/ martes 7 de septiembre de 2021

Sin Prudencia | Ana Tere vs Genoveva  

Aunque el panista Marcos Castro aguarda con cierta institucionalidad que el Comité Ejecutivo Nacional de Marko Cortés reconsidere la negativa a que se postulen varones a la dirigencia estatal de ese partido, entre sus seguidores crece la exigencia porque levante la voz y reclame públicamente sobre lo que consideran arbitrariedades de la actual presidenta estatal Genoveva Huerta.

Pero la actitud, para algunos pasiva, del allegado del edil electo Eduardo Rivera Pérez, no significa que haya dejado de medirse en el ánimo de la militancia con la que mantiene acercamientos y encuentros.

Sin embargo, conforme pasan los días, la expectativa de que un cambio en las reglas del juego por la silla principal del Comité Estatal se va minimizando y la idea de lanzar a la aventura a la diputada federal Ana Teresa Aranda recobra más fuerza.

El 20 de agosto pasado, el periodista Jorge Rodríguez Corona publicó que desde el CDE panista salió la especie de que la excandidata a gobernadora no podría ser elegible debido a que presentó su renuncia a la militancia en abril de 2015 cuando estatutariamente se necesita de pertenecer al partido por lo menos de cinco años.

No obstante, los asesores de Aranda sostienen que, si bien ella hizo pública e ingresó un escrito expresando su intención de separarse del blanquiazul, por los públicos desencuentros con el gobernador Rafael Moreno Valle, lo cierto es que nunca causó efecto.

Sostienen que en la página del Instituto Nacional Electoral (INE) está acreditada que la Doña, como también la conocen, tiene una militancia superior a los 32 años que echa por la borda la idea de que se hubiera interrumpido, por lo que cualquier intento por desacreditarla por esa vía sería infructífero.

Y en efecto, la militancia de la panista está registrada con fecha 1 de enero de 1989.

Hasta ahora Aranda Orozco está en la postura de insistir que el CEN rectifique su decisión y permita una competencia con género mixto para la dirigencia del partido en Puebla.

Sobre si buscará o no la dirigencia no se ha pronunciado pero el grupo que encabeza Eduardo Rivera, la ve como la posibilidad natural, en caso de que las cosas no cambien.


*

Aunque se ha especulado que el regidor Enrique Guevara Montiel llegará a la titularidad de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal en la administración de Eduardo Rivera Pérez a partir del 15 de octubre, lo cierto es que la posición no está del todo firme.

Su nombre sí se considera para esa responsabilidad, pero también se barajea para la Secretaría de Gobernación o la de Protección Civil y Gestión Integral de Riesgos.

La certeza es que será secretario, solo falta ver cuál de las tres papas calientes recibe, si la que tiene que ver con la de reducir los índices de inseguridad, la del ordenamiento de ambulantes, o la de la corrupción en los giros negros.

Hasta la próxima.


Aunque el panista Marcos Castro aguarda con cierta institucionalidad que el Comité Ejecutivo Nacional de Marko Cortés reconsidere la negativa a que se postulen varones a la dirigencia estatal de ese partido, entre sus seguidores crece la exigencia porque levante la voz y reclame públicamente sobre lo que consideran arbitrariedades de la actual presidenta estatal Genoveva Huerta.

Pero la actitud, para algunos pasiva, del allegado del edil electo Eduardo Rivera Pérez, no significa que haya dejado de medirse en el ánimo de la militancia con la que mantiene acercamientos y encuentros.

Sin embargo, conforme pasan los días, la expectativa de que un cambio en las reglas del juego por la silla principal del Comité Estatal se va minimizando y la idea de lanzar a la aventura a la diputada federal Ana Teresa Aranda recobra más fuerza.

El 20 de agosto pasado, el periodista Jorge Rodríguez Corona publicó que desde el CDE panista salió la especie de que la excandidata a gobernadora no podría ser elegible debido a que presentó su renuncia a la militancia en abril de 2015 cuando estatutariamente se necesita de pertenecer al partido por lo menos de cinco años.

No obstante, los asesores de Aranda sostienen que, si bien ella hizo pública e ingresó un escrito expresando su intención de separarse del blanquiazul, por los públicos desencuentros con el gobernador Rafael Moreno Valle, lo cierto es que nunca causó efecto.

Sostienen que en la página del Instituto Nacional Electoral (INE) está acreditada que la Doña, como también la conocen, tiene una militancia superior a los 32 años que echa por la borda la idea de que se hubiera interrumpido, por lo que cualquier intento por desacreditarla por esa vía sería infructífero.

Y en efecto, la militancia de la panista está registrada con fecha 1 de enero de 1989.

Hasta ahora Aranda Orozco está en la postura de insistir que el CEN rectifique su decisión y permita una competencia con género mixto para la dirigencia del partido en Puebla.

Sobre si buscará o no la dirigencia no se ha pronunciado pero el grupo que encabeza Eduardo Rivera, la ve como la posibilidad natural, en caso de que las cosas no cambien.


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Aunque se ha especulado que el regidor Enrique Guevara Montiel llegará a la titularidad de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal en la administración de Eduardo Rivera Pérez a partir del 15 de octubre, lo cierto es que la posición no está del todo firme.

Su nombre sí se considera para esa responsabilidad, pero también se barajea para la Secretaría de Gobernación o la de Protección Civil y Gestión Integral de Riesgos.

La certeza es que será secretario, solo falta ver cuál de las tres papas calientes recibe, si la que tiene que ver con la de reducir los índices de inseguridad, la del ordenamiento de ambulantes, o la de la corrupción en los giros negros.

Hasta la próxima.