/ lunes 19 de julio de 2021

Sergio Salomón define rumbo político del Congreso

Incluso para escépticos como el autor de esta columna, la designación de Sergio Salomón Céspedes Peregrina como líder de los diputados locales de Morena en la próxima legislatura ya no deja lugar a dudas sobre quién tendrá el control del Congreso del Estado en los años por venir.

Céspedes Peregrina, que se incorporó al partido de López Obrador hasta la contienda electoral de 2021, fue candidato a diputado por invitación directa del gobernador Miguel Barbosa y ha sido encomendado para hacerse cargo de la fracción parlamentaria de ese instituto político por petición del mismo mandatario.

Barbosa y Céspedes crearon un estrecho vínculo de colaboración a partir de 2019, cuando el primero fue candidato a gobernador en la elección extraordinaria y el segundo ya despachaba en la presidencia municipal de Tepeaca, a la que había llegado un año antes postulado por Movimiento Ciudadano.

Un incidente fortuito, derivado del desdén de Enrique Cárdenas a las estructuras partidistas que lo postularon en esos mismos comicios, puso al edil de Tepeaca en el radar del futuro gobernador y lo metió en su reducido grupo de aliados de confianza, donde permanece hasta hoy.

Por eso es que la definición de Morena a favor del tepeaquense, como coordinador de sus diputados, viene a resolver ese enigma que aún rondaba en la cabeza de algunos incrédulos. Pese a las diferencias previas al proceso electoral, el partido le ha cedido al gobernador el control de sus legisladores.

Esa es la lectura básica del acontecimiento, pero hay dos puntos más que deben subrayarse.

Uno tiene que ver con el mensajero.

El encargado de hacer la presentación de Salomón Céspedes fue Edgar Garmendia de los Santos, secretario general con funciones de presidente en Morena, quien hasta antes del 6 de junio era considerado uno de los opositores a los intereses del gobernador en ese partido y aliado de Claudia Rivera Vivanco.

Que haya sido Garmendia quien anunciara al futuro coordinador de sus diputados en el Congreso del Estado y lo colmara de elogios frente a los reporteros puede ser el comienzo de una nueva relación del líder del partido, y del partido mismo, con Barbosa, muy distinta a la que fue exhibida meses atrás, en los entretelones de la elección.

Salomón Céspedes no llegó a la conferencia de prensa y se presentó solo; lo hizo cobijado por el dirigente de un partido al que apenas conoce y en el que recién incursiona. Ese es un detalle importante, que desemboca, seguramente, del aval de Mario Delgado Carrillo al rol del mandatario poblano como jefe político de las tribus morenistas en su estado.

El segundo punto tiene que ver con el propio diputado elegido para liderar la bancada.

Sergio Salomón garantiza un trabajo radicalmente distinto al de Gabriel Biestro Medinilla, para bien.

Céspedes y Biestro son dos polos opuestos.

En uno, el que viene, imperan la prudencia, el respeto y la inteligencia, mientras que en otro, el que se fue, la impulsividad, la intolerancia y, en muchas ocasiones, según las personas que trabajaron cerca de él, la soberbia.

Céspedes ya fue diputado local.

Gobernó Tepeaca sin sobresaltos y lo hizo bien.

No se asume como “delfín” del gobernador para ningún proyecto futurista.

Si encuentra el punto exacto para respaldar al gobernador sin mostrarse como siervo suyo, a diferencia de Biestro que no tuvo reparo en exhibir para quién trabajaba, llevará a los morenistas a un nivel que no tuvieron, ni por asomo, en la legislatura que termina.

Y si será coordinador de la fracción mayoritaria, lo natural será que sea también presidente del Congreso.


Twitter: @jorgerdzc

Incluso para escépticos como el autor de esta columna, la designación de Sergio Salomón Céspedes Peregrina como líder de los diputados locales de Morena en la próxima legislatura ya no deja lugar a dudas sobre quién tendrá el control del Congreso del Estado en los años por venir.

Céspedes Peregrina, que se incorporó al partido de López Obrador hasta la contienda electoral de 2021, fue candidato a diputado por invitación directa del gobernador Miguel Barbosa y ha sido encomendado para hacerse cargo de la fracción parlamentaria de ese instituto político por petición del mismo mandatario.

Barbosa y Céspedes crearon un estrecho vínculo de colaboración a partir de 2019, cuando el primero fue candidato a gobernador en la elección extraordinaria y el segundo ya despachaba en la presidencia municipal de Tepeaca, a la que había llegado un año antes postulado por Movimiento Ciudadano.

Un incidente fortuito, derivado del desdén de Enrique Cárdenas a las estructuras partidistas que lo postularon en esos mismos comicios, puso al edil de Tepeaca en el radar del futuro gobernador y lo metió en su reducido grupo de aliados de confianza, donde permanece hasta hoy.

Por eso es que la definición de Morena a favor del tepeaquense, como coordinador de sus diputados, viene a resolver ese enigma que aún rondaba en la cabeza de algunos incrédulos. Pese a las diferencias previas al proceso electoral, el partido le ha cedido al gobernador el control de sus legisladores.

Esa es la lectura básica del acontecimiento, pero hay dos puntos más que deben subrayarse.

Uno tiene que ver con el mensajero.

El encargado de hacer la presentación de Salomón Céspedes fue Edgar Garmendia de los Santos, secretario general con funciones de presidente en Morena, quien hasta antes del 6 de junio era considerado uno de los opositores a los intereses del gobernador en ese partido y aliado de Claudia Rivera Vivanco.

Que haya sido Garmendia quien anunciara al futuro coordinador de sus diputados en el Congreso del Estado y lo colmara de elogios frente a los reporteros puede ser el comienzo de una nueva relación del líder del partido, y del partido mismo, con Barbosa, muy distinta a la que fue exhibida meses atrás, en los entretelones de la elección.

Salomón Céspedes no llegó a la conferencia de prensa y se presentó solo; lo hizo cobijado por el dirigente de un partido al que apenas conoce y en el que recién incursiona. Ese es un detalle importante, que desemboca, seguramente, del aval de Mario Delgado Carrillo al rol del mandatario poblano como jefe político de las tribus morenistas en su estado.

El segundo punto tiene que ver con el propio diputado elegido para liderar la bancada.

Sergio Salomón garantiza un trabajo radicalmente distinto al de Gabriel Biestro Medinilla, para bien.

Céspedes y Biestro son dos polos opuestos.

En uno, el que viene, imperan la prudencia, el respeto y la inteligencia, mientras que en otro, el que se fue, la impulsividad, la intolerancia y, en muchas ocasiones, según las personas que trabajaron cerca de él, la soberbia.

Céspedes ya fue diputado local.

Gobernó Tepeaca sin sobresaltos y lo hizo bien.

No se asume como “delfín” del gobernador para ningún proyecto futurista.

Si encuentra el punto exacto para respaldar al gobernador sin mostrarse como siervo suyo, a diferencia de Biestro que no tuvo reparo en exhibir para quién trabajaba, llevará a los morenistas a un nivel que no tuvieron, ni por asomo, en la legislatura que termina.

Y si será coordinador de la fracción mayoritaria, lo natural será que sea también presidente del Congreso.


Twitter: @jorgerdzc