/ jueves 26 de mayo de 2022

Sin Prudencia | Hombre para Puebla: CEN del PAN

La dirigencia del Partido Acción Nacional, a cargo de Marko Cortés Mendoza, ha tomado una decisión que, a pesar de la obviedad local, marca una certeza para ese partido, y los que irán en mancuerna, para intentar arrebatarle el poder a Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

Para el reparto por género de candidaturas en el 2024, el CEN panista ha reservado desde ahora a Puebla como una plaza para un candidato del sexo masculino y dadas las circunstancias actuales, para decirlo en términos más directos, la posición se la están apartando al actual presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez.

Los panistas se han alineado a esa idea y hasta la diputada federal y ex presidenta estatal panista, Genoveva Huerta Villegas, ha dejado atrás su discurso de beligerancia hacia el edil para “dar vuelta a la página” e incluso ha declarado que si la candidatura recae en hombre el perfil será Eduardo Rivera.

En corto, ningún priista se atreve a sostener en las mesas de negociaciones que alguien de su partido pueda competirle al edil y si hay planteamientos públicos de algunos como Jorge Estefan Chidiac, es porque la mira anda en una senaduría o algún otro cargo.

El Partido de la Revolución Democrática, el tercer aliado de la que será una nueva versión de Va Por Puebla, no merece mayor comentario porque, pues, PRD.

En la dirigencia estatal panista hacen cuentas alegres de que esta definición nacional ayudará, en principio, a avanzar en los acuerdos para el resto de las posiciones con el PRI y el PRD y con ello definir con tiempo a los mejores perfiles que abonen a la eventual candidatura de Eduardo Rivera.

Según este escenario, del que aseguran tener mediciones, la coalición opositora en mancuerna con Rivera Pérez, estarían en condiciones, su hoy fueran las elecciones, de un empate técnico con Morena, con el candidato que pusiera.

Y ven con mayor optimismo que los golpeteos legales y mediáticos entre morenistas ayudará a un desgaste en el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador y con ellos llegar con alguna ventaja al 2024, año en que estarán en juego, para el caso poblano, candidaturas desde alcaldes y diputados locales, diputados federales y senadores, así como gobernador y presidente de México.

Y si a ello le agregan las investigaciones sobre presuntas operaciones de lavado de dinero, que manchan a quien se percibe como el candidato favorito de López Obrador para la gubernatura del estado, el coordinador de la bancada de Morena en San Lázaro, Ignacio Mier Velasco, pues más optimistas se muestran.

Por lo pronto, las negociaciones PAN, PRI y PRD se han dado en el terreno de ir definiendo el reparto de candidaturas con la mayor cantidad de tiempo pues su intención es que no les agarren las prisas del pasado proceso estatal y con ello definan a los perfiles más competitivos e integren a los adversarios internos en los equipos de trabajo.

El jalón vendrá cuando comiencen a hablar de la capital pues los priistas quieren esa posición como parte de los acuerdos, pero los panistas no piensan ceder la posición a alguien que no sea del su partido, que actualmente gobierna la ciudad más importante del estado y los municipios de la zona conurbada.

Pero esa es otra historia.


La dirigencia del Partido Acción Nacional, a cargo de Marko Cortés Mendoza, ha tomado una decisión que, a pesar de la obviedad local, marca una certeza para ese partido, y los que irán en mancuerna, para intentar arrebatarle el poder a Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

Para el reparto por género de candidaturas en el 2024, el CEN panista ha reservado desde ahora a Puebla como una plaza para un candidato del sexo masculino y dadas las circunstancias actuales, para decirlo en términos más directos, la posición se la están apartando al actual presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez.

Los panistas se han alineado a esa idea y hasta la diputada federal y ex presidenta estatal panista, Genoveva Huerta Villegas, ha dejado atrás su discurso de beligerancia hacia el edil para “dar vuelta a la página” e incluso ha declarado que si la candidatura recae en hombre el perfil será Eduardo Rivera.

En corto, ningún priista se atreve a sostener en las mesas de negociaciones que alguien de su partido pueda competirle al edil y si hay planteamientos públicos de algunos como Jorge Estefan Chidiac, es porque la mira anda en una senaduría o algún otro cargo.

El Partido de la Revolución Democrática, el tercer aliado de la que será una nueva versión de Va Por Puebla, no merece mayor comentario porque, pues, PRD.

En la dirigencia estatal panista hacen cuentas alegres de que esta definición nacional ayudará, en principio, a avanzar en los acuerdos para el resto de las posiciones con el PRI y el PRD y con ello definir con tiempo a los mejores perfiles que abonen a la eventual candidatura de Eduardo Rivera.

Según este escenario, del que aseguran tener mediciones, la coalición opositora en mancuerna con Rivera Pérez, estarían en condiciones, su hoy fueran las elecciones, de un empate técnico con Morena, con el candidato que pusiera.

Y ven con mayor optimismo que los golpeteos legales y mediáticos entre morenistas ayudará a un desgaste en el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador y con ellos llegar con alguna ventaja al 2024, año en que estarán en juego, para el caso poblano, candidaturas desde alcaldes y diputados locales, diputados federales y senadores, así como gobernador y presidente de México.

Y si a ello le agregan las investigaciones sobre presuntas operaciones de lavado de dinero, que manchan a quien se percibe como el candidato favorito de López Obrador para la gubernatura del estado, el coordinador de la bancada de Morena en San Lázaro, Ignacio Mier Velasco, pues más optimistas se muestran.

Por lo pronto, las negociaciones PAN, PRI y PRD se han dado en el terreno de ir definiendo el reparto de candidaturas con la mayor cantidad de tiempo pues su intención es que no les agarren las prisas del pasado proceso estatal y con ello definan a los perfiles más competitivos e integren a los adversarios internos en los equipos de trabajo.

El jalón vendrá cuando comiencen a hablar de la capital pues los priistas quieren esa posición como parte de los acuerdos, pero los panistas no piensan ceder la posición a alguien que no sea del su partido, que actualmente gobierna la ciudad más importante del estado y los municipios de la zona conurbada.

Pero esa es otra historia.