La falta de acuerdos entre el PRI, PAN y PRD para amarrar alianzas en la mayoría de los municipios de Puebla, podría ver su primer fracaso en la elección de Tehuacán, el segundo municipio más importante del estado y en el que sus candidatos parece que dejaron de ser competitivos para dejar el camino libre al PT y Morena.
Tómelo con reserva, pero en el war room de Morena ya celebran una ventaja de 20 puntos a favor de su candidato Pedro Tepole, que llevaría una ventaja de dos a uno sobre sus más cercanos competidores: Álvaro Alatriste, del PRI; y Jacobo Aguilar, de la alianza entre PAN y PRD.
Más allá de las cifras alegres que puedan tener, llama la atención la fragmentación en las preferencias electorales, pues con candidatos propios, PRI, PAN y PRD dejaron de ser competitivos; solo sumando lo que ambos abanderados tienen podrían dar la batalla al candidato de Morena y PT.
En el Sol de Puebla se documentó como el PRIANRD jugó un doble papel en esta elección, pues si bien son aliados en la elección a diputaciones federales y diputaciones locales, son rivales en más de 150 municipios donde postularon candidatos propios.
Difícil tarea la de explicar a los electores que voten por un candidato común en las diputaciones, pero por dos o más opciones a nivel municipal.
A esto hay que sumarle varios factores que no ayudan a los candidatos de oposición en ese municipio.
En primer lugar, en Tehuacán son 12 los candidatos a la presidencia municipal, de los cuales 11 son de partidos políticos y uno independiente, lo que supone una abierta pulverización del voto.
Además, en el caso del PRI postularon a un ex alcalde que ya fue inhabilitado del servicio público por observaciones a sus cuentas públicas y que logró imponer a su esposa, Ernestina Fernández, como presidenta municipal de Tehuacán en 2014, quien también fue investigada por la Auditoría Superior del Estado (ASE).
Por su parte, Jacobo Aguilar arrastra con el rechazo de la militancia panista, que fue la primera en inconformarse tras su designación como candidato a la presidencia municipal.
Tampoco es que la designación de Pedro Tepole fuera tersa, pero ingresó como cuota del PT en la alianza con Morena, y según sus propias mediciones, tienen la marca de respaldo con un Andrés Manuel López Obrador que cuenta con cerca del 60 por ciento de aprobación en ese municipio.
La cuenta regresiva ya inició y pronto se sabrá si fue un error o no lograr una alianza que, si de por sí ya era difícil de digerir, no fue uniforme en los municipios.
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¿Deben los candidatos financiar un debate organizado por el Instituto Electoral del Estado?
La ley no los obliga, y tampoco al organismo electoral, a erogar los recursos para realizarlo, pero si nos vamos a los debates anteriores, el costo fue absorbido por el IEE y ¿adivine qué? solo 150 mil pesos, según lo informó el entonces presidente del organismo, Jacinto Herrera Serrallonga.
Por cierto, en ese tiempo eran candidatos Eduardo Rivera Pérez y Claudia Rivera Vivanco.
Entonces, ¿es mucho 150 mil pesos o hay intereses ajenos metidos en el IEE para no realizarlo?
Que conste que fue pregunta.
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