/ miércoles 5 de mayo de 2021

Seguir la transformación (¿cuál?) o corregir el rumbo (¿cómo?)

Un punto que había que observar en el arranque de las campañas electorales en el municipio de Puebla era el mensaje que utilizarían Claudia Rivera Vivanco y Eduardo Rivera Pérez en sus primeros despliegues de propaganda, pues así se podría conocer la idea principal que ambos candidatos han definido para proponerles a los votantes y tratar de motivarlos en favor de su causa.

En una contienda electoral tan corta, de apenas un mes, era previsible que tanto uno como otro aspirante a la presidencia municipal de Puebla movieran ese mensaje central desde el primer día de las campañas, y así fue.

La guerra electoral por aire, como se denomina a la difusión de propaganda en medios tradicionales y medios (semi)nuevos como la web y las redes sociales, inundará a los habitantes de la capital del estado con un contenido diverso, pero con un denominador común encaminado a venderle una idea central al electorado.

Lo que exponga esa idea será relevante porque mostrará la propuesta fundamental de las ofertas políticas y de gobierno que han comenzado a plantear los candidatos más importantes en esta contienda, los únicos dos con posibilidades de triunfo, ella, de Morena, y él, del PAN, en su alianza aún incomprensible para algunos con el PRI y el PRD.

La exposición de esa idea, además, marcará la diferencia o el contraste entre una posición política y la otra.

El primer día de campaña ya sirvió para ver por dónde irá la propuesta de los dos Rivera.

Rivera Vivanco le propone a los electores votar por ella para continuar con la transformación en el municipio de Puebla, después de afirmar que en los dos años que ha estado al frente del ayuntamiento ha sentado las bases de esa transformación.

Queda claro entonces.

La candidata del partido de López Obrador ofrece continuar por el rumbo que ya ha definido en dos años de gobierno, cualquiera que este sea.

“Se han sentado las bases de una transformación para la ciudad (...) la transformación continúa”, expone uno de sus spots.

Rivera Pérez propone corregir el rumbo, con experiencia, la suya por supuesto, para que en la ciudad le vaya bien a todos.

Aquí también está clarísima la oferta.

Sin pelearse con la candidata de Morena, o sin ponerle nombre, mejor dicho, se lanza -un poquito nada más- a afirmar que el rumbo por el que va el municipio es malo, en mucha parte por culpa de la inexperiencia de la edil que al mismo tiempo es su contrincante, y pide votar por él para que -ahora sí- les vaya bien a todos.

“Vamos por una Puebla en la que nos vaya bien a todos (...) Con experiencia, corrijamos el rumbo de Puebla”, señala en uno de sus videos.

Ambas estrategias parecen buenas, porque eran las obligadas, pero pueden y deben mejorar.

Claudia Rivera pide apoyarla en la continuidad para seguir la transformación que ha comenzado.

Más adelante, si quiere lograr éxito con el mensaje, tendrá que informar cuáles son esas bases que ha sentado y a cuál transformación se refiere, porque con ese primer video las dudas que surgen son inmediatas: “¿Cuáles bases?”, se preguntará el electorado, y con razón. “¿Cuál transformación?”, agregará.

Eduardo Rivera, que apela a convencer a los electores por su experiencia, tendrá que exponer pruebas de la misma para hacer creer -con argumentos- que es una alternativa fiable frente a la incompetencia de la cuatroté, para quienes así lo piensen.

Ninguno ha defraudado en el arranque.

Pero todavía les falta.


Twitter: @jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

Un punto que había que observar en el arranque de las campañas electorales en el municipio de Puebla era el mensaje que utilizarían Claudia Rivera Vivanco y Eduardo Rivera Pérez en sus primeros despliegues de propaganda, pues así se podría conocer la idea principal que ambos candidatos han definido para proponerles a los votantes y tratar de motivarlos en favor de su causa.

En una contienda electoral tan corta, de apenas un mes, era previsible que tanto uno como otro aspirante a la presidencia municipal de Puebla movieran ese mensaje central desde el primer día de las campañas, y así fue.

La guerra electoral por aire, como se denomina a la difusión de propaganda en medios tradicionales y medios (semi)nuevos como la web y las redes sociales, inundará a los habitantes de la capital del estado con un contenido diverso, pero con un denominador común encaminado a venderle una idea central al electorado.

Lo que exponga esa idea será relevante porque mostrará la propuesta fundamental de las ofertas políticas y de gobierno que han comenzado a plantear los candidatos más importantes en esta contienda, los únicos dos con posibilidades de triunfo, ella, de Morena, y él, del PAN, en su alianza aún incomprensible para algunos con el PRI y el PRD.

La exposición de esa idea, además, marcará la diferencia o el contraste entre una posición política y la otra.

El primer día de campaña ya sirvió para ver por dónde irá la propuesta de los dos Rivera.

Rivera Vivanco le propone a los electores votar por ella para continuar con la transformación en el municipio de Puebla, después de afirmar que en los dos años que ha estado al frente del ayuntamiento ha sentado las bases de esa transformación.

Queda claro entonces.

La candidata del partido de López Obrador ofrece continuar por el rumbo que ya ha definido en dos años de gobierno, cualquiera que este sea.

“Se han sentado las bases de una transformación para la ciudad (...) la transformación continúa”, expone uno de sus spots.

Rivera Pérez propone corregir el rumbo, con experiencia, la suya por supuesto, para que en la ciudad le vaya bien a todos.

Aquí también está clarísima la oferta.

Sin pelearse con la candidata de Morena, o sin ponerle nombre, mejor dicho, se lanza -un poquito nada más- a afirmar que el rumbo por el que va el municipio es malo, en mucha parte por culpa de la inexperiencia de la edil que al mismo tiempo es su contrincante, y pide votar por él para que -ahora sí- les vaya bien a todos.

“Vamos por una Puebla en la que nos vaya bien a todos (...) Con experiencia, corrijamos el rumbo de Puebla”, señala en uno de sus videos.

Ambas estrategias parecen buenas, porque eran las obligadas, pero pueden y deben mejorar.

Claudia Rivera pide apoyarla en la continuidad para seguir la transformación que ha comenzado.

Más adelante, si quiere lograr éxito con el mensaje, tendrá que informar cuáles son esas bases que ha sentado y a cuál transformación se refiere, porque con ese primer video las dudas que surgen son inmediatas: “¿Cuáles bases?”, se preguntará el electorado, y con razón. “¿Cuál transformación?”, agregará.

Eduardo Rivera, que apela a convencer a los electores por su experiencia, tendrá que exponer pruebas de la misma para hacer creer -con argumentos- que es una alternativa fiable frente a la incompetencia de la cuatroté, para quienes así lo piensen.

Ninguno ha defraudado en el arranque.

Pero todavía les falta.


Twitter: @jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx