/ jueves 22 de noviembre de 2018

¡Ring a cambio de curules!

Tras el show registrado en el Congreso del Estado, las ocurrencias del respetable han llegado de inmediato y van desde quienes proponen cambiar las curules por un ring hasta la idea más práctica que es cambiarle el nombre al recinto para que deje de llamarse Cámara de Diputados y ahora sea nombrada cámara de “di-putazos”.

La zarandeada entre los legisladores José Juan Espinosa y Carlos Morales demuestra que sucedió lo que tarde o temprano se advertía que podría suceder pero que se dudaba que pasara: que llegaran a los golpes y hoy tristemente esa es la noticia en lugar de que los encabezados de los diarios fueran las reformas aprobadas.

Si hacemos memoria recordaremos otros enfrentamientos verbales que precedieron las llaves de lucha libre y manotazos de la tarde-noche del martes, por lo que hoy queda claro que en lugar de legisladores ahora tenemos aprendices de luchadores.

Seguramente cada diputado tiene sus razones y justificaciones para haber llegado a las manos y en su perspectiva les asiste la razón, pero ante la bochornosa escena solo queda sugerirles que si en realidad se traen ganas, si ya no se toleran; pues que se echen un tirito, pues así tendrán una terapia y sacarán su furia y coraje para lo que viene porque apenas llevan 2 meses de "convivencia" y aún les faltan 2 años y 10 meses. ¡¡¡uuufff!!!

Fríamente hay que decir que extraña ver que los diputados hayan llegado al grado de querer partirse su mandarina en gajos porque se supone que son personas preparadas, con estudios universitarios y hasta posgrados. Se entiende que son capaces de razonar, de discutir con argumentos y conseguir acuerdos, ellos siempre han tenido la habilidad del discurso y la retórica, ah pero en esta ocasión vimos todo lo contrario y en lugar de observar a adultos maduros discutiendo para construir, solo vimos a quienes parecían chamacos buscando resolver sus diferencias a trompadas y en vez de construir solo se exhibieron para destruir.

Lo peor de todo es que tras la resaca cada bando se lava las manos. Cada fracción se deslinda y le echa la culpa a sus oponentes. Unos se llaman víctimas, los otros son provocadores… qué pena no asumir responsabilidades. Los que acusan de ser los agredidos en los videos se ven como los agresores y en tanto los que acusan que los provocaron, abusan de su power. Ni a cuál irle.

Si esto va a suceder durante toda la legislatura, ay nanita... Que el señor nos agarre confesados. Si los protagonistas de las trifulcas en el Congreso del Estado son los responsables de reformas legislativas, ay que revisar que proponen y que reforman, no vayan a salpicar las leyes con su ira. En suma, en lugar que estar en el Poder Legislativo deberían estar en un ring o ya de plano protagonizar una versión moderna de aquella memorable cinta de Pedro Infante y Jorge Negrete: Dos tipos de cuidado. ¡Una escena así, hasta se agradecería!


#UrgeSeguridad

Cuando escuchas todos los días en las sobremesas, en los cafés, en las pláticas de las comadres y compadres, así como de los comerciantes y empresarios que manifiestan su temor por el aumento desmedido de la inseguridad, pero en un contrasentido lees los diarios, escuchas la radio y ves noticias en televisión en donde funcionarios afirman todo lo contrario y dicen que todo marcha bien, es cuando te das cuenta que algo anda mal y solo reafirmas que los servidores públicos viven en su burbuja.

Cuando todos los días se reportan robos al transporte público, a diario hay cortinazos en negocios de todos los giros. Toda la semana hay atracos a peatones y qué decir del desmantelamiento de autopartes en la zona metropolitana, es cuando solo confirmas que todo sigue igual y que pese al cambio de autoridades municipales, se supone las más cercanas a los ciudadanos, solo revalidas que los nuevos se quedaron muy cortos o de plano están muy pollitos para encarar los problemas reales del respetable. Lo peor de todo es que los ciudadanos seguimos condenados a más inseguridad.

En su defensa las nuevas autoridades municipales dicen que 37 días son insuficientes para terminar con la inercia delictiva en la zona conurbada y tienen razón, pero si tomamos en cuenta que en lugar de aceptar, minimizan los delitos y justifican sus limitaciones, pues ya valimos. Menos bla, bla, bla… #UrgeSeguridad


Le recuerdo que como siempre, tenemos el changarro abierto las 24 horas. Si quiere compartir chismes, tips o cualquier ocurrencia, son bienvenidos en Twitter @ferabrajan1 y en fabrajan@hotmail.com

Tras el show registrado en el Congreso del Estado, las ocurrencias del respetable han llegado de inmediato y van desde quienes proponen cambiar las curules por un ring hasta la idea más práctica que es cambiarle el nombre al recinto para que deje de llamarse Cámara de Diputados y ahora sea nombrada cámara de “di-putazos”.

La zarandeada entre los legisladores José Juan Espinosa y Carlos Morales demuestra que sucedió lo que tarde o temprano se advertía que podría suceder pero que se dudaba que pasara: que llegaran a los golpes y hoy tristemente esa es la noticia en lugar de que los encabezados de los diarios fueran las reformas aprobadas.

Si hacemos memoria recordaremos otros enfrentamientos verbales que precedieron las llaves de lucha libre y manotazos de la tarde-noche del martes, por lo que hoy queda claro que en lugar de legisladores ahora tenemos aprendices de luchadores.

Seguramente cada diputado tiene sus razones y justificaciones para haber llegado a las manos y en su perspectiva les asiste la razón, pero ante la bochornosa escena solo queda sugerirles que si en realidad se traen ganas, si ya no se toleran; pues que se echen un tirito, pues así tendrán una terapia y sacarán su furia y coraje para lo que viene porque apenas llevan 2 meses de "convivencia" y aún les faltan 2 años y 10 meses. ¡¡¡uuufff!!!

Fríamente hay que decir que extraña ver que los diputados hayan llegado al grado de querer partirse su mandarina en gajos porque se supone que son personas preparadas, con estudios universitarios y hasta posgrados. Se entiende que son capaces de razonar, de discutir con argumentos y conseguir acuerdos, ellos siempre han tenido la habilidad del discurso y la retórica, ah pero en esta ocasión vimos todo lo contrario y en lugar de observar a adultos maduros discutiendo para construir, solo vimos a quienes parecían chamacos buscando resolver sus diferencias a trompadas y en vez de construir solo se exhibieron para destruir.

Lo peor de todo es que tras la resaca cada bando se lava las manos. Cada fracción se deslinda y le echa la culpa a sus oponentes. Unos se llaman víctimas, los otros son provocadores… qué pena no asumir responsabilidades. Los que acusan de ser los agredidos en los videos se ven como los agresores y en tanto los que acusan que los provocaron, abusan de su power. Ni a cuál irle.

Si esto va a suceder durante toda la legislatura, ay nanita... Que el señor nos agarre confesados. Si los protagonistas de las trifulcas en el Congreso del Estado son los responsables de reformas legislativas, ay que revisar que proponen y que reforman, no vayan a salpicar las leyes con su ira. En suma, en lugar que estar en el Poder Legislativo deberían estar en un ring o ya de plano protagonizar una versión moderna de aquella memorable cinta de Pedro Infante y Jorge Negrete: Dos tipos de cuidado. ¡Una escena así, hasta se agradecería!


#UrgeSeguridad

Cuando escuchas todos los días en las sobremesas, en los cafés, en las pláticas de las comadres y compadres, así como de los comerciantes y empresarios que manifiestan su temor por el aumento desmedido de la inseguridad, pero en un contrasentido lees los diarios, escuchas la radio y ves noticias en televisión en donde funcionarios afirman todo lo contrario y dicen que todo marcha bien, es cuando te das cuenta que algo anda mal y solo reafirmas que los servidores públicos viven en su burbuja.

Cuando todos los días se reportan robos al transporte público, a diario hay cortinazos en negocios de todos los giros. Toda la semana hay atracos a peatones y qué decir del desmantelamiento de autopartes en la zona metropolitana, es cuando solo confirmas que todo sigue igual y que pese al cambio de autoridades municipales, se supone las más cercanas a los ciudadanos, solo revalidas que los nuevos se quedaron muy cortos o de plano están muy pollitos para encarar los problemas reales del respetable. Lo peor de todo es que los ciudadanos seguimos condenados a más inseguridad.

En su defensa las nuevas autoridades municipales dicen que 37 días son insuficientes para terminar con la inercia delictiva en la zona conurbada y tienen razón, pero si tomamos en cuenta que en lugar de aceptar, minimizan los delitos y justifican sus limitaciones, pues ya valimos. Menos bla, bla, bla… #UrgeSeguridad


Le recuerdo que como siempre, tenemos el changarro abierto las 24 horas. Si quiere compartir chismes, tips o cualquier ocurrencia, son bienvenidos en Twitter @ferabrajan1 y en fabrajan@hotmail.com