/ lunes 28 de mayo de 2018

Río Atoyac

Del deshielo de la Sierra Nevada en Puebla nace el río Atoyac. Su extensión abarca el valle de Puebla-Tlaxcala. En Puebla el río es retenido en la Presa de Valsequillo.

El río cruza los valles de Atlixco y Matamoros, convirtiéndolos en parte esencial de la actividad agrícola e industrial de nuestro estado.

Existe la leyenda de que un habitante de Puebla, llamado Basilio, un día decidió pasear por la orilla del río, acompañado de sus sobrinos.

Durante el paseo notaron a lo lejos algo que llamó su atención. Era un bello estanque separado del río. Al irse acercando pudieron percibir que, aparte de tener un agua cristalina de hermosos tonos azules y verdes, era de poca profundidad.

Al fondo se encontraban peces de magníficos colores. Sorprendidos de nunca haber visto el estanque en sus paseos anteriores, entraron al agua para nadar.

Ahí notaron que los peces se acercaban a ellos, pero continuaron jugando.

El tío y sus sobrinos estaban disfrutando de un rato muy agradable hasta que se dieron cuenta de que los peces actuaban muy extraño.

Al ver esto decidieron salir del estanque.

Ya fuera del agua comenzaron a ver cómo los peces hacían una formación para escribir la palabra “auxilio”. Sin pensarlo dos veces, Basilio y sus sobrinos corrieron y regresaron a casa.

Al contar esta experiencia a sus conocidos y familiares, la noticia corrió de boca en boca.

Hubo varias personas que intentaron encontrar la laguna encantada, pero no tuvieron éxito.

Pasado el tiempo, otras personas dicen haber visto el estanque en diferentes lugares a la orilla del río Atoyac.

Hasta ahora no se sabe de dónde provino la laguna encantada ni por qué los peces pedían auxilio.

Y tú, ¿qué más conoces sobre esta leyenda? Los invito a dejar su mensaje en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí. Con los hashtags #Puebla y #VívelaBien.

Como dijo el escritor Salman Rushdie: “Las leyendas crean a veces la realidad, y resultan más útiles que los hechos.”


Facebook: David Villanueva Lomelí

www.davidvillanueva.mx

Del deshielo de la Sierra Nevada en Puebla nace el río Atoyac. Su extensión abarca el valle de Puebla-Tlaxcala. En Puebla el río es retenido en la Presa de Valsequillo.

El río cruza los valles de Atlixco y Matamoros, convirtiéndolos en parte esencial de la actividad agrícola e industrial de nuestro estado.

Existe la leyenda de que un habitante de Puebla, llamado Basilio, un día decidió pasear por la orilla del río, acompañado de sus sobrinos.

Durante el paseo notaron a lo lejos algo que llamó su atención. Era un bello estanque separado del río. Al irse acercando pudieron percibir que, aparte de tener un agua cristalina de hermosos tonos azules y verdes, era de poca profundidad.

Al fondo se encontraban peces de magníficos colores. Sorprendidos de nunca haber visto el estanque en sus paseos anteriores, entraron al agua para nadar.

Ahí notaron que los peces se acercaban a ellos, pero continuaron jugando.

El tío y sus sobrinos estaban disfrutando de un rato muy agradable hasta que se dieron cuenta de que los peces actuaban muy extraño.

Al ver esto decidieron salir del estanque.

Ya fuera del agua comenzaron a ver cómo los peces hacían una formación para escribir la palabra “auxilio”. Sin pensarlo dos veces, Basilio y sus sobrinos corrieron y regresaron a casa.

Al contar esta experiencia a sus conocidos y familiares, la noticia corrió de boca en boca.

Hubo varias personas que intentaron encontrar la laguna encantada, pero no tuvieron éxito.

Pasado el tiempo, otras personas dicen haber visto el estanque en diferentes lugares a la orilla del río Atoyac.

Hasta ahora no se sabe de dónde provino la laguna encantada ni por qué los peces pedían auxilio.

Y tú, ¿qué más conoces sobre esta leyenda? Los invito a dejar su mensaje en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí. Con los hashtags #Puebla y #VívelaBien.

Como dijo el escritor Salman Rushdie: “Las leyendas crean a veces la realidad, y resultan más útiles que los hechos.”


Facebook: David Villanueva Lomelí

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