/ lunes 22 de octubre de 2018

¿Revuelta priista en declive? Eso parece

Los tricolores que hace un par de semanas amenazaban con agitar al PRI desde sus entrañas para sacarlo del marasmo en que se encuentra desde que perdió la gubernatura en 2010 comienzan a ablandarse.

A escasos días de haber levantado la voz para denunciar la crisis que se sufre al interior de ese partido, principalmente a partir del proceso electoral que concluyó el 1 de julio, con excepción de la contienda de gobernador, algunos de los 36 firmantes de aquel famoso desplegado consideran buena opción acudir al Comité Ejecutivo Nacional para tratar la rebelión con un secretario de mediano nivel… ¡y no con la presidenta!

Adela Cerezo Bautista, uno de los personajes metidos en este movimiento que lleva, o llevaba, como una de sus principales causas la remoción de Enrique Doger Guerrero del mando del partido, convocó a sus colegas a una reunión en la sede del CEN, pero con el secretario de Acción Electoral.

“Estimados compañeros del Grupo Renovación”, dice un mensaje de la exdiputada federal dirigido por igual a todos los “rebeldes”, que, como usted verá, ya se han puesto nombre.

“Les informo”, agrega, “que me buscó el lic José Reyes Baeza Terrazas, Srio del CEN, para invitarnos a platicar con respecto a nuestro posicionamiento. La cita es el lunes 22 de octubre a las 12:00 en el PRI nacional”.

Reyes Baeza es secretario de Acción Electoral y en sentido estrictamente político no es un enano.

Fue gobernador del estado de Chihuahua, director general del ISSSTE con Peña Nieto y candidato perdedor al Senado de la República.

Sin embargo, para efectos prácticos del movimiento tricolor que se ha gestado en Puebla, sí lo es.

Está muy claro.

En lugar de atenderlos de manera personal, Claudia Ruiz Massieu, presidenta del CEN, manda a sus secretarios para disciplinar a los inconformes.

De eso se trata.

Eso solo significa que le importaron muy poco el contenido del discurso y las motivaciones de los quejosos, con todo y que dedicaron tiempo y esfuerzo para hacer una radiografía muy bien cuidada acerca de lo que ocurre con el tricolor en el estado.

Asistir al encuentro con Reyes Baeza significará la claudicación del movimiento.

Los 36 priistas firmantes de aquella carta abierta no pidieron nimiedades como mejorar el mobiliario del Comité Directivo Estatal o apoyo económico para las fiestas decembrinas, ahora que varios de ellos se quedarán sin empleo con el relevo en la administración federal.

Demandaron, se supone, cambios profundos que conduzcan a una nueva dinámica del partido con relación a sus militantes y el fin de esa perversa complicidad que los puso a las órdenes del exgobernador Rafael Moreno Valle en perjuicio de su propia viabilidad como partido de oposición.

El tema no es menor.

O sí, pero para Ruiz Massieu, que no pudo o no quiso abrir un espacio en su agenda de trabajo para dialogar con los poblanos.

Además de Adela Cerezo, algunos de los priistas que piensan que pueden sacar provecho de la plática con el representante de la dirigente nacional son Oscar Aguilar González, Antonio Hernández y Genis y Jorge Arroyo García.

La realidad es que podían haber esperado un poco más hasta conseguir la cita con su presidenta.

Ajustarse al manual básico de cualquier sindicato, que recomienda llevar las negociaciones al máximo límite para conseguir los objetivos trazados, les habría caído bien.

Parece que no lo harán y que tendrán que enfrentar las consecuencias.

Antes de ingresar al edificio del CEN en Insurgentes Norte, los promotores del encuentro han pedido reunirse 11:30 de la mañana en el Sanborns que se ubica enfrente, al otro lado de la avenida, para salir juntos a su cita con el chihuahuense.

¿Quiénes y cuántos llegarán?


@jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

Los tricolores que hace un par de semanas amenazaban con agitar al PRI desde sus entrañas para sacarlo del marasmo en que se encuentra desde que perdió la gubernatura en 2010 comienzan a ablandarse.

A escasos días de haber levantado la voz para denunciar la crisis que se sufre al interior de ese partido, principalmente a partir del proceso electoral que concluyó el 1 de julio, con excepción de la contienda de gobernador, algunos de los 36 firmantes de aquel famoso desplegado consideran buena opción acudir al Comité Ejecutivo Nacional para tratar la rebelión con un secretario de mediano nivel… ¡y no con la presidenta!

Adela Cerezo Bautista, uno de los personajes metidos en este movimiento que lleva, o llevaba, como una de sus principales causas la remoción de Enrique Doger Guerrero del mando del partido, convocó a sus colegas a una reunión en la sede del CEN, pero con el secretario de Acción Electoral.

“Estimados compañeros del Grupo Renovación”, dice un mensaje de la exdiputada federal dirigido por igual a todos los “rebeldes”, que, como usted verá, ya se han puesto nombre.

“Les informo”, agrega, “que me buscó el lic José Reyes Baeza Terrazas, Srio del CEN, para invitarnos a platicar con respecto a nuestro posicionamiento. La cita es el lunes 22 de octubre a las 12:00 en el PRI nacional”.

Reyes Baeza es secretario de Acción Electoral y en sentido estrictamente político no es un enano.

Fue gobernador del estado de Chihuahua, director general del ISSSTE con Peña Nieto y candidato perdedor al Senado de la República.

Sin embargo, para efectos prácticos del movimiento tricolor que se ha gestado en Puebla, sí lo es.

Está muy claro.

En lugar de atenderlos de manera personal, Claudia Ruiz Massieu, presidenta del CEN, manda a sus secretarios para disciplinar a los inconformes.

De eso se trata.

Eso solo significa que le importaron muy poco el contenido del discurso y las motivaciones de los quejosos, con todo y que dedicaron tiempo y esfuerzo para hacer una radiografía muy bien cuidada acerca de lo que ocurre con el tricolor en el estado.

Asistir al encuentro con Reyes Baeza significará la claudicación del movimiento.

Los 36 priistas firmantes de aquella carta abierta no pidieron nimiedades como mejorar el mobiliario del Comité Directivo Estatal o apoyo económico para las fiestas decembrinas, ahora que varios de ellos se quedarán sin empleo con el relevo en la administración federal.

Demandaron, se supone, cambios profundos que conduzcan a una nueva dinámica del partido con relación a sus militantes y el fin de esa perversa complicidad que los puso a las órdenes del exgobernador Rafael Moreno Valle en perjuicio de su propia viabilidad como partido de oposición.

El tema no es menor.

O sí, pero para Ruiz Massieu, que no pudo o no quiso abrir un espacio en su agenda de trabajo para dialogar con los poblanos.

Además de Adela Cerezo, algunos de los priistas que piensan que pueden sacar provecho de la plática con el representante de la dirigente nacional son Oscar Aguilar González, Antonio Hernández y Genis y Jorge Arroyo García.

La realidad es que podían haber esperado un poco más hasta conseguir la cita con su presidenta.

Ajustarse al manual básico de cualquier sindicato, que recomienda llevar las negociaciones al máximo límite para conseguir los objetivos trazados, les habría caído bien.

Parece que no lo harán y que tendrán que enfrentar las consecuencias.

Antes de ingresar al edificio del CEN en Insurgentes Norte, los promotores del encuentro han pedido reunirse 11:30 de la mañana en el Sanborns que se ubica enfrente, al otro lado de la avenida, para salir juntos a su cita con el chihuahuense.

¿Quiénes y cuántos llegarán?


@jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx