/ domingo 24 de enero de 2021

Secuelas y automedicación

Los consultorios de farmacias particulares que ofrecen servicios médicos fueron de gran ayuda para descongestionar los servicios médicos en hospitales públicos cuando proliferaron, a partir del 25 de agosto de 2010, cuando entró en vigor el acuerdo que reguló la venta y dispensación de antibióticos, sólo se podrían vender con receta médica. Desde entonces el número de consultorios creció 266%, según datos de la Cofepris (2016), porque se instalaron desde 2006 y eran 2,956 en toda la República. Pero en pandemia asoma otro problema más, con estas clínicas incluso, en el ya de por sí complejo entorno que vivimos.

La época del año, con fríos anunciados, regularmente traen afecciones en vías respiratorias y sobre todo a los más vulnerables: niños y personas de la tercera edad. Así que, la vacuna contra la influenza es una opción pero si no se pudo vacunar y hay algún malestar, acudimos a estas clínicas.

Hay muchas razones por las que se ofertaron como las mejores opciones en padecimientos no graves. Fuimos aprendiendo que para enfermedades crónicas, padecimientos severos, las clínicas de farmacia no funcionan bien. El precio de 30 o 50 pesos la consulta resulta atractiva, no hay competencia frente a 1500 o 900 pesos que un médico puede cobrar. Ante padecimientos por vías respiratorias sí eran la opción, pero lo desconocido y complejo del padecimiento por covid-19 la cancelaron.

¿Quién no fue a una consulta por un resfriado común, una tos, o infecciones estomacales? Ahí mismo te dan el medicamento y con 100, 200 o 300 pesos la habías librado, pero ya no. Ahora, las prescripciones médicas en los consultorios se confunden, se complican; hipertensión, sobrepeso, y otras variables no consideradas pueden cambiar el resultado, incluso fatalmente.

La neumonía atípica, que es cuadro de coronavirus, o “principios de covid” lo que es ilógico porque si tienes no estás al principio, ya llegó a tu cuerpo. Son los diagnósticos que he sabido, dan estos médicos de clínicas de farmacia. Pero la población sigue acudiendo, por el precio; aunque las complicaciones llegan a los 10 o 14 días, con las complicaciones respiratorias. Entonces, ya es tarde para acudir al hospital.

Además, la automedicación no cesa. Me han pedido la receta que me dio el neumólogo que me trató de covid, como si todos los cuerpos tuvieran los mismos padecimientos. Esto es un síntoma de desesperación, es comprensible, estamos al límite. Ahora resta cuidarnos mucho.

Algo que se debe considerar son las secuelas del covid-19 para quienes han padecido la infección; ahora, claro que estamos en crisis de salud pública y no hay posibilidad de estudio, pero la vida sigue y los sobrevivientes claro que tienen secuelas ¿Qué órganos afectó el virus? ¿Qué afectaciones presenta? No se sabe, pero incluso pude reinfectarse. Bueno, el coronavirus es desconocido.

Por lo pronto, los remedios naturales no han pasado de moda, es recomendable tomar limón, naranja, guayaba, cebolla, ajo, jengibre, cúrcuma, orégano, y cuanta fruta o especia ayude a elevar los niveles inmunológicos, es bueno. Lo demás, es trabajo del gobierno y su gabinete, ahora ocupado con la vacunación. Veremos.

*Politóloga, profesora-investigadora. Miembro Fundadora de la AMECIP. Mail: margarita_arguelles@hotmail.com

Los consultorios de farmacias particulares que ofrecen servicios médicos fueron de gran ayuda para descongestionar los servicios médicos en hospitales públicos cuando proliferaron, a partir del 25 de agosto de 2010, cuando entró en vigor el acuerdo que reguló la venta y dispensación de antibióticos, sólo se podrían vender con receta médica. Desde entonces el número de consultorios creció 266%, según datos de la Cofepris (2016), porque se instalaron desde 2006 y eran 2,956 en toda la República. Pero en pandemia asoma otro problema más, con estas clínicas incluso, en el ya de por sí complejo entorno que vivimos.

La época del año, con fríos anunciados, regularmente traen afecciones en vías respiratorias y sobre todo a los más vulnerables: niños y personas de la tercera edad. Así que, la vacuna contra la influenza es una opción pero si no se pudo vacunar y hay algún malestar, acudimos a estas clínicas.

Hay muchas razones por las que se ofertaron como las mejores opciones en padecimientos no graves. Fuimos aprendiendo que para enfermedades crónicas, padecimientos severos, las clínicas de farmacia no funcionan bien. El precio de 30 o 50 pesos la consulta resulta atractiva, no hay competencia frente a 1500 o 900 pesos que un médico puede cobrar. Ante padecimientos por vías respiratorias sí eran la opción, pero lo desconocido y complejo del padecimiento por covid-19 la cancelaron.

¿Quién no fue a una consulta por un resfriado común, una tos, o infecciones estomacales? Ahí mismo te dan el medicamento y con 100, 200 o 300 pesos la habías librado, pero ya no. Ahora, las prescripciones médicas en los consultorios se confunden, se complican; hipertensión, sobrepeso, y otras variables no consideradas pueden cambiar el resultado, incluso fatalmente.

La neumonía atípica, que es cuadro de coronavirus, o “principios de covid” lo que es ilógico porque si tienes no estás al principio, ya llegó a tu cuerpo. Son los diagnósticos que he sabido, dan estos médicos de clínicas de farmacia. Pero la población sigue acudiendo, por el precio; aunque las complicaciones llegan a los 10 o 14 días, con las complicaciones respiratorias. Entonces, ya es tarde para acudir al hospital.

Además, la automedicación no cesa. Me han pedido la receta que me dio el neumólogo que me trató de covid, como si todos los cuerpos tuvieran los mismos padecimientos. Esto es un síntoma de desesperación, es comprensible, estamos al límite. Ahora resta cuidarnos mucho.

Algo que se debe considerar son las secuelas del covid-19 para quienes han padecido la infección; ahora, claro que estamos en crisis de salud pública y no hay posibilidad de estudio, pero la vida sigue y los sobrevivientes claro que tienen secuelas ¿Qué órganos afectó el virus? ¿Qué afectaciones presenta? No se sabe, pero incluso pude reinfectarse. Bueno, el coronavirus es desconocido.

Por lo pronto, los remedios naturales no han pasado de moda, es recomendable tomar limón, naranja, guayaba, cebolla, ajo, jengibre, cúrcuma, orégano, y cuanta fruta o especia ayude a elevar los niveles inmunológicos, es bueno. Lo demás, es trabajo del gobierno y su gabinete, ahora ocupado con la vacunación. Veremos.

*Politóloga, profesora-investigadora. Miembro Fundadora de la AMECIP. Mail: margarita_arguelles@hotmail.com