/ miércoles 8 de septiembre de 2021

Tercer Informe de Gobierno del Presidente López Obrador


Como es tradición en nuestro sistema político, con motivo de la entrega del Tercer Informe de Gobierno al Congreso, el presidente dirigió un mensaje a la nación en el que destacó algunos de los principales avances en esta primera mitad del sexenio.

En materia laboral, por ejemplo, resaltó el aumento de 44%, en términos reales, del salario mínimo de los trabajadores, el fin del outsourcing, lo que significa que millones de trabajadores estarán asegurados en el IMSS y podrán acceder a créditos y otras prestaciones de ley, así como la nueva era de democracia sindical, producto de la reforma laboral impulsada por su gobierno que, en los hechos, significará el fin del corporativismo sindical.

En materia fiscal, el presidente resaltó el aumento histórico de la recaudación, la mano dura contra evasores fiscales, el fin de la condonación de impuestos. “Ahora —dijo el Presidente— no existe el ofensivo privilegio de las condonaciones, estamos cobrando deudas vencidas, y no se tolera el fraude fiscal”.

Asimismo, enfatizó el fin del paraíso fiscal del que gozaban en nuestro país empresas globales, como Google, Amazon, Uber, etc. “Desde el primer año de gobierno —señaló el Presidente— logramos eliminar la condonación de impuestos a grandes contribuyentes, beneficiarios del influyentismo, y se estableció en la Constitución, se tipificó a la corrupción como delito grave, sin conceder al inculpado la posibilidad de obtener libertad bajo fianza”

En su discurso, recalcó que “aún con la crisis por la pandemia, los ingresos del gobierno federal, hasta el día de ayer (31 de agosto), sumaron 2.4 billones de pesos, es decir 2.6% superiores real anual al mismo periodo del año pasado, y 0.8% más que lo estimado”.

Destacó también que los avances en materia de estabilidad macroeconómica, no son cosa menor. Como, por ejemplo, la estabilidad cambiaria, el control inflacionario y el manejo responsable del gasto público, lo que ha permitido mantener la deuda del país a raya, reorientar el gasto hacia programas sociales e impulsar la construcción de infraestructura, sobre todo en el sureste del país, región tradicionalmente olvidada. “Estamos construyendo carreteras, estadios, cuarteles, aeropuertos, refinerías, bibliotecas, entre otras obras, sin asociaciones público-privadas y sin deuda, con presupuesto púbico”, señaló.

Y continuó: “van varios récords históricos: remesas, en inversión extranjera, en aumento al salario mínimo, no devaluación del peso, no incremento de la deuda púbica, aumento del índice de la Bolsa Mexicana de Valores, reservas internacionales… Un retroceso no sería cosa fácil, vamos bien y la gente va a votar el próximo año para que continúe en la Presidencia hasta 2024. No dejaremos ningún pendiente y cuando esté entregando la banda presidencial diré a los cuatro vientos: Misión cumplida, me voy a palenque, les dejo mi corazón”.

El Presidente recalcó que en julio de 2022 se terminará la refinería de Dos Bocas, con capacidad para procesar 340 mil barriles diarios y que la construcción del aeropuerto Felipe Ángeles, tendrá un ahorro menor a los 120 mil millones de pesos y se inaugurará el 21 de marzo de 2022. Asimismo, destacó que el proyecto del Tren Maya llegará a generar 277 mil empleos indirectos.

Finalmente, el Presidente reconoció que todavía hay compromisos pendientes, como por ejemplo descentralizar el gobierno federal y conocer toda la verdad acerca de la desaparición de los 43 jóvenes de Ayotzinapa.

Creo que el mensaje de fondo en discurso del presidente es que, contrario a los malos augurios de algunos actores políticos, hay avances significativos y el país cuenta con estabilidad económica y capacidad para crecer y atraer inversión productiva. Desde mi punto de vista, en medio de la adversidad, ese es el dato más importante, a la mitad del camino.



Como es tradición en nuestro sistema político, con motivo de la entrega del Tercer Informe de Gobierno al Congreso, el presidente dirigió un mensaje a la nación en el que destacó algunos de los principales avances en esta primera mitad del sexenio.

En materia laboral, por ejemplo, resaltó el aumento de 44%, en términos reales, del salario mínimo de los trabajadores, el fin del outsourcing, lo que significa que millones de trabajadores estarán asegurados en el IMSS y podrán acceder a créditos y otras prestaciones de ley, así como la nueva era de democracia sindical, producto de la reforma laboral impulsada por su gobierno que, en los hechos, significará el fin del corporativismo sindical.

En materia fiscal, el presidente resaltó el aumento histórico de la recaudación, la mano dura contra evasores fiscales, el fin de la condonación de impuestos. “Ahora —dijo el Presidente— no existe el ofensivo privilegio de las condonaciones, estamos cobrando deudas vencidas, y no se tolera el fraude fiscal”.

Asimismo, enfatizó el fin del paraíso fiscal del que gozaban en nuestro país empresas globales, como Google, Amazon, Uber, etc. “Desde el primer año de gobierno —señaló el Presidente— logramos eliminar la condonación de impuestos a grandes contribuyentes, beneficiarios del influyentismo, y se estableció en la Constitución, se tipificó a la corrupción como delito grave, sin conceder al inculpado la posibilidad de obtener libertad bajo fianza”

En su discurso, recalcó que “aún con la crisis por la pandemia, los ingresos del gobierno federal, hasta el día de ayer (31 de agosto), sumaron 2.4 billones de pesos, es decir 2.6% superiores real anual al mismo periodo del año pasado, y 0.8% más que lo estimado”.

Destacó también que los avances en materia de estabilidad macroeconómica, no son cosa menor. Como, por ejemplo, la estabilidad cambiaria, el control inflacionario y el manejo responsable del gasto público, lo que ha permitido mantener la deuda del país a raya, reorientar el gasto hacia programas sociales e impulsar la construcción de infraestructura, sobre todo en el sureste del país, región tradicionalmente olvidada. “Estamos construyendo carreteras, estadios, cuarteles, aeropuertos, refinerías, bibliotecas, entre otras obras, sin asociaciones público-privadas y sin deuda, con presupuesto púbico”, señaló.

Y continuó: “van varios récords históricos: remesas, en inversión extranjera, en aumento al salario mínimo, no devaluación del peso, no incremento de la deuda púbica, aumento del índice de la Bolsa Mexicana de Valores, reservas internacionales… Un retroceso no sería cosa fácil, vamos bien y la gente va a votar el próximo año para que continúe en la Presidencia hasta 2024. No dejaremos ningún pendiente y cuando esté entregando la banda presidencial diré a los cuatro vientos: Misión cumplida, me voy a palenque, les dejo mi corazón”.

El Presidente recalcó que en julio de 2022 se terminará la refinería de Dos Bocas, con capacidad para procesar 340 mil barriles diarios y que la construcción del aeropuerto Felipe Ángeles, tendrá un ahorro menor a los 120 mil millones de pesos y se inaugurará el 21 de marzo de 2022. Asimismo, destacó que el proyecto del Tren Maya llegará a generar 277 mil empleos indirectos.

Finalmente, el Presidente reconoció que todavía hay compromisos pendientes, como por ejemplo descentralizar el gobierno federal y conocer toda la verdad acerca de la desaparición de los 43 jóvenes de Ayotzinapa.

Creo que el mensaje de fondo en discurso del presidente es que, contrario a los malos augurios de algunos actores políticos, hay avances significativos y el país cuenta con estabilidad económica y capacidad para crecer y atraer inversión productiva. Desde mi punto de vista, en medio de la adversidad, ese es el dato más importante, a la mitad del camino.