundación Konrad Adenauer Stiftung, a través de la Fundación Preciado capítulo Puebla, presentó el KAS Paper “Paridad en todo. Recuento histórico y acciones afirmativas en México” de Aurora Aguilar Rodríguez. Lilia Vélez Iglesias, Claudia Pérez Rodríguez y Mónica Rodríguez Della Vecchia dieron su lectura desde sus posiciones: académica, jueza y diputada, un entramado que tocó fibras y dejó pendientes.


¿Soy feminista? Fue una pregunta que lanzó al aire la autora Aurora Aguilar, y que respondió desde su experiencia y su particular forma de revisar el término. Ella automáticamente concluye que lo es, porque en su definición el feminismo defiende los derechos de las mujeres y es válido. Sin embargo, el feminismo tiene vertientes diversas, significados e interpretaciones que no sólo se remiten a la defensa de los derechos de la mujer. El feminismo desde la perspectiva histórica nos obliga a revisar las olas que ha generado y con ellas los resultados tan palpables que ha tenido, pero también los extremos en los que ha caído como movimiento.


La propuesta del paper me parece que se enclava en un feminismo de la equidad, equilibrado, pero que resiente las fallas de origen que provienen de la cultura. Sí, ha sido una lucha titánica la de mujeres que han encabezado las transformaciones de las que ahora gozamos como género, esas que obligan a reflexionar sobre el terreno ganado y lo que falta. El mensaje de la autora es esperanzador y abre el espacio para valorar lo que la última ola feminista ha logrado, como bien lo expuso: para que las jóvenes no olviden lo que hay detrás de esos triunfos, como la no discriminación laboral o los lactarios en las oficinas, entre otros.


La Paridad en todo hace la alusión a la igualdad, en el ámbito de los derechos civiles es más que exigible; sin embargo, hay diferencias sustanciales entre hombres y mujeres que nos dejan también una veta para la equidad porque la naturaleza obliga, y salta de inmediato el pequeño asunto de la gestación, dar a luz y amamantar, por ejemplo. No necesariamente los cuidados, que ya es un paquete más amplio. Bueno, los vientres subrogados implican de todas formas el proceso biológico en cuestión. Así que la igualdad está bien, pero hay que distinguir que es en el terreno de los derechos civiles.


La acción afirmativa ha tenido efectos paulatinos. Desde 1975, con la primera Conferencia Mundial de la Mujer, las acciones afirmativas se han reproducido en los países para promover la igualdad, pero no hay hasta ahora un consenso en el concepto. Al menos en 2001, las Naciones Unidas propuso que “la acción afirmativa es un conjunto coherente de medidas de carácter temporal dirigidas a corregir la situación del grupo al que están destinadas en un aspecto o varios de su vida social para alcanzar la igualdad”. En América Latina, el país con regiones de alta desigualdad en el mundo en cuanto a participación política, acceso a la educación, salud, justicia y empleo, esperaríamos Políticas Públicas para reducir esas brechas, dirigidas a las poblaciones más vulnerables y rezagadas, para que haya espacios de oportunidad.


Pero más allá de acciones afirmativas, el ancla que no deja avanzar esta transformación al ritmo que quisiéramos, está en la cultura de discriminación que nos invade. Me refiero al trato desigual por raza, religión, apariencia física, adscripción política, sexo, edad, condición física o mental, orientación sexual, etc. Es así que cualquier avance en las leyes se puede anular en cualquier momento porque la cultura no alcanza para asumirlo como forma de vida. Aquí, me parece que llegaron a coincidir las ponentes que expresaron su inquietud por continuar en este trabajo que tendrá que esperar un poco más para que así sea. Por lo pronto, el reto está expuesto, es el cambio en el pensamiento y la concepción de lo que consideramos como hombre y mujer, como equidad e igualdad. Enhorabuena por un ejercicio necesario.







*Politóloga, profesora-investigadora. Miembro Fundadora de la AMECIP y secretaria de Membresías (2022-2024) Mail: margarita_arguelles@hotmail.com

La fundación Konrad Adenauer Stiftung, a través de la Fundación Preciado capítulo Puebla, presentó el KAS Paper “Paridad en todo. Recuento histórico y acciones afirmativas en México” de Aurora Aguilar Rodríguez. Lilia Vélez Iglesias, Claudia Pérez Rodríguez y Mónica Rodríguez Della Vecchia dieron su lectura desde sus posiciones: académica, jueza y diputada, un entramado que tocó fibras y dejó pendientes.


¿Soy feminista? Fue una pregunta que lanzó al aire la autora Aurora Aguilar, y que respondió desde su experiencia y su particular forma de revisar el término. Ella automáticamente concluye que lo es, porque en su definición el feminismo defiende los derechos de las mujeres y es válido. Sin embargo, el feminismo tiene vertientes diversas, significados e interpretaciones que no sólo se remiten a la defensa de los derechos de la mujer. El feminismo desde la perspectiva histórica nos obliga a revisar las olas que ha generado y con ellas los resultados tan palpables que ha tenido, pero también los extremos en los que ha caído como movimiento.


La propuesta del paper me parece que se enclava en un feminismo de la equidad, equilibrado, pero que resiente las fallas de origen que provienen de la cultura. Sí, ha sido una lucha titánica la de mujeres que han encabezado las transformaciones de las que ahora gozamos como género, esas que obligan a reflexionar sobre el terreno ganado y lo que falta. El mensaje de la autora es esperanzador y abre el espacio para valorar lo que la última ola feminista ha logrado, como bien lo expuso: para que las jóvenes no olviden lo que hay detrás de esos triunfos, como la no discriminación laboral o los lactarios en las oficinas, entre otros.


La Paridad en todo hace la alusión a la igualdad, en el ámbito de los derechos civiles es más que exigible; sin embargo, hay diferencias sustanciales entre hombres y mujeres que nos dejan también una veta para la equidad porque la naturaleza obliga, y salta de inmediato el pequeño asunto de la gestación, dar a luz y amamantar, por ejemplo. No necesariamente los cuidados, que ya es un paquete más amplio. Bueno, los vientres subrogados implican de todas formas el proceso biológico en cuestión. Así que la igualdad está bien, pero hay que distinguir que es en el terreno de los derechos civiles.


La acción afirmativa ha tenido efectos paulatinos. Desde 1975, con la primera Conferencia Mundial de la Mujer, las acciones afirmativas se han reproducido en los países para promover la igualdad, pero no hay hasta ahora un consenso en el concepto. Al menos en 2001, las Naciones Unidas propuso que “la acción afirmativa es un conjunto coherente de medidas de carácter temporal dirigidas a corregir la situación del grupo al que están destinadas en un aspecto o varios de su vida social para alcanzar la igualdad”. En América Latina, el país con regiones de alta desigualdad en el mundo en cuanto a participación política, acceso a la educación, salud, justicia y empleo, esperaríamos Políticas Públicas para reducir esas brechas, dirigidas a las poblaciones más vulnerables y rezagadas, para que haya espacios de oportunidad.


Pero más allá de acciones afirmativas, el ancla que no deja avanzar esta transformación al ritmo que quisiéramos, está en la cultura de discriminación que nos invade. Me refiero al trato desigual por raza, religión, apariencia física, adscripción política, sexo, edad, condición física o mental, orientación sexual, etc. Es así que cualquier avance en las leyes se puede anular en cualquier momento porque la cultura no alcanza para asumirlo como forma de vida. Aquí, me parece que llegaron a coincidir las ponentes que expresaron su inquietud por continuar en este trabajo que tendrá que esperar un poco más para que así sea. Por lo pronto, el reto está expuesto, es el cambio en el pensamiento y la concepción de lo que consideramos como hombre y mujer, como equidad e igualdad. Enhorabuena por un ejercicio necesario.







*Politóloga, profesora-investigadora. Miembro Fundadora de la AMECIP y secretaria de Membresías (2022-2024) Mail: margarita_arguelles@hotmail.com