El inicio del tercer año legislativo es la tercera y última llamada para que los diputados locales aborden uno de los temas que han postergado por dos años: la despenalización del aborto.
Contrario a lo que se esperaba, en un Congreso local con mayoría de izquierda, que ofreció está reforma como parte de sus promesas de campaña, hoy este asunto sigue siendo un tema pendiente.
En el marco de las manifestaciones que mujeres en favor del aborto legal hicieron en todo el país, incluído Puebla con la marcha de ayer, parece que más temprano que tarde los diputados tendrán que entrarle al tema.
No es una discusión sencilla y menos en Puebla, una entidad por demás conservadora en este asunto.
Pero si el debate ya es complicado, hacerlo en el último año legislativo, de cara a una elección intermedia como la de 2021, lo hace más difícil.
Y es que la mayoría, sino es que todos los diputados locales, tienen aspiraciones políticas para el siguiente año y la despenalización del aborto siempre ha representado una decisión arriesgada en cuanto a cálculos políticos.
Sin duda, toda la presión recae en los legisladores de la 4T, pues ellos fueron los que ondearon la bandera del aborto legal durante su campaña.
¿Se imaginan a las morenistas Vianey García o Estefanía Rodríguez, que siempre han impulsado estás causas, regresar a pedir el voto sin haber cumplido lo que prometieron?
La realidad es que en el debate, de por sí complejo, no todos los diputados de la Cuarta Transformación están a favor de la despenalización y como ejemplo está el caso de las diputadas Cristina Tello, de Morena, o muchos otros que prefieren no hacer públicas sus posturas.
De acuerdo con el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso local, Gabriel Biestro Medinilla, esta reforma es parte de la agenda legislativa de Morena para el tercer año.
El argumento es que la pandemia provocada por el coronavirus puso freno a los foros que estaban programados para discutir este tema.
Habrá que esperar.
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Hace una semana, en este mismo espacio le conté de las implicaciones que tendría el regreso de Ricardo Anaya a la vida pública y, particularmente, dentro del panismo poblano.
También adelanté que no sería extraño ver a los morenovallistas poblanos buscar la operación cicatriz, después de la mala relación que hubo en la campaña de 2018 con el entonces candidato del PAN a la presidencia de la República.
El primero fue Jorge Aguilar Chedraui, ex secretario de Salud y ex líder del Congreso local en la pasada legislatura, con un mensaje de bienvenida a través de su cuenta de Twitter.
El segundo apareció un día después y fue el ex secretario general del ayuntamiento de Puebla y ex candidato a senador, Mario Riestra Piña, quién fue más directo en su mensaje al llamar a la reconciliación.
"Bienvenido al ruedo, estimado @RicardoAnayaC. La participación de todos resulta fundamental en este momento supremo de la vida nacional. La reconstrucción y reconciliación son tareas urgentes", escribió en la red social.
Quién no ha emitido pronunciamiento aún es el exalcalde Eduardo Rivera Pérez, quién fue impulsado por Anaya para ser candidato en 2018, pero que en esa misma campaña llamó al voto diferenciado, con lo que ya daba por perdido a su candidato presidencial.
Seguramente veremos más mensajes en los próximos meses, habrá que estar atentos.
Hasta la próxima.
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